CAPITULO 5 || JI SOO: EL PRÍNCIPE

242 32 34
                                    




¿Estás preparado para nuestra quinta historia?

***

Muchas veces la nobleza contrata a los hijos de algunos obreros para convertirse en los amigos del heredero. Ese es el caso de Ji Soo. Sus padres, ambos fieles obreros de la corte, acceden a que su hijo socialice con el heredero al trono, lo cuál traería grandes beneficios a la familia.

No, no hay truco, el rey y la reina de entonces eran los gobernantes más benevolentes de la región, la familia de Ji Soo y la de ellos eran realmente muy buenos amigos. Si la sangre no fuera importante seguro y compartirían el mismo status, pero sí que importaban las raíces y sí que importaban las apariencias.

Sin embargo, eso para el pequeño Ji Soo y el joven heredero nunca fue un impedimento. Aunque, claro, al principio fue una amistad forzada, poco a poco fueron encontrando muchas similitudes en el otro, como cuánto amaban la carne guisada o ver las ranas saltar en el arroyo, entre muchas otras.

Ambos crecieron hablando de lo mucho que ansiaban ser el rey y su mano derecha, incluso si el heredero sabía que su profesión era impuesta, pensaba que si estaba su mejor amigo a su lado nada podría salir mal. Eso es lo que muchos de nosotros pensamos ¿cierto?

De pronto, una rara enfermedad llegó al palacio, muchos se contagiaron y muy pocos se recuperaron y, entre los cientos de víctimas, murieron el rey y la reina. Todo el pueblo quedó de luto, frustrado, agobiado y confundido, y el pequeño príncipe de 12 años quedó devastado.

El hermano del rey tomó la batuta, volviéndose el nuevo rey, mientras el heredero legítimo se terminaba de formar en sus deberes de la corte. Al cabo de tres meses todo el palacio cambió; para que el heredero se formara bien y estuviera listo en su cumpleaños número 21, comenzó a recibir clases privadas dentro de su cuarto y se le prohibió salir del palacio, de esa manera nadie podría nublar su juicio.

Nadie fuera de la corte conocía el rostro del primer príncipe, solo podían rezar para que el príncipe se convierta en un rey benevolente como sus padres. Y Ji Soo, pobre Ji Soo, ya no pudo ver más a su amigo.

O eso pretendían dentro del palacio.

Ji Soo siempre pareció un joven tranquilo frente a sus padres y los otros miembros de los obreros de la corte, pero en realidad solo mostraba sus verdaderos colores con su mejor amigo, era un niño travieso, rebelde y astuto.

Hacían travesuras por aquí y por allá, quebrando una que otra ventana en el proceso, entonces no era de sorprenderse que ambos, el príncipe y él, se siguieran viendo incluso con las prohibiciones.

Si no era Ji Soo el que subía hasta su habitación, era el príncipe quién se disfrazaba de obrero para visitar a su amigo en el pueblo, al fin y al cabo, nadie conocía el verdadero rostro del príncipe.

---

Ji Soo cumplió 21 en el invierno, y por mandato de la corte, todos los hijos cercanos a la familia real se enlistarían en el entrenamiento para 'caballeros de la corte' a partir de la primavera.

Dentro del palacio ya estaban alrededor de 30 jóvenes varones, listos para empezar su entrenamiento como 'caballeros'. Ji Soo estaba con ellos, hasta el final de las líneas, nervioso, pero decidido.

De repente una voz suave y melódica le dijo al oído:

-¿Nervioso?- Ji Soo se espantó y volvió a ver rápidamente, un joven de piel morena y una contagiosa sonrisa lo miraba mientras se reía, era el príncipe, vestido como campesino, nuevamente. El muchacho pudo recuperar el aliento.

-¿Q- qué haces aquí?- preguntó aún sorprendido -Este no es un lugar para ti-

El muchacho se le recostó en el hombro. -Mmm, es que me aburría- respondió y volvió a reír. Entre risas forzadas, Ji Soo intentaba quitárselo de encima antes que los descubrieran.

Cuentos de una hermosa juventud (SEVENTEEN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora