¿Quien es Lían?

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-Dilan sal de ahí- dije hablando por el audífonos mientras corría en dirección a la salida del edificio.

Ninguna de las máquinas me atacaban gracias a Carl y las personas solo me miraban con rareza.

Cuando llegué a la entrada observé a Dilan corriendo,no tardé en incorporarme a su lado.

Volví a usar el audífonos pero esta vez no hablé,con Dilan o Carl.

-Tomás.

-Estoy en eso- fue lo único que dijo.

En menos tiempo de lo que esperé Tomás apareció en una furgoneta para escapar.Cuando miré hacia atrás divisé a Lían con un arma en la mano para hacer nada bueno.En lo que corría hacia la camioneta se sentían los disparos impactar contra el auto.Por suerte entramos en la furgoneta sin problema ninguno.

Tomás salió a todo motor de allí y por suerte ningun auto de La Línea nos alcanzó o siguió,raro pero cierto.

Antes de llegar a nuestro nuevo "hogar" por así decirle,noté a Dilan un poco raro y muy pálido.

-Dilan.

-Me duele- dijo quejándose.

-¿Que tienes?- desvíe mi mirada al suelo- es sangre.

Dilan volteó la pierna y tenia una herida de bala en la parte trasera del pié.Como si Tomás leyera mis pensamientos aceleró aún más en lo que yo presionaba la herida de Dilan para que no se desangrara.

Al llegar al refugio que teniamos de casa,subí a Dilan a mis brazos como aquella vez que lo cargué para entrar al hotel junto a Diana mientras el dormía.Pero ahora era distinto, aquella vez fue porque dormía esta vez puede morir.

Entramos corriendo y Tomás casi derrumba la puerta.Colocamos a Dilan en una pequeña camilla y el de la prótesis pidió que lo volteara cara abajo.

Como en esos clichés de peliculas o novelas,Tomás agarró un pedazo de tela y lo puso en su boca.

-Dilan esto puede doler un poco.

-¿Un poco?- dije casi en un grito.

-Gracias por la ayuda- se encogió Tomás de hombros volviendo a concentrarse en Dilan- cuando te duela solo muerde ese trapo con todas tus fuerzas.

Dilan asintió y miraba de reojo nervioso.Tomás sacó de un bolso unas pinzas y una botella que me imaginé que contuviera alcohol.Supe que estaba en la cierto cuando vertió el líquido en la herida de Dilan y este chilló y mordió la tela como si la odiara.

Ahora venía la parte menos agradable para Dilan.Tomás tomó las pinzas y con mucho cuidado las adentró en la herida Dilan gritaba y pataleaba.

-Jorge,agarra sus piernas- ordenó sin mirarme.

Agarré las piernas de Dilan lo más fuerte que pude y Tomás volvió a introducir las pinzas el chico volvió a gritar y muchas lágrimas corrían por su rostro.

-Ya casi- hablaba Tomás consigo mismo.

Entre nervios y gritos Tomás sacó las pinzas y en el medio de estas estaba la bala ensangrentada.Dilan le dió una mirada y como si su adrenalina acabara se desmayó.

-¿En serio Dilan?- preguntó Tomás como si el niño lo oyera- presiona aquí.

Vertió un poco de alcohol en un pedazo de tela que tuve que presionar contra la herida.En poco tiempo Tomás volvió y me ordenó retirarme.

Me fui a una esquina de aquella habitación a relajar mi tensión y observé a Tomás hacer algo con fuego que para suerte de Dilan no sintió porque estaba desmayado.

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