— ¿Cuántas clases te quedan, Hoon?
Hoy era un día de bastante calor. Mihye y Sunghoon se encontraban sentados en el sofá de la casa del chico con el aire acondicionado prendido hace una hora. Sentían que sus cuerpos se derretían. Estaba muy pesado. Mihye vestía una musculosa blanca mas unos shorts negros, y Sunghoon unas bermudas de playa y una remera, pero ni con sus piernas y brazos al aire podían calmar el calor infernal del verano.
— Solo dos clases mas y si apruebo el examen final ya tendré el título para poder enseñar patinaje artístico—él sonrió, orgulloso de su propio logro. — Jangsu me vio patinar hace algunas semanas y me dijo que era bastante bueno. Me ha estado mandando mensajes para saber cuándo empezaré a enseñar allí así me hace promoción. Está mas emocionado que yo.
— Eso es increíble, Jangsu me cae bien—dijo ella sonriendo. — ¿Cuándo podré verte patinar?
— Nunca me lo has pedido.
— ¡Eres un mentiroso!—ella le pegó molesta un manotazo en el brazo que resonó por todo el lugar. — Park Sunghoon, una vez te he ido a buscar a un bar en bici a las cuatro de la mañana, ¡me lo merezco!
— Ah, está bien, está bien—Sunghoon rodó los ojos y asintió rendido. — Dime qué día puedes y te llevo a la pista para que me veas.
Mihye pegó un grito de alegría y saltó a abrazar al chico con una sonrisa de oreja a oreja, como si a una niña le hayan regalado un dulce. Mihye siempre deseó ver a Sunghoon hacer lo que ama. En la cafetería a veces él dejaba que el estrés tome el volante y se notaba agotado, cansado y consumido. Ella se daba cuenta cuando Sunghoon disfrutaba del trabajo y cuando no.
Cuando el rubio hablaba del patinaje artístico su cara cambiaba, las facciones de su rostro tomaban mucha más emoción, se veían más vivas. Es todo lo contrario a cuando trabaja en la cafetería hasta el turno tarde solo por un par de billetes mas. Y eso le pasa a todo el mundo, porque así es como funciona el mismo.
La tarde de ambos fue cayendo hasta ya ser la noche. Mihye se volvió a su departamento y Sunghoon quedó solo en su casa, lo único que no dejaba el lugar en un silencio muerto era la televisión; ni tan fuerte, ni tan baja. Él no le estaba prestando atención, tenía sus ojos puestos en su celular, se mensajeaba con Jay sobre ir a una fiesta en otra ciudad esta noche mientras comía un pote de ramen.
"Yeonjun se ofreció a llevarnos. Se compró un auto y no ve la hora de estrenarlo" Y con eso último al chico le recorrió la intriga por la espalda.
"Ok voy. Pasen en 15 minutos"
El rubio se dio la ducha más rápida de su vida, se puso ropa para salir, terminó su ramen, se lavo los dientes y se rocío un poco de perfume antes de tomar las llaves, su billetera y salir cuando escuchó una bocina en la calle. Sonrió al ver el gran coche que Yeonjun se había comprado, y más emoción se le sumó al escuchar que dentro estaba Jay poniendo música desde su celular.
Sunghoon amaba compartir gustos con su mejor amigo, aunque sólo para la música.
El viaje fue increíble. La noche estaba perfecta, ni fría, ni muy calurosa. Estaba excelente para salir a tomar unos tragos con quién sea. La música hacía del ambiente uno cien veces mejor y el viento que entraba por las ventanas bajas le daba un toque más.
Mientras tanto, al otro lado del mundo. Bueno, mejor dicho en Namgyangju, Yaebin corría a las apuradas por las calles desoladas de su ciudad. Buscaba la dirección que tenia en notas como loca; la dirección del departamento de Sunghoon.
Él se la había dado para que venga cuando necesite algo o si huía de la policía, y hoy era una de esas veces.
ESTÁS LEYENDO
LONELY ━━ park sunghoon
FanfictionHISTORIA CONECTADA CON "Feelings" ⠀ El amor duele, te da nervios, te hace sentir vivo, te hace tener a alguien por quien levantarte todas las mañanas, aunque a veces puede salir mal, como lo fue para Sunghoon. Esta es la historia de como Park Sungho...