Capitulo 11.
Eco durmió bastante bien como todas las noches cuando Azriel la acompañaba, tenerlo cerca le otorgaba una paz que nunca había experimentado a la hora de dormir. Pero como siempre, ella se despertó antes que él, primero se había quedado unos minutos observándolo dormir, se veía descansado, así que decidió no molestarlo y dejarlo descansar un poco más.
Pero ella estaba ansiosa, así que se retiró y camino hacia la salida de la casa, se deshizo del glamour que ocultaba sus alas y voló durante unos minutos, para despejar su mente.
Cuando el sol por fin había salido, se dirigió de nuevo a la Casa del Viento y fue a encontrarse donde estaban entrenando. Lo primero que vio fue a Cassian y Nesta hablando, mientras que unas cuantas sacerdotisas practicaban, Eco contó a una media docena aproximadamente. Azriel estaba a su al rededor instruyéndolas.
Cuando sus botas anunciaron su presencia, todos voltearon a verla, unas retrocedieron con temor y otras solo se quedaron quietas como si hubieran visto a un fantasma, incluso Azriel y Cassian.
Es entonces cuando recordó ocultar sus alas, no eran tan grandes como las de Azriel, pero para ser una hembra eran bastante intimidantes para muchas otras hembras ilirias y indignantes para muchos machos.
—Creí que no querías entrenar con nosotros —el primero en romper el silencio fue Cassian—. Algo sobre ser mejor que nosotros.
Eco lanzó una media sonrisa. —Y es verdad. Vengo ayudarles, no creo que puedan con todas estas mujeres.
—No queremos caridad —habló Nesta, Eco sospechó que estaba un poco ofendida.
—Oh no es caridad, créeme. Y estarás de acuerdo conmigo cuando terminé con ustedes.
Eco podría ser un poco engreída, se había dado cuenta Azriel.
—Eso, si todas ustedes están de acuerdo con mi presencia aquí.
Ninguna asintió pero tan poco se negaron así que Eco lo tomo como un "de acuerdo". A la que primero se acercó fue a la única iliria que estaba ahí.
—Tu debes de ser Emerie —se acercó a ella y esta asintió despacio, Eco pudo ver de reojo que sus alas estaban cortadas, eso la hizo enojar.
Para Eco sus alas eran lo más preciado y hermoso de ella, siempre las cuido como si fueran sus bebés, pues las alas las había heredado de su madre y sus ojos de su padre, era lo único que tenía de ellos.
Ver a Emerie así, hizo que le doliera su corazón por ella, simpatizo con ella demasiado rápido que hasta Eco se sorprendió del sentimiento, a ella no solía importarle el dolor de los demás.
Le dio instrucciones para que se pusiera en posición de lucha, ya que notó que estaba en posición correcta y sus músculos estaban tensos y la vio concentrada, la elogió.
—Antes de lanzar el primer golpe, analiza a tu oponente, busca una debilidad —le aconsejo mientras ella se posicionaba en la misma posición que Emerie—. Lo que sea, si es un macho ilirio, revisa sus piernas. Las alas son pesadas por lo que es un buen punto para empezar.
—Si crees que se lo merece entonces ataca sus alas primero, escabúllete y atácalos por detrás. Otro punto débil pueden ser sus costillas, ve que lado esta menos protegido y ataca. También esta su cuello, casi siempre esta desprotegido, da un golpe directo a la garganta, bajaran la guardia, entonces ataca de nuevo de inmediato y tendrás todo el control. Los doblegaras rápido.
Continuó hablando mientras fingía golpearla. —Pero una cosa es importante, siempre da el primer golpe.
Todos estaban a su al rededor, observando con atención cada uno de sus movimientos y la posición correcta para cada golpe.
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Una Corona de Lagrimas y Sombras
FanfictionUna chica fría con una misión, está destinada al dolor y a la soledad, se encuentra involucrada con el circulo íntimo de la corte noche. Su tarea era fácil, verlos desde lejos, no involucrase y dejarlos continuar con vida pero ella no esperaba las v...