CAPÍTULO 7 || MIN GYU: EL HOMBRE LOBO

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Buenas noches, querido lector, esta vez hemos regresado a la tienda del té, se debe a que esta historia se relaciona directamente con la tienda, ¿estas preparado para leerla?

Nuestro protagonista esta vez, tiene un secreto por ocultar, pero tarde o temprano explotará en su rostro. Como siempre, pueda que te encuentres con algún corazón roto, pero debo asegurarte que todas las historias tienen un final feliz.

Sin más que agregar, comencemos.

***

Era una hermosa mañana de abril, la tienda de té se había tomado unas vacaciones, dentro de ella todo parecía estar muy tranquilo. Esta pequeña tienda es una casa casi a las afueras del pueblo, de fácil acceso para los ciudadanos, pero también para los turistas; no le digas a nadie, pero frente a ella están los primeros metros del bosque, por lo que las criaturas místicas también están invitadas.

De madera gruesa y dos plantas; en la planta alta solo está el cuarto del dueño, un pequeño ático dónde la luz del sol naciente es lo primero que se ve, y en la planta baja está la tienda, la mitad conformada por las mesas y la barra, en la habitación de atrás está el almacén, que también tiene una pequeña puerta, como una puerta de emergencias.

El almacén guarda las diferentes hiervas y frutas para los tés, pero también postres, pan y todo tipo de abarrotes, Myung Ho a veces guarda libros, abrigos, sombrillas e incluso mantas por si algún cliente los necesita. Sin embargo, justo esa mañana, el almacén no solo guardaba lo habitual.

Myung Ho despertó temprano, como rutinariamente lo hace, y se dirigió al almacén para hacer el inventario, lo que suele hacer en sus días libres. Antes de abrir la puerta escuchó quejidos desde dentro, el dueño se preocupó ¿qué podría ser? ¿Se metió un gato por la noche? ¿Será Moon Jun que necesita un favor? ¿O, finalmente, Ji Hoon echó a Soon Yeong de su casa y no tuvo más alternativa que regresar a la tienda de té? Oh, Dios, Myung Ho tembló, parece que esa última opción es la más problemática.

Abrió la puerta con temor, y se encontró un desastre con las repisas, todas las clasificaciones echadas a perder, las bolsas de pan a medio comer, los abrigos desparramados por el piso, y en medio una figura cubierta con las mantas.

—¿Qué clase de rata gigante podría causar esto? — El joven de lentes pensó para sí.

Volvió a escuchar los quejidos, provenían de debajo de la manta, con mucha cautela y valentía, Myung Ho se ajustó su bata, y se acercó a ese lugar, respiró una vez y tomó con su mano el pedazo de tela, levantándolo con velocidad.

Debajo de él había un joven moreno, de apariencia fuerte, despeinado, con la ropa sucia y desgastada, dormido profundamente.

En asombro, el dueño de la tienda se tapo la boca, para no hacer ruido o para contener su espanto, en ese momento no estaba seguro cuál era la razón. El joven dormido poco a poco comenzó a recibir la luz sobre su rostro, lo que lo hizo despertar.

Lentamente abrió sus parpados, descubriendo unos ojos marrones, el muchacho comenzó a intentar reconocer el lugar a donde estaba, y cuando notó a la figura alta y delgada frente a él, se asustó y retrocedió, golpeándose contra una de las repisas y terminando de despertar.

El dueño también se asustó con el ruido del golpe y levantó la voz:

—¡¿Se puede saber quién eres y qué haces acá?! —

El muchacho se levantó nervioso y comenzó a limpiarse la ropa, mientras hacía reverencias.

—Ah...yo-...yo...— titubeaba. Pronto empezó a buscarse en los bolsillos, encontró un papel y lo extendió. —¡Sí! — exclamó —¡Vengo por la oferta de empleo! —

Cuentos de una hermosa juventud (SEVENTEEN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora