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— ¿Qué es de Taeho, querida? Hace mucho no me hablas de él—comentó la mamá de Yaebin mientras cocinaba. La señora le estaba dando la espalda pero desde esa distancia desde la cocina hasta la sala de estar donde Yaebin miraba la televisión pudo sentir su curiosidad. — No me digas que ya no se andan viendo. ¿Tengo que arreglar otra cena a caso?

— ¡No!—el terror recorrió su cuerpo entero, rápidamente tomó su celular y le mandó mensaje a Taeho tratando de que su madre no la vea. — El anda... —en un flash escribió "ayuda urgente, llámame en 5" y lo mandó. — bien—de repente imágenes de Taeho abrazado a Mina se le vinieron a la cabeza. Yaebin largó una risa irónica. — Demasiado bien diría yo.

— ¿Y por qué es que todavía no lo has invitado a cenar a casa?

Entonces la lamparita se le encendió de un segundo a otro. El silencio invadió la casa misma y la madre de Yaebin finalmente volteó a ver a su hija que tan callada estaba. Yaebin estaba en su mundo, mirando a un punto fijo, perdida en sus pensamientos y armando todo un plan malévolo. Que si todo salía bien, la iba a beneficiar.

— Porque planeaba decírtelo hoy en la cena, mamá—Yaebin volvió de su trance y se acercó sonriente de oreja a oreja hacia su madre. La abrazó por detrás y dejó un beso en su coronilla. — Justamente hablando del rey de Roma, Taeho me invitó a pasear, así que me voy, mami—mientras hablaba tomó un bolso del perchero, que ya tenía guardado su billetera, auriculares y un libro. Tomó su celular y llaves yendo a la puerta de la casa. — ¡Nos vemos mas tarde, chau!

Yaebin corrió emocionada.

Taeho le había respondido "tengo la resaca de mi vida, mejor ven al departamento en el que estoy, ya te mando la dirección. nos vemos" Tan simple como eso bastó para que la chica se tomara un taxi y saliera rápidamente hacia la dirección que el chico le había enviado.

— Buen día, necesito tu ayuda urgente—a penas el cuerpo de Yaebin cruzó la puerta del departamento, esas palabras fueron lo primero que salió de sus labios. Taeho le abrió restregándose uno de sus ojos y no tuvo opción de respuesta que la pelinegra ya estaba dentro del lugar.

La pelinegra estaba inquieta. Tiró su bolso en el sofá de Taeho, al que el chico seguido se lanzaría luego de preguntarle a la chica que pasaba. Yaebin iba de acá para allá mientras le contaba detalladamente la conversación con su madre hace unos minutos, y en el medio soltaba sus sentimientos mas guardados.

— ¿No te cansas de mentirle todos los días? ¿Por qué no simplemente le dices que estás saliendo con alguien mas y ya?—Taeho no podía creer la cantidad de días que Yaebin llevaba inventando salidas con él y demás, solo porque ella no se animaba a decirle la verdad y para sumar contarle sobre Sunghoon.

— No puedo hacer eso—ella largó un bufido. — Además no estoy saliendo con nadie.

— Si, claro—Taeho rodó los ojos. Yaebin lo miró frunciendo el ceño. — Entonces, a esas mentiras quieres taparlas y darles final con una gran mentira.

— Exactamente. Solo queda mentir. Además tan solo faltan tres semanas para que vuelvas a viajar, si la mentira sale mal, vuelvo a como estaba antes y eso no durará mucho.

— Buen punto—Taeho se encogió de hombros. — Entonces explícame tu idea otra vez así acomodo mis cables que recién me despierto y a penas recuerdo mi nombre.

— Hacemos que nos peleamos frente a ella—Yaebin sonrió gustosa. — En una cena donde cenaremos con mi familia en algún punto empezamos a discutir, dices "accidentalmente" que me engañas, yo actuo asombrada e intento llorar, y tú actúas desesperado por defenderte y explicarme. Eso será mas que suficiente para que mis padres te odien, yo quedar como la victima y tú como la basura. Plan perfecto.

LONELY ━━ park sunghoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora