Me desperté abrazada a Alessandro en una habitación que no conocía. Me aparté despacio para no despertarle y me fijé bien en la habitación, estaba en la mansión de los Lombardi y recordé que ellos eran mis padres de acogida. Fui a darme una ducha y me puse ropa de Alina que encontré en el galán de la habitación de Alessandro. Salí de la habitación y bajé a la cocina.
Los Lombardi estaban desayunando y dejaron lo que estaban haciendo y se acercaron a mí. No sabían sí abrazarme o no. No perdí tiempo y los abracé a los dos a la vez con lágrimas en los ojos.
-Mi niña.- dijo mi tía llorando emocionada.
-Tíos.- dije llorando.
Los llamaba tíos, ellos eran lo más cercano que tenía y los había encontrado. Los abracé muy fuerte cómo sí no quisiera separarme nunca más de ellos.
-Vamos a desayunar.- dijo mi tío.
Nos sentamos a desayunar y aparecieron Alessandro y Alina. Ellos se sentaron a mi dos lados y Alina me abrazó por el cuello cómo cuando éramos niñas. Desayunamos los cinco y me fui a mi casa. Me puse mi ropa del día anterior.
-Te acerco a casa.- dijo Alessandro. Asentí.
Subimos al Porsche que conducía el chófer. Durante el viaje, miré a Alessandro y me cogió de la mano entrelazando nuestros dedos. Una vez en la calle, volví a sentir esa misma sensación que sentía desde hacía algunos meses. Miré a mi alrededor nerviosa.
-¿Estás bien?- preguntó Alessandro preocupado.
-No lo sé.- dije nerviosa.
-Vamos arriba.- dijo él. Subimos a mi piso y cerré la puerta con llave. Alessandro se acercó a mí y puso sus manos en mis mejillas. -¿Qué ocurre?- preguntó de nuevo preocupado.
-Tengo la sensación de que alguien me sigue.- dije nerviosa.
-¿Cuánto hace de eso?- preguntó.
-No sé, desde que llegamos de Nueva York.- dije.
-¿Y por qué no me lo dijiste antes?- preguntó enfadándose.
-Porqué, digamos que desde que volvimos, nuestra relación no era la misma.- dije enfadada. Aless se calmó y me abrazó.
-Tienes razón, lo siento.- dijo abrazándome.
Levanté un poco la cabeza acercándonos nuestros labios. Estábamos tan cerca que nuestras respiraciones se chocaban. Pasé mis brazos alrededor de su cuello y lo besé apasionadamente.
-¿Por qué no continuamos lo de anoche?- pregunté entre besos.
-Estoy de acuerdo.- dijo Aless sonriendo. Seguimos besándonos hasta quedarnos sin aire. -Pero tengo que decirte algo antes.- terminó de decir.
-Ósea que sólo quieres acostarte conmigo.- dije decepcionada.
-No, te quiero para algo más.- dijo. Lo miré confusa.
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Luchando por amor (CORRIGIENDO)
RomanceEl destino juntó a Aless y a Andie pero también los pone a prueba en contra de su felicidad. ¿Lucharán por su amor o se rendirán?