Nuevo Mundo

Gran parecido

-Cuando estés dentro vas a colocar esto en el sótano donde guardan la información- me dijo Tomás colocando el objeto similar a una USB en mi mano- esto va a evitar que detecten que se está sacando información.

-¿Y si lo detectan-  pregunté.

-No lo van a detectar- sonrió- porque estas sacando información desde una PC de La Línea,lo que vas a colocar en el sótano es para que no detecten a que PC esta yendo la información.

Tomás me sentó en una silla al frente de la máquina que tenía demasiadas agujas y me colocó la máscara por debajo de la camisa que llevaba puesta.Las agujas se acercaron a mi cara y empezaron a moverse.

Pensé que doleria pero solo eran simples toques.

-No abras los ojos- se escuchó la voz de Tomás- si no quieres quedar sin un ojo de por vida.

Las agujas se sentían por encima de mis ojos,sentia ganas de abrirlos no se el por qué pero lo queria hacer.

-Diana- llamó Tomás.

-Si- se sintió la voz de ella.

-¿Que te parece?

-Se te olvida que no puedo ver si tienes apagada la cámara de la PC- regañó.

-Cierto.

Se sentían algunos movimientos en la habitación pero no había abierto los ojos por la advertencia de Tomás.

-Por cierto Jorge- sentí su risa- ya puedes abrir los ojos.

-¿Ese es Jorge?- habló Diana.

-Si.

-No se nota la diferencia,se parece mucho a mi padre,buen trabajo.

El padre de Tomás había llegado en la mañana y estaba aún perfeccionando a su máquina.

Carl estaba saliendo de La Línea y iba a buscar al maldito diablo en persona:

Dilan.

-Carl se esta tardando demasiado- dijo Tomás impaciente.

-De seguro esta por.........

Los toques fuertes en la puerta silenciaron mi voz.Tomás se acercó a la puerta y sin comprobar si era Carl la abrió.

Carl entró con el chico que iba vestido con unas prendas un poco exageradas y tenía la cara cubierta con esas telas que usan los atracadores y no pude evitar estallar en una carcajada.

-¿Que se te hace tan gracioso?- preguntó Dilan.

-Que sigues siendo el mismo imbécil de siempre.

El chico me sacó la lengua y luego todo quedó en silencio pero no por mucho tiempo,un chillido me hizo pegar un salto del susto.

-Canibalitoooooo- se volvió a sentir la voz de Diana por toda la habitación.

-¿Podrías bajarle el volumen a las bocinas?- pregunté aturdido.

Dilan se quedó perplejo con mirada perdida.

-¿Diana?

-Si se que parece una locura pero esto es lo que soy.

-¿Estas muerta?

-No del todo.

El chico se quedó callado sin decir otra palabra.

-Necesito que ayudes a Jorge.

-¿En que?- preguntó asustado.

-Él te va a decir.