9. Demencia.

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- Estoy esperando tu respuesta, ya no puedo seguir con esto, posta no puedo, es... es un montón, no me gusta mentirle y menos con lo que estoy viendo ahora... - Escuché, lo bastante lejos para ser sincera, pero luego de un rato de moverme en la cama me cayó en que ¿es una voz de mujer?.

Ayyy verdad, estoy de piyamada viendo películas con Emi, DIOS, dejamos el televisor encendido y TODO FUE UN MAL SUEÑO creado por las pastillas antigripales.

- ¿Emilia? - dije sentándome en la cama y sobándome los ojos lo bastante confundida al ver que está todo iluminado, ¿Qué?. - Emi, ¿sos vos?

- ¿Quién más va a ser densa?, estoy en la cocina, ya voy. - dijo, por lo que suspiré lo bastante fuerte agarrándome el pecho.

Otra vez volvieron las pesadillas y los sueños muy flasheros, les juraría que me acabo de soñar, que pasó algo con Rodrigo y nos peleamos, cuando en realidad está a miles de kilómetros en esa feria laboral en COLOMBIA con 50 mil reuniones de trabajo, realmente soy una boluda.

- ¡Aquí estoy!

- ¡No te aparezcas de la nada boluda!, casi me matas del sus... susto. - le dije y casi al instante terminé bostezando por qué aún tengo sueño, una paja realmente, al parecer ya estamos de día, solo espero que no sea tarde, hoy tengo capacitación en el laburo y... ¿mi celular? ¿Por qué no ha sonado mi alarma?, estoy segura de que antes de dormirme la active y luego lo dejé en mi mesit...

- Che, ya se regresó el bolu... Rodrigo ¿No?... - dijo Emilia DE LA NADA, por lo que me fue inevitable no mirarla lo bastante asustada y literalmente tragar mi saliva mientras que buscaba mi celular entre mi manta, me acaba de venir un flashback a la cabeza que elijo no creer en estos momentos. - Digo, están ahí sus cosas, eso no estaba temprano... TU CARA, NO ME DIGAS QUE ACABA DE LLEGAR DE SORPRESA Y LE CAGUÉ TODO. - chilló, por lo que me estiré un poco para comprobar que lo que decía era verídico.

Y si, efectivamente, estaba ahí sus cosas, así que no, nada de lo que soñé fue algo que se inventó mi cabeza, si no, todo verdaderamente pasó, y los recuerdos ahora los tengo más presentes de lo que quisiera.

- No... no cagaste nada, tranquila que ya lo sabía. - Murmuré, quitándome la manta y pasándome las manos por la cara, simplemente es increíble todo esto.

- Entonces, ¿nos dará la manito hoy?, mientras más ayuda m...

- Eee... no creo que lo haga, discutimos y... y... nada. - dije, por lo que ella me hizo una mueca con la cara y yo traté de hacerme bien boluda mientras que me levantaba de la cama para luego verme al espejo mientras que trataba de hacerme una colita alta y evadir cómo pueda el tema.

- ¿Pasó algo? - dijo, leyéndome casi la mente, por lo que me giré a verla y me miró lo bastante asustada. - ¿Algo malo?

- Nop, de hecho pasaron otras cosas. - dije atándome el pelo con una liguita para salirme lo más rápido posible de mi pieza porque esta piba, me descifra muy rápido y por mi propio bienestar elijo la demencia. - Me renovaron el contrato y me ascendieron junto a Valen, así que no estaremos de desempleados.

- ¡¿Qué?! ¡¿Por qué no me avisaste boluda?!, estoy muy feliz por ustedes. - chilló deteniéndome justo cuando tenía el celular en mis manos, que para mi sorpresa no había absolutamente un mensaje y mucho menos algo por parte de Rodrigo, cosa que agradezco, agradezco que esté tomándose el tiempo para que piense, reflexione y no sé... arregle sus ideas. - Viste que si te quedarías densa, te dije, ten al menos un poco de positivismo que sos capaz de lograr muchas cosas.- dijo, para luego abrazarme por lo que traté de no quedarme dura, cómo casi siempre me pasa cuando me muestran un mínimo de afecto y correspondiéndole por qué realmente necesitaba esto, sentirme apoyada, tan solo está pequeña muestra me está haciendo feliz en estos momentos. - Ya deberíamos estar brindando densa.

Hilo Rojo - Paulo Dybala, Madison BeerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora