-EXTRA 1-

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Hola, antes de empezar pido disculpas por tardar tanto en publicar, llevo mucho tiempo bloqueada y no me vienen ideas para escribir.

Además en los capítulos extra habrá algunas escenas que ya han salido en el transcurso de la historia pero esta vez será desde el punto de vista de Aless y habrá muchas coincidencias.

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Llegué al penthouse después de llegar del viaje a Capri qué hice con mis amigos, a la mañana siguiente tenía que ir a la empresa para ponerme al día con el papeleo y cómo funciona la compañía.

Me metí en la ducha mientras mi ama de llaves deshacía las maletas. Después de la ducha me sequé y me acosté en la cama. Me dormí al instante por el cansancio.

De repente me encontré en la playa de Palermo. Sabía cuál era porque era nuestra playa privada e iba todos los años al cumpleaños de Andie, ella y yo éramos mejores amigos cuando éramos niños.

Me acerqué a la casa pero cada vez que me acercaba a ella parecía estar más lejos. Me detuve, me giré sintiendo una presencia y vi a una mujer de espaldas. Me acerqué a ella y se giró, nos sonreímos.

-Hola.- dije. Ella no decía nada, sólo sonreía. -¿Cómo te llamas?- pregunté.

Seguía sin decir nada, empezó a correr por la playa. La seguí hasta que desapareció totalmente. Me desperté de golpe. Miré la hora y eran las cinco de la mañana, intenté volver a dormir pero no pude. Me levanté, me puse unos pantalones de deporte y me fui a mi gimnasio.

Me subí a la cinta de correr y empecé a hacer ejercicio. Una hora después me duché y me preparé para ir a la oficina. Me puse unos pantalones de vestir negros y una camisa del mismo color. Desayuné, me puse la chaqueta y me fui a la oficina.

Una vez en la oficina, bajé del coche y mi chófer fue a aparcar. Entré y la recepcionista se levantó de golpe dejando a una mujer con la palabra en la boca. Se acercó a mí de forma coqueta y mordiéndose el labio inferior. Estaba a dos pasos de mí cuándo abrió los ojos como platos y volvió a su lugar de trabajo.

-Buenos días, hijo.- dijo mi padre detrás de mí. Me giré y lo saludé.

-Buenos días, papá.- dije sonriendo. Miré a la recepcionista que hablaba con la mujer de antes pero me miraba a mí.

-¿Preparado?- preguntó mi padre.

-Sí.- contesté.

Mi padre y yo subimos hasta el último piso y nos dirigimos a su oficina. Me dirigí a la ventana de la oficina y me quedé mirando la ciudad, no podía sacarme de la cabeza, la chica de mi sueño. Se me hacía conocida pero no sabía dónde la había visto. Talvez en la universidad o en una de mis vacaciones con mis amigos. De repente llamaron a la puerta.

-Adelante.- dijo mi padre.

-¿Quería verme, señor?- preguntó una voz femenina.

-Sí, señorita DeLuca, quiero presentarle a mi sucesor.- dijo mi padre. Me giré y vi a la chica del sueño, me quedé mirándola fijamente.

-Es ella.- pensé en shock. Ella asintió en forma de saludo, me quedé inmóvil.

-Va a necesitar su ayuda para ponerse al día.- dijo mi padre.

-Por supuesto, señor.- dijo ella.

-Bien, necesito que termines de preparar la junta.- dijo mi padre.

-Sí, señor.- dijo. Salió del despacho y yo me quedé hablando con mi padre.

Varios meses después, estaba en la oficina trabajando con el papeleo cuando la puerta de mi despacho se abrió de golpe, apareciendo mi hermana pequeña, Alina.

Luchando por amor (CORRIGIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora