La Muerte y la Primavera| Un Amor Real

Capítulo 20

Demeter se tomo el dia libre para convivir con Persefone , ambas planearon hacer pastel de yogurt con fresas, una receta que ellas hacían cuando su hija era una niña y volver a hacerlo le traía muchos recuerdos. Para suerte de persefone , su madre invito a sus tias ,por lo que aprovecharía para preguntarle a su tia Dita si ha sabido algo de Hades.

Su madre ya tenía todo listo , solamente ocupaba fresas y envió a Persefone al prado ,únicamente, al prado a recolectar flores. Asimismo, la joven se fue a los arbustos de fresas a traer las de mejor apariencia. Para el pastel no eran necesario tantas pero la diosa siempre lleva de más por gusto , en las tardes le gusta comerse unas como aperitivo. Luego de unos minutos, al llenar la canasta , regresó a su casa y al estar apunto de abrir la puerta escuchó las voces de sus tias , debieron llegar hace poco, antes de entrar como loca y abrazarlas escucho su conversación:

"Debiste haber ido a la fiesta en memoria de Dionisio, sólo hacías falta tu y Persefone , así los dioses la hubiesen conocido".

"¿Y porque en nombre de Gea es importante que la conozcan? aparte, ninguna tiene lugar ahí, el Olimpo no es nuestro hogar".

"Hermana, debes saber que las cosas ya no son como antes, todos convivimos en perfecta armonía , incluso Hades se quedó a la fiesta después de ser liberado de ese hechizo e hizo las pases con Zeus".

"Maldito Zeus, creo que en el fondo no me extraña que le hiciera eso pero ya no insistan , si nuestra madre Rea se hubiese presentado tampoco vamos"

"Demeter, ya no puedes seguir decidiendo por Persefone , ella ya es una mujer , no una niña. Dime, la granada que Hades te dio no se la entregaste ,¿verdad?"

"Dita , te quiero pero si vienes con esa aptitud , te dejaré de invitar a mi casa y no , no se la di , ni se la daré. Por lo que , si no es problema me gustaría que ya no mencionen a Hades , Persefone llegará en cualquier momento y no debe saber nada él".

Persefone sabía de la fiesta en memoria de Dionisio, no conocio a su hermano pero por las historias que ha escuchado era la alegría encarnada en un dios. Sinceramente, ella sí quería ir pero su madre no lo aprobó , también le daba curiosidad conocer a los demás dioses , mas aún , con el cambio de mentalidad y de reglas que hicieron , le alegra que los hermanos arreglaran sus diferencias y que Hades ya no este atado por la maldición al inframundo. Respecto a la "granada" , efectivamente, su madre no le ha entregado nada , aparte, ¿Qué es una granada? ¿Hades le dio eso al irse? Si él le entrego ese objeto a Demeter para que se lo diera a ella es porque debe ser importante , de seguro se deshizo de eso, ¿Cómo se le ocurre a Hades pensar en dársela a su madre si sabe como es? ¿En qué estaba pensando? De igual forma, hay algo que le hace pensar que no la tiro , ella dijo "no se la di y no se la daré" , así que la escondió.

Descubrir este secreto le hace encender el faro de su esperanza, Hades le mandó algo y no sabe porque pero siente que es muy importante. No le extraña que su madre se la oculte, en todo este tiempo ha intentado lavarle el cerebro para que olvide con odio a su amado Dios. No importa donde la oculto , si la mandó a otra tierra lejana o la lanzó al mar , ella encontraría el obsequio de Hades.

Entró llamando la atención de las mujeres en la casa , sus tías se acercaron a abrazarla , si mal no recuerda, no se han visto en 4 meses , los mismos que ella tiene de regreso. En toda esa tarde, terminaron el pastel y cenaron en total tranquilidad, compartieron sus tristes historias sobre lo ocurrido en el Olimpo ,como uno a uno los dioses caían en debilidad , sin energía y sin poder. Les hablaron de lo difícil que fue decirle adiós a Dionisio y de lo espantoso que fue dejar de oir a los humanos , ellos sabían que si dejabas de escuchar sus oraciones , era el fin. Por un lado, Demeter no demostraba mucha empatia con lo sucedido, ella ocasionó ese desastre por su hija, uno creería que se arrepentiria pero no , su rostro no reflejaba algo parecido , sólo indiferencia. Por otro lado, quien sí se compadecía y se lamentaba profundamente es Perséfone, escuchar esos testimonios le arrugaban el corazón, se sentía responsable de todas esas atrocidades.