11. Charla.

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22 octubre 2022

- ¿Solci? ¿Estás aquí sobri? - escuché que llamaron, y SINCERAMENTE no quise ni moverme de la cama; sigo en una condición deplorable, PERO, es otro día y DEBO YA, es necesario. - Sobri...

- Hola madri. - murmuré al verla en la marco de la puerta con una expresión en su cara que sé que siente tanto tristeza cómo lástima por mi persona. - Te juro que ya me iba a levantar, estoy bi...

- Me decís eso desde hace días nena. - dijo, y yo tan solo me pase lentamente la saliva y traté de inventarme alguna otra excusa o algo en la cabeza, pero ya no puedo, va, al menos a ella ya no puedo mentirle con como me siento; no pude aguantar ni 3 minutos el hecho de sentirme sola luego de todo así que llame por lo que sin dudarlo se tomó el 1er vuelo de regreso a Argentina.

Y no sé cómo sentirme al respecto verdaderamente, hizo de todo para estar acá conmigo, haciéndome sentir una verga y carga tanto para ella como a su familia porqué no debí de cagarle las vacaciones, pero ellos me juran y perjuran que es todo lo opuesto y... la verdad es que estar con ellos estos días me ha servido y mucho, es imposible describir con palabras lo tan agradecida que estoy con estas personas.

- Te traje para que desayunarás.

- Gracias madri... - murmúre sentándome en el respaldo de la cama por lo que ella me pasó un platito con un par de medialunas rellenas caseras y algo de fruta; típico desayuno dominguero del abuelo, reconozco sus masitas. - ¿Qué tal la pasaron? - dije, no sin antes observarla y notar cómo le cambió en un instante la cara con esa mueca que me dijo mucho, demasiado creo yo, la conozco de toda mi vida.- ¿Discutiste?

- No hija, discutir nada, solo hablé con mi mamá y Danielita, aclaramos un par de cositas nomás.

- Mart...

- Marta nada amor, sos mi ahijada, prometí estar con vos y defenderte cómo tu mamá lo haría, solo cumplo con eso. - dijo y yo me quedé callada, dándole un mordisco a mi medialuna favorita, tratando y pensando en tragármela porqué les mentiría si les dijera que he comido algo más que galletas y agua en estos días. - Tu papá no fue... justo nos lo encontramos en el patio... y... creo yo que ya es hora... quiere hablar con vos hija.

- Es que... es que no sé madrina, no sé si quiero.. - murmuré encogiéndome de hombros para luego sentir cómo pasó su brazo al rededor mío y sobarme los hombros. - Siento que los estoy cargando mucho a vos con mis problemas, ahora a él... no quiero ocasionar más discusiones y altercados en la familia, dejemos el tema ahí nom...

- Escúchame Sol, somos tu FAMILIA y no sos una carga ni para mi ni para tu papá, sos... la niñita de sus ojos Solana, a él le duele verte así y no estar para vos, al menos quiere saber de tu propia boca cómo estás. - dijo, pasándome el pelo detrás de la oreja por lo que yo me mordí lo bastante fuerte los labios y me tape los ojos evitando el hecho de llorar cómo lo vengo haciendo desde hace un par de días. - No quiero justificarlo por callar y no decir nada, ya le dije y fui clara en lo que me pareció toda la situación, pero él es varón y lo de entender no se le da mucho, menos el ver y entender la maldad de nuestro propio hermano, su mujer y su hija; tuvo que pasar esto para que por fin le cayera la ficha y vea lo tan mierda e interesados que son con nuestros viejos.

- Daniela... me... me dijo que estaba tomada. - le dije en un murmuró por lo que mi tía me negó con la cabeza y yo tan sólo traté de recordar las palabras de mi prima en la llamada que tuvimos, que uniendo cabos ahora supongo que habrá sido luego de hablar con ella, cosa que la llevó a disculparse y también a decirme que le apenaba todo lo sucedido con sus mejores amigos y que al igual que yo, ella no sabía absolutamente nada...

Hilo Rojo - Paulo Dybala, Madison BeerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora