Luchando por amor (CORRIGIENDO)

-Capítulo 20- Massimo Lombardi

POV'S ALESS

Acababa de ayudar a nacer a nuestro bebé en el ascensor y no sé cómo lo hice pero sólo oía las instrucciones del médico hasta que supe que el bebé estaba en mis brazos

-Es un niño, nena.- dije emocionado. Le di al bebé a Andie y los paramédicos llegaron.

Le cortaron el cordón umbilical y la metieron en la camilla. Subí con ellos hasta llegar al hospital. Su obstetra, nos estaba esperando y se fueron para hacerles pruebas mientras yo les esperaba en la sala de espera. Mis padres y Bruno llegaron.

-¿Se sabe algo de Andie y el bebé?- preguntó mi padre.

-Aún no, se la acaban de llevar.- dije.

-¿Y se sabe qué es?- preguntó Bruno.

-Un niño.- dije. Sonreí feliz, era un niño.

Una hora después el médico salió y nos dijo que tanto el bebé cómo Andie estaban perfectamente. Qué medía 45 cm y pesaba 2,950 kg. Mis padres se fueron a casa y yo fui a la habitación dónde Andie le estaba dando el pecho. Supimos durante el embarazo que podía dar el pecho después de la mastectomía y decidimos que sería bueno darle el pecho. Me acerqué a ella y le di un beso en la frente y luego al bebé.

-Os amo.- dije feliz.

-Y nosotros a ti.- dijo Andie.

-Deberíamos pensar en un nombre.- dije. Empezamos a decir los nombres que nos gustaba hasta que los dos estuvimos de acuerdo en uno.

POV'S ANDIE

Dos días después Aless y yo salimos del hospital con nuestro hijo. Llegamos a casa y lo pusimos en el moisés que estaba en el salón. Me dolían mucho los puntos de ahí abajo y me senté en el sofá junto con Massimo, nuestro hijo.

Me sentía cansada y terminé durmiéndome pero no tardó ni dos minutos cuando Massimo se despertó porque tenía hambre. Me levanté despacio y lo cogí en brazos. Me senté en el sofá, me subí la camiseta y me destapé el sujetador. Era un sujetador con un cierre en las dos mamas para poder dar el pecho cómodamente.

Aless bajó con un cojín que usaba para dormir más cómoda durante el embarazo. Se llamaba "almohada de lactancia". Aless me la puso en mis muslos para apoyar al bebé y empezó a comer.

Aless y yo nos quedamos mirando a Massimo. Nos sentíamos que teníamos todo en esta vida. Nunca llegué a pensar que me quedaría embarazada tan rápido después del cáncer pero así fue. El médico nos dijo que era un bebé milagro junto con nuestro amor que siempre ha sido muy fuerte.

-¿Cómo te sientes?- preguntó Aless susurrando.

-Cansada.- dije susurrando.

-Voy a terminar de arreglar el dormitorio, avísame si necesitas algo.- dijo Aless susurrando. Asentí con la cabeza.

Mientras Massimo comía, cerré los ojos y me relajé un poco. Me estaba sintiendo perdida, no sé qué tenía que hacer a continuación. Sentí una lágrima caer por mi mejilla. Empecé a hacerme preguntas como si sería buena madre, si se me caería estando en mis brazos, si terminaría ahogándolo en la bañera y cosas más.

Massimo se movió de mis brazos, tuve la sensación que estaba a punto de caer al suelo y lo abracé. Empezó a llorar y yo fui detrás. Llamé a Aless llorando desesperada. Aless bajó corriendo las escaleras.

-¿Qué pasa?- preguntó Aless preocupado.

-¿Qué le pasa? ¿Por qué llora?- pregunté llorando desesperadamente.