CAPÍTULO 2 || SOON YEONG: EL CAZADOR

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Querido lector, gracias, una vez más, por abrir nuevamente la puerta a este mundo fantástico, dónde podrás aventurarte en lugares que jamás imaginaste, llenos de alegría, esperanza, paz y, sí, una que otra desilusión, aunque no te preocupes, te puedo asegurar que todas las historias tienen un final feliz, lo juro con mi corazón.

Estas apunto de leer la segunda historia, de trece. Esta vez te hablaré de un chico humano, quien tiene un corazón valiente, dorado y, sin embargo, puro. La pista del día de hoy es su energía y su apego ¿estás listo para conocerlo? Comencemos, juntos, a descubrir qué tiene para nosotros...

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Esa mañana, Myung Ho, el dueño de la tienda de té, se despertó temprano, a pesar de la nevada repentina de la madrugada; a penas se notó el crepúsculo en su ventana y bajó al salón principal. Como todos los días, comienza a limpiar religiosamente su tienda, primero la alacena, luego las mesas y por último la cristalería.

Aun limpiaba la primera ronda de tazas, cuando vio por la ventana la escena más increíble que sus ojos han visto en toda su vida: un muchacho de entre sus veintes, portando tan solo un pantalón y botas acolchadas, mostrando su torso en medio de la nieve, cabalgó sobre un enorme tigre, hasta llegar a la puerta de la tienda, dónde se bajó, acarició a la bestia, le dio un beso en la frente y esta se sentó.

Myung Ho a penas y pudo sostener la taza que se le deslizaba de sus manos mientras veía tan asombroso suceso, hasta que lo despertó la campana de la puerta de la tienda. El chico semi desnudo caminó hasta la barra y se sentó a la mesa, mientras sonreía.

El dueño de la tienda lo vio de arriba abajo, extrañado, mientras pensaba que era el ser humano más extraño que ha conocido.

-¡Una cerveza, por favor!- gritó emocionado el invitado.

Myung Ho parpadeó dos veces, se ajustó las gafas y arregló su garganta.

-Es una venta de té, respeta por favor... y vístete-

-¿No tienes cerveza?-

-Son las 5 de la mañana, ¿tienes alguna clase de conciencia? -

-¿Entonces no?-

-En mi tienda solo servimos bebidas hechas a base de hiervas... curativas, relajantes, perfuma...-

-La malta es una hierva- El muchacho de la sonrisa lo interrumpe

-Es un cereal.- Dice, determinante Myung Ho

-Qué decepcionante, dame... lo que sea que tengas-

-¡Son las 5 de la mañana!- grita molesto el dueño

-¡Qué pésimo servicio!- exclama entre risas el extraño comensal.

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Myung Ho suspira, mientras sirve dos tazas calientes de té de flor de Scullcap, y se sienta a la mesa con él. Lo mira de reojo, mientras este le da un primer sorbo a la taza, se quema y luego exclama:

- ¡Está fuerte, ¿no?!-

-Lo descubriremos en 30 minutos- sonríe maliciosamente, el barista.

El chico continúa bebiendo, quemándose un par de veces más, mientras Myung Ho lo sigue analizando, rápidamente nota un collar particular colgando sobre sus clavículas, son 3 colmillos pulidos, intercalados con piedras de ónix: este chico es del clan de cazadores de la aldea, y no es cualquier participante, es el hijo del líder.

¿Qué hace a esa hora en la tienda? ¿No debería estar preparándose para la caza de primavera?

Myung Ho vuelve a ver hacia afuera de la ventana, y el tigre esta durmiendo, con la cabeza recostada sobre sus patas, parece ser un tigre viejo -¿Cuánto vive un tigre?- se preguntó en la mente el dueño de la tienda de té.

Cuentos de una hermosa juventud (SEVENTEEN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora