𝗠𝗶 𝗣𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿 𝗔𝗺𝗼𝗿; Billy Hargrove

𝟎𝟓| 𝙲𝚘𝚗𝚜𝚞𝚎𝚕𝚘 𝚎𝚗 𝚎𝚕𝚕𝚊

Los niños estaban muy alterados. Habían perdido a D’art o se había escapado, y Dustin estaba muy triste. Pasaron todo el almuerzo buscándolo por las esquinas, pero no tuvieron suerte. La preocupación se reflejaba en sus rostros, especialmente en el de Dustin, que no podía ocultar su angustia. Mike tuvo que irse a mitad del día porque Will había tenido un ataque, y todos sabían lo que eso significaba. La tensión en el aire era palpable.

Saanvi no tenía ganas de entrar a clases. Nancy había empezado a faltar y no sabía el motivo. Casi no habían hablado desde la última vez, y eso la inquietaba. Cuando terminaron las clases, no dudó ni un segundo en ir a buscar a su amiga a casa, pero no estaba. Karen, la madre de Nancy, le ofreció esperar, asegurándole que no tardaría.

Después de varios minutos, sonó el timbre de la casa. Karen abrió la puerta mientras Saanvi esperaba en la sala. Arrugó el ceño y paró bien la oreja al escuchar una voz conocida. Se asomó por la ventana y se quedó sorprendida cuando vio a Billy. Este tenía una sonrisa grande que dejaba ver sus dientes perfectos, y estaba haciéndose el interesado frente a Karen.

Eso no le estaba agradando a Saanvi, al contrario, la estaba poniendo celosa. Ayer habían pasado toda la tarde juntos y verlo coquetear con la madre de su amiga no le parecía bien.

—¡Saanvi querida! —exclamó Karen, llamando su atención.

Billy se quedó con la boca abierta al escuchar el nombre. Hasta la sonrisa se le borró cuando la vio asomarse.

—¿Puedes acompañar al chico a la casa de Will? Está buscando a su hermana —añadió Karen.

Saanvi asintió, aunque por dentro sentía una mezcla de celos y confusión. Se acercó a Billy, quien la miraba con una expresión que no podía descifrar. Sin decir una palabra, ambos salieron de la casa y se dirigieron hacia el auto de Billy. El camino hacia la casa de Will estuvo lleno de un silencio incómodo, roto solo por el sonido del motor y el murmullo de sus pensamientos.

—¿Qué estabas haciendo aquí?

Saanvi, tratando de mantener la calma, respondió:

—Estaba esperando a Nancy y ¿tú?

—Busco a Maxine —añadió él, observándola con atención—. ¿Estás molesta?

—No, ¿por qué debería? —respondió Saanvi, encogiéndose de hombros. Billy sabía que había sido un idiota en ese instante—. Puedes coquetear con quien quieras, de todas maneras no somos nada…

Aunque Saanvi intentaba ocultar sus sentimientos, estaba claramente molesta. Billy, podía percibirlo. Cuando llegaron a la casa de los Byers, las luces estaban apagadas. Saanvi sintió una punzada de preocupación, ya que Mike había estado allí desde la tarde, pero ahora la casa estaba vacía.

Frunció el ceño al ver salir a Steve. Cualquiera se preguntaría qué estaba haciendo allí, pero Saanvi lo sabía perfectamente.

El rubio se acercó lentamente, quitándose la chaqueta con un movimiento decidido.

—¿Estoy soñando o eres tú, Harrington? —preguntó, su voz llena de incredulidad.

Steve, con una sonrisa despreocupada, respondió:

—Sí, soy yo. No mojes tus pantalones.