Antes que nada, pudo perdón por la tardanza. Tengo buenas y malas noticias.
Las malas es qué voy a dar por terminada la historia. Y las buenas es qué aún faltan diez capítulos y los iré publicando.
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Pasamos todo el fin de semana disfrutando de unas merecidas vacaciones, no hicimos nada a excepción de pasar el día en la playa, en la piscina e incluso un paseo en el yate. Llegó el día de volver, estábamos en el avión esperando para despegar y me quedé pensativa mirando por la ventana.
-¿Por qué estás tan pensativa?- preguntó Aless. Dejé de mirar la ventana para mirarle.
-En qué la mansión sería el lugar perfecto para nuestra boda.- contesté.
-Nena, quedamos en que nada de pensar en la boda durante el viaje.- dijo Aless.
-Lo sé pero se me ha ocurrido ahora, además ya volvemos a casa.- dije.
-En la cual quieres quedarte aquí indefinidamente.- dijo Aless sonriendo.
-Ya te digo.- dije riendo.
Despegamos y llegamos a Milán en una hora. Estábamos yendo de camino al penthouse pero pasamos de largo. Miré a Aless confusa.
-Nos hemos pasado el penthouse.- dije confusa.
-Aún no vamos al penthouse.- dijo Aless sonriendo.
-¿Entonces a dónde vamos?- pregunté confusa. Aless no dijo nada, se me quedó mirándome sonriendo. -Vale, es una sorpresa.- dije frustrada.
Estaba cansada de tantas sorpresas. Nunca me habían gustado pero con las sorpresas de Aless valían la pena tener paciencia, nunca me había decepcionado. Media hora después llegamos a las afueras de la ciudad, estábamos cerca de la mansión de mis tíos. Nos detuvimos delante de una casa grande, no era tan grande como una mansión pero eran las medidas perfectas de mi gusto. Esa casa ya la había visto y me encantó. Me giré a mirar a Aless pero ya había bajado del coche.
Aless abrió mi puerta del coche y me ayudó a bajar del coche. Se puso detrás de mí y me abrazó por la espalda. Apoyó su barbilla en mi hombro derecho.
-Bienvenida a nuestra casa.- dijo Aless.
-¿Nuestra casa?- pregunté confusa.
-Sí, nos mudaremos después de la boda.- dijo Aless
-Pero creí que viviríamos en el penthouse.- dije confusa.
-No, después del susto del viernes, pensé que en un futuro cuando los tengamos necesitaremos una casa más grande, además el mes pasado vi la casa en tu ordenador y supe que te gustaba y la compré.- dijo Aless.
-Pero Aless, eso es mucho.- dije.
-Sabes que no me importa, lo qué quiero es que seas feliz, nena.- dijo Aless.
-Amor, soy feliz contigo, aunque vivamos en una casa pequeña.- dije.
-Lo sé.- dijo Aless. Me llevó abrazado a mí por la espalda hasta llegar a la casa.
Una vez dentro de la casa, me fijé en todo, la casa estaba vacía. La decoración que vi en internet era para la venta. Me separé del abrazo de Aless y empecé imaginarme la decoración de la casa. Empecé a decir como quería la decoración, estaba emocionada y Aless me miraba con una sonrisa en la boca.
Después de ver la casa, me acerqué a Aless y lo besé apasionadamente. Le empecé a desabrochar su camisa sin dejar de besarlo. Una vez que la camisa estaba desabrochada, bajé dándole besos por su torso hasta llegar a sus pantalones. Me arrodillé y le desabroché los pantalones y los bajé junto con su bóxer. Cogí su miembro con mi mano y pasé mi lengua por la punta de su p*ne. Aless jadeó de placer. Echó la cabeza hacia atrás y me lo metí hasta el fondo hasta mi garganta.
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Luchando por amor (CORRIGIENDO)
RomanceEl destino juntó a Aless y a Andie pero también los pone a prueba en contra de su felicidad. ¿Lucharán por su amor o se rendirán?