LONELY ━━ park sunghoon

05

Mientras pasaban los días, mas confianza iba naciendo entre esos dos. Sunghoon se volvió a encontrar con Yaebin no solo una, sino que tres veces mas en lo que iba de la semana. Una fue en el super, fue muy gracioso porque ella solo fue a comprar papel higiénico y Sunghoon una botella de vodka porque se juntaba con sus amigos en el nuevo departamento de Mihye esa noche.

Era un contraste exquisito el de ellos porque ese papel higiénico ni siquiera era para el baño, era para llorar con una película que su prima Gaeri le había dicho que era muy triste, y justamente Yaebin es muy sensible.

También se habían cruzado por la zona cuando Sunghoon salió de trabajar y al mismo tiempo la pelinegra salía de leer en la biblioteca. Fue un encuentro un tanto incómodo, parecía como que algo los quería juntar. Luego de verse, saludarse desde la distancia con una reverencia, Yaebin volteó y mostró una sonrisa sin dientes.

Y la última estaba ocurriendo ahora.

Yaebin manejaba su bici de siempre con tranquilidad por la calle menos habitada y, de pura casualidad, Sunghoon también. Él venía de frente. Cuando lo notó a la distancia tomó el manubrio con un toque mas de fuerza queriendo frenar y dar la vuelta. Sentía que un encuentro más entre ellos iba a ser algo incómodo.

De hecho, la primera vez que se encontraron el día martes fue bastante incómodo. Ninguno sabía que decir, y eso que Sunghoon es de hablar hasta por los codos. Pero en ese momento en lo único que pensaban por ambos lados era esconder las compras que estaban haciendo.

— ¡Holaa!—escuchó con claridad como el chico la saludaba y al mismo tiempo iba disminuyendo su velocidad, indicando que quería frenar. Yaebin no lo dudó tanto y frenó también a su lado.

— Hola, Sunghoon.

— ¿Que casualidad vernos otra vez, no? Yo ya te lo había dicho, el destino—sonrió pícaro.

— ¿Acaso me estás siguiendo para decirme eso cada vez que nos encontremos?—preguntó medio bromeando. Él se apuntó a si mismo sorprendido y ella asintió. — Te llevo viendo mas veces en la semana de lo que vi a mi madre en toda mi vida.

— ¿Me crees un admirador secreto? Bueno tan secreto no sería teniendo en cuenta que planee algunos encuentros en un principio, pero juro que estos son coincidencias—confesó el rubio cruzándose de brazos. Yaebin alzó una ceja y copió su acción.

— ¿Ah, si? ¿Planeaste? ¿Como cuál?

— Para que sepas, ese día que me viste en la biblioteca era la primera vez que la pisaba.

— No lo puedo creer—ella largó una risa burlona. — Más que un admirador eres como un acosador.

— No puedes acusarme por algo que claramente no soy—Sunghoon se defendió apuntándola con su dedo índice. — Además yo no te obligué jamás a hablar conmigo.

— Buen punto.

— Y dime ¿Por qué fuiste a la cafetería al día siguiente? Te recuerdo que cuando nos trataron de amigos tú dijiste "No soy su amiga... Aún"—se quejaba mientras intentaba imitar su tono de voz.

— No me caes mal—confesó tranquila.

— Genial—Sunghoon sonrió entrecerrando sus ojos.

— Pero tampoco me caes tan bien.

— No tan genial—y esa sonrisa se borró.

— Me caes neutral.

Yaebin se encogió de hombros.

— Consta de esfuerzo para ganarte mi confianza, Park Sunghoon—ella acomodó su pie derecho sobre el pedal y volvió a tomar el manubrio. — Aunque siendote sincera, vas por buen camino. Nos vemos.