𝕾𝖊𝖗𝖊𝖓𝖉𝖎𝖕𝖎𝖙𝖞 || Harry Potter ||

|10| El Gato y el Ratón.

La noche anterior al comienzo de las clases Nathan buscó por todo el castillo a Harry, esperaba que gracias a las vacaciones haya tenido tiempo de pensar con claridad las cosas, no había respondido su última carta y el castaño estaba preocupado por el estado de su amigo.
Después de doblar varios pasillos lo encontró hablando con Wood, el capitán del equipo de Gryffindor, Nathan esperó a que terminarán de hablar para poder acercarse a Harry.

Cuando Wood se alejó del azabache, Nathan se acercó y tocó el hombro del contrario para llamar su atención, Harry se volvió y formó una pequeña sonrisa al ver a Slytherin.

-Hola Harry, estuve buscándote para saber cómo estabas.

Harry abrió un poco sus ojos con sorpresa y Nathan se percató del brillante collar de snitch que Harry posaba en su cuello.

-¿En serio?.- Harry hizo una pequeña mueca que a los ojos de Nathan era adorable.- Bueno, estoy bien, ya mejor.

-Es bueno saberlo, ¿cómo estuvieron tus vacaciones?.

-Pues estuve en el castillo con Ron y Hermione, no pasó gran cosa.- En eso Harry notó que Nathan llevaba puesto el anillo que le había obsequiado.- Wow, ¿lo llevas puesto?.- Preguntó tomando su mano para poder ver mejor la joya.

-Claro que lo llevo puesto, ¿Qué te hacía pensar que no?.

-Bueno... tienes demasiados anillos muy brillantes y pensé que el mío no sería la gran cosa.

-Tengo bastantes, pero este es el primero que me regala un amigo, así que le tengo aprecio.- Harry levantó su mirada algo sorprendido y sonrojado, en ese momento Nathan notó los bellos ojos verdes que poseía el azabache.
Nathan puso una sonrisa un poco burlesca.- Espera, ¿te pones a ver mis manos?.

Harry se sonrojo más y golpeó levemente su hombro.

-Te la pasas tronando tus nudillos, ¿Cómo no me hiba a dar cuenta?.

-Ya, era broma.- Dijo Nathan cubriéndose de los golpesitos que le soltaba Harry.

-Bueno, yo también tengo puesto tu obsequio.- Dijo señalando el colgante.

-Lo noté, te sienta bien el dorado, creo que elegí el obsequio correcto.- Nathan sonrió con orgullo y Harry sin darse cuenta se estaba encimismando en la sonrisa del contrario.

Los chicos caminaron por los pasillos del colegio, ignorando las miradas curiosas de los que creían imposible ver a una serpiente y a un león juntos, platicaba de sus vacaciones y Nathan mencionaba alegremente lo lindo que había sido la navidad con su familia, Harry bajó la cabeza, pensando en lo mucho que deseaba una navidad así.

-Mí familia es muy amable y pequeña, así que con gusto te invitaré a la próxima fiesta que tengamos, a ellos no les molestaría, al contrario, estarán felices de ver rostros nuevos.

Harry estaba sorprendido, la primera vez que conoció a Nathan le pareció igual a Draco, estaba feliz de haberse dado la oportunidad de conocer al Slytherin, por que sin duda era una gran persona y estaba dispuesto a ayudarlo, aveces se preguntaba si el merecía ese tipo de atención.

-No lo se, no quiero molestar.

-No molestas Harry, será divertido tener más personas en la casa y eres bienvenido cuando quieras.

-Muchas gracias Nathan.- Harry se sentía incómodo, no de mala manera, pero no sabía de qué manera agradecerle a Nathan por su compañía.- Cualquier cosa que ocupes o necesites, ya sabes a quien acudir.

-Lo tomaré en cuenta.

Harry le contó su navidad en Hogwarts y como uno de sus regalos había sido una saeta de fuego sin firma, la cual le había confiscado McGonagall para desmontarla y comprobar que no fuera peligrosa.