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- Apágalo amor. - dije bufando y moviéndome plácidamente en toda la cama porqué efectivamente las 3:30am no es una hora prudente para levantarme.
- Ya está, me voy gorda. - dijo Rodri y trate de abrir lo más que podía mis ojos, dándome con la imagen de él al lado del espejo y con su maleta en la mano.
- ¿Estás seguro que te tenés que ir?
- Gorda, sabes que es un evento re importante.
- Bueno bueno, ya no insisto más, cuídate mucho ¿si? y ya que no voy con vos no me extrañesss - le dije, estirándome para darle un pico y tirándome otra vez porqué morsa siempre.
- Está bien está bien, ¿me prestas tu auto?, ni a palos pago por un taxi hasta el aeropuerto.
- Agarrá las llaves, las dejé en el platito ese de la entrada, ¿te lo paso?
- No no, ya voy de salida, bueno, ahora si, te aviso apenas pase los controles, no subas al perro a la cama eee, te amo, chau. - dijo y escuché cómo sonó lo bastante fuerte la puerta de la habitación y continuamente la de la entrada.
Bueno a mimir que aún me quedan 5 horitas.
- Vení Bo. - le dije a mi perro, que bien obediente se subió a la cama, acomodándose al ladito mío y abrigándome porque posta el clima está horrible, no se imaginan que es levantarse con rinitis en plena humedad del orto y bue, que Rodri se curta, necesito a mi perro calentito durmiendo conmigo.
Me quedé lo bastante dormida y felizmente en todos estos días que llevamos recién mudados no he tenido ni una sola pesadilla, que posta lo agradezco, el hecho de tan sólo incomodar a los demás con eso me genera una molestia conmigo misma, a pesar de intentarlo millones de veces con la terapeuta es algo que simplemente no lo controlo y ese simple hecho me descoloca un montón.
La puta madre, ¿Quién llamá?
- Amiga, ¿a que hora pensás venir?
- ¿Qu... - estaba diciendo pero ni pude terminar una sola oración ya que se me salió un bostezó.
- ¿Recién te levantas Sol? Estamos a minutos de empezar la clase pelotuda, vení de una vez.
- No, no quieroooo. - le dije a Ludmi, lloriqueando obviamente, mientras que me me movía de una lado hacía el otro porqué me está dando toda la luz en la cara, Rodrigo dejó las cortinas abiertas.
déjenme matarlo por favor.
- Cámbiate y vení pelotuda, si ya no viajas es al pedo que faltes, a parte ya te guarde el asiento de al lado, así que apuraté, chau. - dijo Ludmi colgándome en un tonito bastante amenazador, así que con TODA LA PAJA DEL MUNDO tuve que levantarme de la cama.
