Capitulo 15.
Azriel se encontraba en la habitación donde Eder le indicó que llevará a Eco, después de que cayera inconsciente en sus brazos. Ahora estaba acostada y pálida y su piel estaba ardiendo.
Ambos estaban recargados en el marco de la puerta, uno en cada lado. Los dos la observaron dormir. Azriel no le gustaba la presciencia del él aquí pero algo en la mirada del macho lo hizo abstenerse de correrlo de su propia casa.
—En el tiempo en que la conozco, jamás la había visto así —comentó Eder, preocupado.
—¿Hace cuanto que la conoces?
—Ella había cumplido los 100 años. Hace 457 años —Eder se encogió de hombros—. Pero... ¿Quién lleva la cuenta?
—Tú la amas —no era una pregunta, Azriel lo había notado en sus gestos, en como la tocaba y la forma en que le hablaba.
—Eso no es lo importante —Eder suspiró—. No tienes que preocuparte porque ella no me ama a mi.
Dicho eso el salió de la habitación, aunque no lo había confirmado, tampoco lo había negado. Pero Azriel lo sabía, incluso cuando dijo esas palabras notó cierta aflicción en su tono de voz.
Él lo entendía, pues también había estado enamorado de una persona que no correspondía sus sentimientos, con el tiempo lo superó, pero eso no quitaba que olvidara lo mucho que dolía.
Con mucho cuidado se acostó al lado de Eco, quedando frente a frente, y poco a poco se quedó dormido también.
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Cuando Eco abrió los ojos no se sintió mucho mejor, seguía doliendo su cabeza y su cuerpo seguía caliente. Azriel estaba a su lado, dormido, ella alzó una mano para acariciar su mejilla, sus dedos acariciaron su pómulo y los recorrió hacia sus ojo, ceja, nariz y labios.
Eco sentía que su corazón latía demasiado rápido, sentía que le faltaba aire, cada respiración quedaba era laboriosa. Sintió ganas de seguir acariciándolo por todo el cuerpo, no es una acción sexual sino solo tenía curiosidad por como se sentía cada parte de su cuerpo bajo sus manos.
¿Sería duro o suave? ¿Tal vez ambas?
Ella quería acercarse a el de una forma físicamente imposible, quería meterse bajo su piel y para poder siempre estar cerca de él.
¿Eso era algo sano?
Como sea Eco no lo sabía, solo sabía que no quería separarse de él nunca, para ella sería imposible. Tan solo la mera idea de separarse de provocaba una ira irracional, por supuesto llegaría el momento en que quizá no puedan pasar todo el tiempo juntos, pero saberlo no disminuye la ira.
¿Cómo es que pasó de estar acostumbrada a la soledad, a no poder estar lejos de un macho?
Siempre había evitado relaciones románticas, sus únicas "relaciones" —si es que pueden llamarse así— habían sido puramente físicas. Después de tantas muertes, Eco creía que no podría soportar otra perdida, además de que se consideraba tóxica, siempre les pasaba algo a las personas que quería.
Así que se mantuvo alejada de las relaciones íntimas, pero con Azriel no pudo evitarlo, antes creía que era por el lazo que los mantenía unidos, que la necesidad de estar cerca de él era por eso. Pero ahora las cosas habían cambiado, ya se había formado otro lazo diferente al lazo de apareamiento, este era un vinculo emocional más fuerte.
Eco retiró su mano y se levantó con mucho cuidado de no hacer ruido y salió de la habitación y camino por un pasillo que sabía que se dirigía a la biblioteca, cuando llegó camino hacia la ventana enorme al fondo del cuarto, abrió la ventana y se recargo en el marco mientras el aire frío le cubría el rostro.
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Una Corona de Lagrimas y Sombras
FanfictionUna chica fría con una misión, está destinada al dolor y a la soledad, se encuentra involucrada con el circulo íntimo de la corte noche. Su tarea era fácil, verlos desde lejos, no involucrase y dejarlos continuar con vida pero ella no esperaba las v...