Mi tía y yo estábamos en el ascensor junto con Aiko, Reiko y su hijo. El niño no tenía más de tres años y estaba triste, estaba al lado de Aiko mirando en el suelo.
-¿Es tu hijo?- le preguntó mi tía a Reiko.
-Por desgracia.- dijo Reiko entre dientes. Mi tía y yo nos quedamos atónitas.
-¿Por qué dices eso?- pregunté confusa.
-No quiero hablar de eso y menos con unas desconocidas.- dijo Reiko enfadada. Miré a mi tía.
-Tía ¿por qué no les enseñas el edificio a Aiko y al niño?- pregunté a mi tía. Ella asintió. Miré a Reiko. -Y tú y yo vamos a hablar Rei.- dije fría.
-Nadie me llama así, sólo Andie.- dijo Reiko. No dije nada.
Mi tía, Aiko y el niño salieron del ascensor y nosotras seguimos subiendo hasta mi despacho. Una vez dentro del despacho cerré la puerta con cerrojo para que nadie nos molestara.
-Siéntate.- dije seria. Me senté en la silla de detrás del escritorio, ya estaba cansada de estar de pie, cada vez me costaba mucho hacer las cosas.
Abrí un cajón y saqué una pequeña caja con fotos de los mejores momentos de mi infancia en Varenna, donde Reiko y Aiko se convirtieron en una familia para mí. Le enseñé una foto en la que estábamos las tres juntas delante del restaurante.
-¿Andie DeLuca?- preguntó Reiko sorprendida.
-La misma, aunque ahora soy Lombardi.- dije sonriendo. La miré más seria. -Aiko me contó lo qué te pasó y me imagino que tu hijo es de tu ex.- dije.
-Sí pero lo odio, el niño es de su sangre.- dijo enfadada.
-¿Y crees que siendo de tu ex será cómo él?- pregunté.
-Sí.- dijo.
-Mis abuelos mataron a mis padres.- dije triste.
-¿Qué?- preguntó Reiko confusa.
-Ellos pagaron a un hombre para manipular el coche para matarnos a los cuatro, sólo sobrevivimos mi hermano y yo.- dije.
-Algo recuerdo de tu hermano, ¿lo encontraste?- dijo Reiko.
-Me rendí pero mi marido lo encontró, bueno mi hermano me encontró.- dije.
-Lo siento.- dijo Reiko apenada.
-Lo qué quiero decir, que después de lo qué pasó con ellos hice todo lo contrario de lo que viví, que sea de su sangre no significa que él sea como su padre, sino en cómo lo educas, él no tiene la culpa de nada.- dije.
-No creo que pueda, no es fácil para mí.- dijo Reiko.
-La vida no es fácil, hace cuatro años, cuando mi marido y yo hacíamos un mes de casados, él tuvo un accidente muy grave en el que quedó postrado en una silla de ruedas, él se rindió desde que supo que estaba paralítico y siempre estaba furioso con todos y no quería hacer los ejercicios para recuperar su movilidad. En el transcurso en el que yo le convencía que cogiese esa furia y lo usara en los ejercicios, lo hizo pero mi cuerpo decía basta y me diagnosticaron cáncer de mama.- dije.
-¡Dios!- dijo Reiko en shock.
-El cáncer estaba muy avanzado, tenía que empezar con el tratamiento y operarme pero no podía dejar a mi marido en la estacada y rechacé todo tipo de tratamiento.- dije con lágrimas en los ojos. -Me rendí, todos creían que tenía un amante mientras estaba casada con el amor de mi vida…- dije llorando.
-¿Por qué creían que tenías un amante?- preguntó Reiko confusa.
-Lo mantuve en secreto, gasté el dinero de mi herencia para pagar la factura del hospital y busqué un segundo trabajo para poder pagar la rehabilitación, mi suegra sospechaba del amante y le pidió al detective privado de la familia que me siguiera, consiguió pruebas junto con el médico de Aless pero él sólo me enseñaba hacer ejercicios nuevos, ella le dijo a su hijo lo de la amante y él se enfureció.- contesté llorando. -Me pidió el divorcio y le dije que le daría el divorcio si conseguía sacarme de casa sin usar la silla.- dije sollozando.
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Luchando por amor (CORRIGIENDO)
DragosteEl destino juntó a Aless y a Andie pero también los pone a prueba en contra de su felicidad. ¿Lucharán por su amor o se rendirán?