XVII

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♠️  NUEVO COMIENZO  ♠️

Me pruebo un vestido casual color vino, al verme lo puesto me gusta cómo se me ve, es corto y deja que luzca mi figura. Para finalizar me coloco unas zapatillas negras bajas y estoy lista para bajar a cenar.  

El timbre suena mientras voy saliendo de mi habitación.  

—Maia ¿puedes ir a recibir al señor Smith? Por favor.  

—Claro. —digo bajando las escaleras.  

Al abrir la puerta observo al hombre que está parado justo frente a mí, sus manos las tienes en la bolsa de su pantalón, su traje color azul marino lo hace lucir, no, corrección él hace lucir el traje.  

—Buenas noches, señor Smith. —me aclaro la garganta después de darle un buen repaso.  

Es muy guapo, no lo negaré y se bastante sexi. 

—Buenas noches, señorita Maia ¿Qué tal su día?   

—Marcha perfecto, y hace poco está mejorando mucho...mucho más. ¿Y el suyo?   

—De maravilla, ha ido todo bien al igual que usted está mejorando, más que maravilloso diría yo. 

—Me da gusto, pase no sé quede ahí parado.  

Me hago aún lado pegándole en la pared para que él pase.

—¿Me deja decirle algo? —menciona al entrar por delante de mí. 

—Por supuesto. —digo al cerrar la puerta y empezar a caminar a su lado. 

—Se mira muy bien, hace que ese vestido luzca en usted. 

Su comentario me toma de sorpresa y de inmediato me ruborizó. Escucho lo pasos de mis padres y siento un alivio, que mal educada soy de mi boca no pudo salir ni siquiera un gracias. 

—Bunas noches señor, Smith.  —saludan mis padres al llegar.

—Buenas noches. —corresponde el saludo cordialmente

—Que gusto tenerlo por primera vez en nuestra casa, nos alegra que haya aceptado nuestra invitación. 

—Es un placer estar aquí. Gracias a ustedes por invitarme.

La cena transcurre con tranquilidad, mi padre y el señor Smith se unen en una profunda charla de negocios, en la cual intento poner la máxima atención posible para poder rescatar lo más importante de ella para un futuro. 

—Mi gran amigo Leonardo está ahora en Los Ángeles seguramente cerrando muchos contratos. 

Al escuchar su nombre mi postura cambia y mis alertas se encienden, cuando deje de reaccionar ante su nombre sabré que lo he superado por completo. 

—No tengo el gusto de conocerlo —menciona mirándome de reojo.

Claro que se conocen, si tiene mala memoria me alegra saberlo. Quisiera poder olvidarlo así de fácil.

—Cuando vuelva los presentaré, es una gran persona y un gran empresario. 

Y al parecer mi padre también tiene mala memoria.

—Si usted lo dice es por algo. —se limita a decir mi profesor. 

—Lo es, mi familia lo adora ¿No es así Mai?  

Me tenso por completo y la verdad no quiero responder a su pregunta, pregunta que me ha causado una bajada de emociones instantánea.

Lo adoro tanto que le llore días en silencio. 

Mayor que yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora