cada vez más y justo cuando ya me había armado de valor para besarlo, alguien jalo de mi blusa fuertemente.
- ¡Maldita perra! - lisa me empujó
Clara tuvo que meterse para que no siguiera agrediéndome.
- ¿Que te pasa? - le pregunte confundida.
-fuiste tu quien le dijo a Charlie, nadie más sabía de qué lo engañaba con otro- me reclamo.
-claro que no- le respondí.
- ¡Ay por favor Bethy! No seas mustia, ¡Eres una maldita traidora! - volvió acusar.
Alguien más le había dicho a Charlie o simplemente él se dio cuenta de que lisa lo engañaba con el capitán del equipo, pero mi supuesta amiga me estaba acusando frente a media escuela de que era una chismosa y aún faltaba mucho más.
-lisa me estás acusando de algo que te prometí no hacer, eres mi amiga ¿Por qué te haría algo así? - le dije exasperada.
No me agradaba lo que estaba haciendo y aún el justo momento en el que ella estaba mostrando su verdadera cara, yo seguía justificándola, pensaba que era un malentendido y teníamos solución.
- ¿Amiga? Tú y yo jamás fuimos amigas, ¿Te digo algo Bethy? Ninguna de nosotras somos tus amigas ¡¿Por qué seríamos amiga de una ridícula estúpida como tú?! Mírate no encajas con nosotras no sé por qué estás aquí, talvez nos diste mucha lastima- se burló con una risita. - en realidad nunca me agradaste me cansaba tu personalidad de niña mustia ¡Ay no mi papá me abandono, me gusta Josh, pero soy demasiado fea para ser su novia! En realidad, si lo eres y no importa cuánto hagas y cuánto ruegues Josh jamás se fijaría en ti por qué eres patética Beatriz, acéptalo tienes envidia de mi ¿Crees que no me he dado cuenta? Por qué sabes que hasta Joshua preferiría salir conmigo antes que escogerte a ti-
Tenía un enorme nudo en la garganta, me dolieron sus palabras, pero más me dolió ver qué ella decía la verdad, nadie de los que según se decían ser mis amigos hacia algo para detenerla, lisa "trapeo el piso conmigo" me humilló frente a desconocidos, me hizo soltar lágrimas frente a todos ellos.
Esa noche fue la primera de las muchas que pasé llorando hecha bolita en mi cama preguntándome qué era lo que estaba mal conmigo, por qué todas las personas a las que yo quiero o me encariño con ellas terminan por lastimarme. Me dolía el pecho, el alma, sus palabras seguían haciendo eco.
Pase los días deprimida en mi habitación hasta que fue mi cumpleaños, mamá supo que andaba algo mal e intento animarme junto con Dante y Camille quienes llevaron un pastel personalizado con la cara de los cinco integrantes de One Direction.
-feliz cumpleaños años hermanita- me dijo Dante abrazándome.
Yo comencé a llorar, pero fue por qué necesitaba tanto ese abrazo, Dante sin pensarlo y saberlo me había dado un poco de afecto en mi peor momento.
-ay Bethy, anímate nena estás de cumpleaños- me dijo Camille abrazándome.
-gracias- le dije tratando de sonreír.
Limpie mis lágrimas, apague las velas y partí el pastel. Tome un tóper de la cocina y corte una rebanada grande.
- ¿Qué haces? - me preguntó mi madre
-le guardaré un pedazo a mi papá- conteste.
- ¿Él te ha llamado ya? - me preguntó Dante.
Yo negué, eran exactamente las tres de la tarde y mi padre no había mandado ni un maldito mensaje.
Fui a mi habitación por el celular yo solo pedía que mi padre me llamara para saber que no era cierto lo que lisa dijo, yo quería que mi papá tan siquiera recordara mi cumpleaños para saber que, si soy querida, no quiero culpar a mi padre, pero si él hubiera llamada aquel día me hubiese ahorrado muchas cosas.
Dieron las ocho de la noche y nadie aparte de mi familia había enviado felicitaciones, tome el celular marcando el número de mi padre y de nuevo envío al buzón en ese instante me llene de rabia, apreté mi celular fuerte y en un ataque de ira arroje todas las fotografías que tenía de él.
- ¡Te odio, te odio, te odio! - grite hasta que mi garganta quedó adolorida.
Avente mi celular al suelo haciéndolo pedazos la pantalla y otras partes, mis lágrimas salían rodando por mis mejillas.
- ¡Cómo los odio a todos! -
Dante entro a la habitación seguro que se asustó mucho al verme así por qué me abrazo.
-Bethy tranquila-
- ¿Por qué no puede quererme? ¿Qué tengo mal para que no me quieran? - le pregunte hipando por la falta de aire y mi fuerte llanto que no paraba.
Por primera vez en mi vida mire a mi hermano mayor, Dante no era de los hombres que lloraba él siempre mantuvo una actitud relajada ante todo los problemas, pero esa noche mientras me abrazaba, sus ojos llorosos y su voz quebrada me consolaron.
-tu eres perfecta Beth, eres perfecta para nosotros y te amamos demasiado-
-pero él es mi papá, quiero que me ame - le dije. - todos terminan por irse, se aburren de mi-
-nosotros jamás nos iríamos de ti Beth- mi mamá me abrazo también.
Ya no me sentía triste, estaba molesta, con mi padre, con lisa, con Charlie, con clara y Andy y también Josh.
Mientras estaba sentada en mi cama lamentándome haber creído que por fin estaba en un grupo de chicos donde encajaba, mire las fotografías de mi padre, mamá las había recogido del suelo y puesto en mi mesita, pero yo ya no la quería ver más, no quería nada de él.Las tome, fue a lacocina agarre los cerillos y salí al patio donde les prendí fuego, esa nochequeme todo lo que me recordara a él, nunca creí que todo ese amor que yo lepude tener alguna vez se convertiría en un enorme rencor hacia él.
Tuve que ir al psicólogo que después de dos sesiones me dio medicamentos para que pudiera mejor de mi episodio de depresión, mire las pastillas en su bote color rojo, tenía que beber una después del desayuno.
Lo intenté, había intentado muchas veces salir de ese hueco oscuro y desolado, pero me di cuenta de que no importaba cuántas veces yo lo intentará siempre iba hacer así, no podía ser feliz y la verdad era que, yo ya no quería ser feliz. Por cada momento de felicidad siempre la tristeza era el doble.
Se sentía como estar en una piscina y por cada problema que pasará el agua subía, cada vez era más y más, sabía que llegaría el momento en que está rebasará y me ahogara, no lucharía más simplemente esperaría el momento en que está llegará a su límite.
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Para el que nunca fue.
Romansa"Recordar es vivir" Muchos dicen eso y yo soy una de esas personas, no lo creía antes de que le contará a mi propia sobrina sobre mi adolescencia que fue una muy oscura pero también brillante, un viaje de autodecubrimidnto y emociones encontradas, a...