Cristales rotos

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No había amanecido y me había despertado mas temprano que de costumbre.

Eran las 5:32 am y ya estaba despierto.

Tal vez eran las ansías de lo que había pasado el día anterior.

El niño dormía tan ligero pero con un sueño muy pesado.

Tenía aun las llaves del auto de Diana y salí a buscar la ropa para el.

A esa hora ya habían tiendas abiertas.

Compré ropa que parecía de su talla porque ni eso sabía.

Y a esa hora fui a un puente muy cercano de allí a observar el mar.

Cuando empezaba a amanecer volví al hotel.

El pequeño ya estaba despierto.Le di su ropa y fue corriendo al baño preñado de emoción a probársela.

Cuando salió era increíble.Le quedaba bastante bien y parecía un niño de familia adinerada.

-Siii- gritó emocionado- ya podré competir.

No dije nada.Me daba gran felicidad verlo así.

-Oyee- me dijo mirándome- gracias de nuevo viejito gruñón.

-En serio, ¿tu también?

-Era broma- dijo riéndose- no te molestes.

-¡Argh!-exclamé sin hablar.

-Oye-dijo sacándome de mis pensamientos- ¿puedes llevarme hoy al parque a competir?

-Si- dije encogiéndome de hombros.

Sabía que tenia que hablarle de algo o mas bien preguntarle.

-¿Como te llamas?- pregunté.

-Dilan.

-Bonito nombre- dije  sonriendo- me llamo Jorge.

-Como el mono de los animados de antes- se empezó a reír a carcajadas.

Se quedó mirándome viendo que eso no me ponía nada contento y dejo de sonreír.

-Esta bien, perdón- puso cara de arrepentimiento- eres aburrido.

-¿Aburrido?- fruncí el ceño- me acabas de llamar mono.

-Ya te pedí disculpas,me voy al baño antes de que empieces a quejarte por todo.

Entró al baño evadiendo mis quejas pero llegó mi hora de calma....eran las 7:30,de la mañana claro.

Sentí como se abrió la puerta.

-Viejito gruñón- dijo como de costumbre.

-Hechicera.

-¿Como te lleva tu día aburrido?

-Como mismo te lleva a ti tu brujeria- dije riendo.

-¿Y tu canibalito?- dijo riéndose.

-Yo no soy un canibaaaaal- gritó Dilan desde el baño.

Hubo un silencio de varios minutos.

-Te lo comes- dijo insistente como siempre.

-¿Tanto apuro porque me coma tu veneno?

Sonrió,se volteó y se paró en la puerta.

-Maldigo tu desayuno- dijo marchándose.

Me había relajado sobre el sofá hasta que salió Dilan del baño.

-¿PERO QUE HAS HECHO?- pregunté asombrado.

Se había cortado el pelo,no estaba rapado,pero si estaba corto, ahora se alcanzaba a ver sus ojos de color verde y la piel casi perfecta de su cara,sin un rasguño,sin ninguna arruga.

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