Capítulo 6

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En la tarde persefone ayudaba a su mamá recogiendo los fresas de los arbustos muy contenta y aliviada porque su mamá jamás se enteró de su ida al lago el día de ayer. Al estar recogiendo los frutos Demeter se acerca con una mirada traviesa arrojándole una fresa para sacarla de su mundo pues la veía en las nubes. La chica al sentir el golpe de la fresa regreso a la tierra mirando a su madre, quien ponía cara de no haber visto nada. Luego de eso, persefone decidió fingir no creerle el show a su mamá y ya mirándola disque desprevenida Demeter le lanzo otra fresa en la espalda, fue entonces, que la chica se volteó lanzándole fresas a su mamá iniciando así una guerra de comida o bien, en este caso una guerra de fresas.

Después de ese juego, ambas diosas terminaron cubiertas de residuo de las fresas estrelladas contra su cuerpo, vestidos y cabello, estaban hechas un desastre, mas aparte sus prendas se ensuciaron de tierra. Con el cuerpo pegajoso Demeter muy sonriente se acerco a su hija abrazándola y llenándola de besos, pues, así es ella, podía ser dura y recia pero tenía sus momentos alegres en los que jugaban toda la tarde.

Se supone que con las fresas haría un pastel pero bueno ya sería para otra ocasión. Las damas llegaron a bañarse en un rio cerca de su casa, pasaron la tarde refrescándose en ese relajante lugar, por su lado, Persefone flotando en el agua mirando las estelas en morado, azul y rosa de ese bello atardecer. Después de su baño, las diosas salieron del rio colocándose sus prendas para emprender camino a su hogar.

Al día siguiente, Persefone le pregunto a su mamá si podía ir a los prados a recoger flores, una actividad habitual de la chica. Su madre aceptó diciendo que la quería de regreso para antes del almuerzo. De ese modo, la joven salió de su casa camino a la pradera, hoy no la acompañaban las ninfas pero no dudaba en encontrárselas en el trayecto allí.

Llegando allá comenzó recogiendo varios tipos de flores de diferentes formas y colores, también se acercaba a aquellas con tallo débil o roto, restaurándolas con su poder. Llevaba unos minutos entre el pasto y flores que se dio cuenta de que el ambiente se sentía extraño, no sabía si era el cielo, el viento, los árboles, no sabía describirlo pero sentía el ambiente muy extraño. Esa sensación no cambiaba, al contrario, se hacía más presente, el viento no dejaba de soplar con suspenso, alarmándola un poco pero al final pensó que eran tonterías suyas "seguro me siento así porque estoy sola, sí, eso debe ser" pensó negando con la cabeza. La chica ignoro aquello continuando con su rutina hasta que logró distinguir unos narcisos muy hermosos, sin pensarlo dos veces se acerco a estos recogiendo algunas flores y aspirando su suave aroma.

Al regresar la vista a los demás narcisos se asombro demasiado al verlos marchitos, no tenía sentido, estaban bien ¿Cómo se marchitaron así de la nada? En ese momento, sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal, una energía muy densa y extraña estaba ahí cerca de ella. Lentamente, levantó la mirada topándose frente a frente con el responsable de su temeroso estado.

Y ahí está el dios de los muertos, delante de ella mirándola finamente, la chica al verlo se quedo muda, no pudo gritar, no pudo decir nada, como si sus cuerdas bucales se desconectaran, su habla y grito se ahogó en su garganta. A la vez , lo miraba sorprendida , pues , nunca había visto un hombre tan cerca, solo a los humanos en las ofrendas a su madre pero él no era un humano , él es un dios pero no sabía quien era solo tenía claro que le daba miedo. El ser frente a ella vestía sus prendas oscuras y largas, su cabello largo y ébano, tez tan blanca como la de un muerto e intimidades ojos rojos carmesí, sobre su cabeza descansaba una corona de picos color beige, espinas y rosas negras. La diosa aun muy intimidada por el fuerte semblante de ese ser se puso de pie dejando las flores en el suelo, ahí mismo, logró despertar su habla tratando de romper esa lucha de miradas.

---¿Quien eres tu?

El dios ladeó la cabeza sin dejar de mirarla.

---Mi nombre es Hades. Soy el dios de la muerte y rey del inframundo.

La Muerte y la Primavera| Un Amor RealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora