1] Regalo•

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Hank Anderson es un teniente muy reconocido gracias a sus hazañas en investigaciones y casos policiacos, incluso gracias a él, se descubrió el motivo del porque los androides se volvían divergentes.

Pero a pesar de ya haber pasado algunos meses de lo ocurrido con los androides y la investigación, está había llegado a su fin y Hank seguía siendo la misma persona de antes, igual de huraña, alcohólica e incluso con pensamientos suicidas.

Era muy triste la vida de Hank ya que después del fallecimiento de su esposa y unos meses después de su hijo Cole, su vida se había destrozado o al menos eso es lo que él creía, ya que los demás veían un potencial enorme en Hank, incluso su jefe, que a pesar de que no se lo decía, admiraba y apreciaba mucho la amistad y el trabajo que hacía en la estación de policía.

Incluso a muchos les pareció extraño que a pesar de que antes y abiertamente decía que odiaba a los androides o los llamaba "plásticos inútiles" ayudó a resolver el caso haciendo que los divergentes ganarán la batalla y estos tuvieran sus propios derechos y vivieran felices en armonía con los humanos en Detroit.

Hank seguía trabajando en la estación de policía y todos creían que esto era lo único qué le mantenía cuerdo para que no se suicidará, por eso, antes de su jubilación que sería pronto, su jefe quería darle un último trabajo para mantenerlo a raya, al igual que una pequeña sorpresa.

-¡Hank Anderson a mi oficina ahora!- grito el jefe luego de que Hank apenas llegará a la estación.

Este gruño molesto, dejo sus cosas en su escritorio y fue hacia donde le llamaban.

-Ahora ¿Qué hice?

-Hank siéntate por favor.

Este obedeció.

-¿De qué trata, más estúpidos androides?

-Algo así- Dijo mostrándole un folder dándoselo a Hank, este lo abrió y mientras lo leía escuchaba a su jefe.

-Como sabes hace unos meses que el caso de los androides llego a su fin, pero nos han estado llegando reportes de que los androides se han estado...suicidado, en realidad esto es muy extraño y se cree que en realidad han sido homicidios por parte de humanos que hackean los sistemas de los androides porque todavía no están de acuerdo de que estos tengan los mismos derechos que ellos.

-Suena complicado- suspiro Hank.

-Por eso- dijo dándole una tarjeta azul -CyberLife te pide a ti especialmente que resuelvas este caso.

Hank miro la tarjeta, efectivamente era de CyberLife y tenía un elegante "Por favor" escrito en el.

-Creí que CyberLife había cerrado después de... Ya sabes, todo lo ocurrido.

-No, CyberLife es el único lugar donde saben cómo construir a los androides, solo ahí pueden ir a repararse si tienen algún defecto, pero lamentablemente la mismísima empresa no sabe que está ocurriendo con sus androides, ni a podido resolver que está pasando.

-CyberLife pidiendo ayuda, que curioso ni siquiera lo pidieron cuando fue la revolución.

-Por eso, como tú fuiste el salvador de sus "vidas" te piden amablemente que les ayudes a resolver este caso.

-Ahh- Suspiro pesadamente -De acuerdo, pero que sea el último caso que trate de androides ya estoy harto.

-De echó, este será tu último caso.

Ambos se quedaron en silencio, Hank sabía perfectamente que pronto sería su jubilación, así que no le extraño del todo que su jefe le dijera eso.

-Sabes que pronto llegará tu jubilación.

Hank asintió.

-Y pensando un poco, me preocupa qué cuando ya no estés trabajando aquí, puedas hacer algo...estúpido.

Hank no respondió haciendo que su jefe suspirara.

-Por eso me he comunicado con Cyberlife para decirles tu situación.

-¡¿Que?!- Dijo levantándose violentamente de su asiento.

-Y ellos muy amablemente me han ayudado con algo para ti para antes y después de este caso, así evitaremos cualquier situación peligrosa, por lo que...

Hank interrumpió violentamente azotando sus manos en el escritorio.

-¡Yo no necesito nada de esa basuras plásticas y los sabes!

-¡Hank, entiende necesitas ayuda, necesitas compañía!-Dijo levantándose de su asiento también.

-No necesito ayuda de nada ni de nadie, estoy bien y si quiero matarme en el futuro que así sea, odio a los androides odio a Cyberlife, hago esto porque es mi trabajo, de no ser así yo mismo les hubiera dado un tiro a todos esos androides.

-Bien, sí eso es cierto entonces haz bien tu trabajo a menos que quieras ser destituido en tu último caso.

Hank gruñó y agarrando violentamente el folder de la mesa, salió azotando la puerta de la oficina.

Todo el mundo en la estación estaba atento a la conversación, pero cuando esté salió, todos volvieron a su trabajo rápidamente.

-Idiotas- Susurro.

Luego se sentó en su escritorio para poder revisar el folder de manera más detallada comenzando a trabajar.

*-*-*

Ya era de noche y Hank ya estaba cansado, había analizado cada detalle de los últimos días referentes al caso, pero al no tener suficiente información tendría que esperar hasta el lunes para ir a los lugares y comenzar a investigar.

Por lo que levantándose de su escritorio y agarrando sus cosas se fue a su auto para manejar a casa.

En el trayecto, analizaba una y otra vez la conversación que tuvo con su jefe
-Yo no necesito ayuda y mucho menos compañía, yo estoy bien- Pensaba.

Cuándo llegó a su casa, estacionó su auto y bajo de el pesadamente, solo quería llegar, saludar a Sumo su perro, tomar una cerveza, ver sus partidos e irse a dormir.

Pero al abrir la puerta de su casa y prender la luz, no solo su perro lo recibió con gusto, sino alguien más estaba dentro, algo completamente inesperado, haciendo que el teniente se quedará frío de sorpresa.

-¡Bienvenido Teniente Hank Anderson! Mi nombre es Connor y soy un androide enviado por CyberLife para ser su "Ama de casa"

*-*-*
Awww siempre me imaginé a Connor como un "Ama de Casa" vestido con su uniforme bien cute 🥰 espero que les guste esta historia.

Sin más los amo❤️

Ama de Casa~💙Hannor💙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora