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♠️ NO DEJARME LLEVAR ♠️

Llegamos a la casa, me despido de mis padres y subo a mi habitación, me despojo de mi vestido y me coloco mi diminuto pijama, no he tenido tiempo de ir por una nueva. Necesito ir por una me repito por milésima vez.  

Me meto bajo las cobijas y caigo rendida. 

Al día siguiente me levanto con un mejor humor, desayuno con mis padres.  

—Al parecer el día de hoy estás mucho mejor, Mai. —comenta mi madre regalándome una de sus sonrisas. 

—Si mamá, me siento mejor.  

—¿Que sucedió Mai? Puedes contarme. —mi padre me alienta a contarle. 

—Me enamoré papá, —le sonrió tímidamente— me enamoré de un hombre mayor el cual me...me...el cual no admite sus sentimientos. Se que él igual está enamorado de mí, sin embargo, no me confiesa sus sentimientos.  

—¿Estás segura Maia? Tú crees que está enamorado de ti Mai... —pregunta cuidadosamente  

—Estoy segura...no hemos pasado tanto tiempo juntos, pero...pero con lo poco que pasamos me... Me basta para saber que tienes sentimientos hacia mí.  

—Si es así entonces es un cobarde, y tú, tu no mereces estar con un cobarde, mi vida. —mi padre me dice tomando mi mano. 

—Te amo. —le sonrió y seguimos con nuestro desayuno. 

Salgo de casa en camino a la universidad. Cuando llego me dirijo con Lau. 

—¿Mejor? —me pregunta al verme llegar. 

—Mejor. —le respondo— ¿Cómo te fue ayer, Lau? 

—Muy bien, dentro de un mes es la última etapa Mai, y quiero que estés presente. 

—Ahí estaré, Lau. —le sonrió— Eres la mejor, vas a ganar no tengo dudas

—Lo sé, soy la mejor. —soltamos una carcajada ambas y nos adentramos al aula. 

Las clases pasan muy rápido, cumplo con todo mi trabajo al salir de la última clase busco al profesor Smith. Cuando lo encuentro camino deprisa a su dirección. 

—Profesor Smith. —hablo con voz fuerte para que me escuche. 

—Señorita Maia. —me saluda. 

—Pensó en mi propuesta de ayer. Me dejará un proyecto. —junto mis manos en modo de súplica— Por favor. 

—Lo pensé en la noche, y si, lo haré. 

Mi emoción es muy grande que sin pensarlo me lanzó hacia él y lo abrazo. Inmediatamente me alejo de él y avergonzada bajo la cabeza. ¿Cómo pude hacer esa estupidez? 

—Nunca baje la cabeza Maia, a nadie. —me dice tomando de mi mentón y alzando. 

—Lo siento muchísimo, la emoción me gano. En serio lo siento. —me disculpo aún avergonzada por lo sucedido 

—No se preocupe, la entiendo. Es tu nota, ahora la tengo que dejar, la próxima clase le digo cuál será su proyecto extra. Nos vemos en la siguiente clase.

—Nos vemos, profesor Smith. —le regalo una sonrisa y se aleja. 

Comienzo a caminar y observo como Leonardo se acerca a mí. No trae auto hoy. ¿Raro? Intento evadirlo, sin embargo no lo consigo 

—De nuevo él. Necesito que hablemos Maia, quiero que me escuches. —me niego a escucharlo— Vamos a mi departamento, por favor. Tenemos que hablar.

—No tenemos nada de qué hablar, tengo que hacer un proyecto y si no mal recuerdo la última vez que deje algo sin terminar me prometí no volver a... —me interrumpe. 

—Siento lo de ese día, no te quitaré mucho tiempo solo hablemos.

—Llevo prisa, así que si me dejas seguir mi camino no me molestaría..

—Maia...—suplica— Vayamos a mi departamento, solo serán unos minutos. 

—Si quieres hablar hazlo, pero aquí. No quiero ir a tu departamento, mejor dicho no quiero estar a solas contigo. —me cruzo de brazos esperándolo. 

—No, en mi departamento...no haremos nada solo hablar. Solo escúchame y después te marchas ¿Bien? —Se mira ansioso al esperar una respuesta de mi parte. 

Solo asiento, le hace la parada a un taxi, nos subimos, le da la dirección de su departamento y el chófer conduce. No cruzamos palabras ni miradas en el trayecto. 

Acepté porque quiero escuchar lo que me dirá, y después me iré. No dejaré que haga algo que no quiera y aunque quiera no lo permitiré, debo tener mi dignidad. 

Llegamos a su departamento, le paga al chófer y bajamos, lo sigo hasta llegar a su departamento y me sede el paso.  

Cierra la puerta y me ofrece un vaso de agua. 

—Nunca me has ofrecido un vaso de agua Leonardo, no vengas ahorita a hacerlo. Quieres hablar ¿No? Pues empieza. 

Pasa sus manos por su cabello, desesperado. 

—Me jode muchísimo mirarte con ese imbécil. —me suelta sorprendiéndome. 

—No es un imbécil, es mi profesor, porque te refieres a él ¿No? —Lo miro con los brazos cruzados. Esperando su respuesta. 

—Ese es tu profesor, ¿has visto cómo te mira? o ¿la forma en que te sonríe? 

—¿Qué tiene que ver el señor Smith en esto?  —cuestiono un poco alterada.

—Que tenías razón...me joden los malditos celos, estaba celoso al mírate sonreírle, lo estaba y lo estoy...

—Leonardo no, no digas más. 

No puedo escucharlo decir esas cosa porque me afectan, porque mis sentimientos y emociones se confunden. No quiero dejarme llevar, no quiero caer.

—No quiero que alguien más te toque, no quiero que alguien más te bese, —se acerca a mí y acuna mi rostro entre sus manos— no me imagino a alguien entre tus piernas, besando lo que me pertenece.  

—Querías que esto se terminará ¿No? Bueno asume las consecuencias Leonardo, el trato se terminó en el momento que te dije que.... 

—Maia...no soporto verte con alguien más, no soporto tenerte lejos o lo contrario no soporto tenerte cerca y no poder tocarte...Te necesito. 

—Leo...—une nuestras frentes y nuestras respiraciones se mezclan. 

—Maia, déjame tocarte, vuelve a ser mía...déjate llevar, solo déjame hacerte el...dejame follarte. 

Iba a decir que lo dejara hacerme el amor, algo en mi sucede al imaginarme escuchar decirlo eso, sin embargo no lo dijo así que me mantengo en mi postura.

—No...ya no Leonardo. —me limito a decir. 

Claro que quiero estar entre sus brazos, claro que quiero que me bese, pero me lastimo, me dolió tanto saber que él no siente lo mismo que yo, que solo es sexo. O al menos me duele que no admita que tiene sentimientos por mí. Sé que los tiene. 

—No se supone que estás enamorada de mí, vas y te enrollas con tu profesor. —menciona separándose se mí. Enojado. 

Me molesta el tono en el que me está hablando, niego con la cabeza.

—Estoy enamorada, pero no voy a dejar que eso me impida disfrutar, tener placer...no aceptas mis sentimientos por ti, no voy a esperar a que...—me corta de inmediato. 

—Disfrutar...¿Qué? Joder....te toco, estuvo entre tus piernas...joder Maia dime qué no te follo. —habla enfadado. 

—No eres el único que puedo estar entre mis piernas Leonardo. —finalizo dándome la vuelta. 

N/A 

Hola gente, ¿Cómo están? Espero y muy bien.... Y también espero que estén disfrutando de esta historia.

Gracias por leerme, chaooo.

Mayor que yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora