La vida en la política es un infierno, especialmente en un mundo como lo es el Imperio de Sadera, un día estaban en el Senado discutiendo sobre reformas a leyes en favor o contra de otros individuos, al otro alguien pudo haber bebido veneno, sufrir un accidente o fue apuñalado por alguien a quien nunca encuentran, cosas como esas hacían que la gente más inteligente fuera muy precavida y prefirieran tener siempre guarda espaldas leales cerca.
Ahora mismo de veía a varios vengadores hablando sobre los rumores que venían del norte de soldados de armaduras que viajaban sobre enormes bestias de hierro y montaban lo que parecían elefantes de seis patas con quemaduras, se dice que estuvieron cazando brujas y criaturas peligrosas alrededor de la Cordillera de Nieve y Hielo, dirigidos por guerreros con espadas que emitían luz y que eran capaces de rebanar hierro como papel.
Muchos Senadores pensaron de inmediato en uno de sus vecinos, el Reino Maurya el único reino al que nunca pudieron hacer frente y que cada campaña resultó desastrosa, además de que en una ocasión incluso lograron invadir sus territorios, estando a las puertas de la misma Sadera listos para saquearlas, de no ser porque lograron negociar la paz y han tenido muchos años de paz con ellos.
El Emperador parecía distante y guardaba silencio respecto a lo que sucedió, pasaron 15 días desde la noche del meteorito, la situación volvió a la normalidad, la gente volvía a sus rutinas y había visto ese hecho como una ocurrencia más de los dioses.
El tema de los caballeros fue visto como alguna ocurrencia de los Maurya, quizás enviaron algunos emisarios buscando criminales que escaparon de sus fronteras, Molt estaba prestando atención a una nueva ley sobre impuestos al grano, dado que ese año la cosecha había disminuido y quizás tendrían que exportar franco desde Maurya o quizás buscar alternativas.
Ese reino siempre era un tema delicado de tocar, prefiriendo siempre el mantenerse a una distancia segura y negociar solo lo necesario, aunque últimamente el sentimiento Anti Maurya estaba en aumento y varios nobles estaban convencidos de que era una buena idea ir a la guerra, cosa que Molt consideraba infructuoso.
La reunión del Senado terminó al atardecer, todos se fueron en diferentes direcciones, teniendo cosas diferentes a las que dedicarse, algunos irían a banquetes, otros buscarían mujeres y no precisamente sus esposas, tenía varios registros y chantajes contra ellos, se mantenía al margen, pero podría doblegar al Senado de ser necesario.
Últimamente la situación interna del imperio era más complicada, con varios lugares ocupados por cultos oscuros, los nobles apenas hacían algo para tratar de controlar o recuperar sus territorios, ya que sospechaba que ahora eran parte de esos cultos, eso lo restringía todavía más, tenía al enemigo en casa.
Rory se lo advirtió hace años, que seguramente ya muchos nobles ya estaban pagados por los pagamos y que tendría al enemigo entre sus filas, eso hacia que fuera necesaria una purga o prepararse para alguna insurrección si escogía actuar contra estos cultos pagamos que amenazaban al imperio desde hace varios años.
Y hablando de la reina de Sadera, cuando Molt llegó a sus aposentos se encontró con Rory hablando con uno de los esclavos que atendía al emperador, la mujer parecía animada y junto a ella tenía un gran saco.
Molt: déjanos solos -La orden fue acatada de inmediato por el esclavo, mientras que la apóstol sonreía de manera juguetona al emperador - ¿Qué información logro obtener, señorita Mercury?
Rory: encontré a los caballeros de los que se a hablado antes, creo que las noticias le gustaran mucho, destruyeron todo el culto a la Diosa del Fuego -Le dijo lo que sucedió, guardando silencio en el momento en que abre el saco y metía la mano en el interior- no se preocupe, me asegure de que no sean peligrosos, Emroy ya purifico estos cuerpos
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Gate: Paladines Estelares
FanfictionPara muchos, el mundo de Falmart era un lugar lleno de los problemas de la antigüedad, era cierto, la gente padecía hambrunas, enfermedades e inseguridad, pero nada que la Tierra no hubiera sufrido antes. La ignorancia era la mejor armadura contra...