-Capítulo 7- El hermano perdido

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No me lo podía creer. ¿Cómo podían llegar tan lejos atentando contra su propia hija? Ahora entendía su abandono y sus maltratos psicológicos. Mi ropa y zapatos de segunda mano hasta que empecé a trabajar y luego cobrarme un alquiler para vivir en su casa. Estaba tan desconcertada con lo de mis abuelos que no oía a Aless llamarme, sentí una mano en mi rodilla. Salí del shock.

-Nena, llevas horas mirando la pared.- dijo Aless.

-¿Qué?- pregunté confusa. Aless me puso una mano en mi mejilla derecha.

-¿Quieres hablar?- preguntó Aless.

-La verdad es qué no.- dije triste. Me levanté del sofá. -Voy a correr un poco en el gimnasio.- dije.

-Vale.- dijo Aless susurrando.

Me dirigí a la habitación de Aless y me puse ropa deportiva. Me dirigí al gimnasio de su casa y me subí a la cinta de correr.

Empecé a correr y cada vez aumentaba la velocidad hasta que no pude más

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Empecé a correr y cada vez aumentaba la velocidad hasta que no pude más. Detuve la cinta y dejé de correr. Me quedé mirando un saco de boxeo y empecé a darle puñetazos, sabía que tenía que ponerme unos guantes pero parecía no sentir ningún dolor.

No sé en qué momento pero Aless me detuvo abrazándome acorralando mis brazos con los suyos. Me derrumbé cayendo al suelo y empecé a llorar desconsoladamente. Aless no me soltó por nada del mundo.

-Tranquila, todo saldrá bien.- dijo Aless susurrándome en el oído.

No paré de llorar hasta que empecé a sentir que mis ojos pesaban. Senti como Aless me cogía en brazos como una princesa y me llevó a la cama. Me tapó con una sábana y me dejó durmiendo.

POV'S ALESS

Después de saber lo que habían hecho sus abuelos, Andie se quedó en shock, estuvo horas mirando a un punto fijo aguantando toda su furia hasta que se derrumbó con el saco de boxeo. Me puse a trabajar en el ordenador cuando de repente llamaron al timbre. Me levanté y abrí, eran mis padres.

-Me acabo de enterar.- dijo mi madre abrazándome apenada.

-Sí, nunca creí que llegarían tan lejos con su propia hija.- dije.

-¿Y Andie?- preguntó mi padre preocupado.

-Está durmiendo, lo está pasando muy mal.- dije preocupado.

-¿Se sabe algo de su hermano?- preguntó mi madre.

-Aún nada, sólo lo que os dije la semana pasada.- dije.

-Voy a verla.- dijo mi madre con lágrimas en los ojos. Ella se fue hacia mi habitación donde estaba Andie.

Mi padre y yo hablamos un rato. Luego volvió ha aparecer mi madre muy triste y seguimos hablando hasta que se despertó Andie. Se sentó a mi lado y apoyó la cabeza en mi hombro. Un mes después recibí una llamada del investigador diciéndome que había encontrado una pista muy sólida sobre el hermano de Andie, por suerte estaba a sólo tres horas de avión y estuve sólo menos de una semana.

Luchando por amor (CORRIGIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora