Capitulo 27.
Eco.
—¿Estas dormido? —pregunto, después de un rato estando acostados.
Gruñe en la curvatura de mi cuello, donde su cabeza sigue ahí. Su aliento provoca cosquillas y una risita sale de mis labios, involuntariamente.
El alza la cabeza, su cabello despeinado cae sobre su frente y con una expresión entre adormilada y feliz me mira. Sus mejillas están levemente sonrojadas, sus ojos están entrecerrados. Toda esa vista hace que mi corazón se oprima tan fuerte que creo que explotara.
—Me encanta tu risa —dice y se recarga de lado en su codo para poder mirarme, sus dedos recorren mis labios, que antes estaban estirados por la sonrisa pero ahora solo están entreabiertos—. Báñate conmigo.
De manera instintiva lo primero que quiero es asentir, pero hay una voz interna que me dice que es demasiado intimo, y no porque tenga un problema con eso sino por mis cicatrices. Apenas soporto que Madja las vea, e incluso yo apenas y las miro. Y eso es solo peor, porque ahora que ya no tengo... mis alas, no hay razón para usar glamour por lo tanto todo esta al descubierto: mi tatuaje, las cicatrices de esa noche y las de mis alas. Mi olor.
Se que no debería ser tan difícil, ya me desnude de esa manera ante Azriel una vez, pero las cicatrices son recientes y se lo grotescas que son. Solo han pasado casi dos meses por lo que ya casi están completamente curadas. Están rojizas y lo hace todavía peor el hecho de cuando me las cortaron para poder detener el sangrado las cauterizaron. Lo que hace que la vista no sea nada agradable.
Aun así casi me siento aliviada por estar inconsistente, así no tuve que sentir todo el dolor, creo que hubiera muerto por eso, mi ya de por si corazón mal trecho no hubiera podido sobrevivir a una experiencia así.
Pero ya aleje mucho a Azriel, y aunque en parte lo hago por el, también lo hago por mi. Por que no quiero ninguna barrera entre nosotros y eso incluye destruir mis propios muros, solo para el. Para poder permanecer cerca de maneras inimaginables y casi imposibles.
Así que por eso finjo una pequeña sonrisa y asiento con la cabeza.
El se pone de pie, completamente desnudo y se viste mientras el mismo prepara el baño. Cierro los ojos solo un segundo.
Pero cuando siento que unos brazos me envuelven vuelvo abrirlos y es Azriel quien me esta cargando, mientras se dirige al baño y nos mete juntos en la tina que es lo suficientemente grande como para cuatro personas.
Las burbujas nos tragan, el se sienta y me posiciona entre sus piernas, de manera que mi espalda queda recargada sobre su pecho. Me tenso al instante, porque debe de sentirlas contra su piel. Pero el simplemente me abraza por detrás y me aprieta contra el, entierra su cabeza en la curvatura de mi cuello y aspira profundamente. Y yo me relajo otra vez.
—Hueles delicioso —dice mientras me besa la clavícula y el hombro.
Descansa sus manos en mis muslos debajo del agua y yo pongo las mías sobre ellas y entrelazo mis dedos con los suyos.
—Fueron mis hermanos, tenía 8 años —no necesita decirme a que se refiere, se que habla de las cicatrices en sus manos. La indignación y la furia hierven en mi sangre.
Recargo mi cabeza en su pecho para poder mirarlo, y su mirada esta lejana, perdida en los recuerdos. Así que me giro para quedar frente a el y deslizo mis manos por su cuello y cabello para acariciarlo, el se relaja visiblemente bajo mi toque. Y inclina su cabeza para que pueda continuar con mis caricias.
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Una Corona de Lagrimas y Sombras
FanfictionUna chica fría con una misión, está destinada al dolor y a la soledad, se encuentra involucrada con el circulo íntimo de la corte noche. Su tarea era fácil, verlos desde lejos, no involucrase y dejarlos continuar con vida pero ella no esperaba las v...