Increíble

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Mairim. — *confusa y avergonzada* ¿¡Qué!?

¿Tan rápido? Pensé.
No puedo explicar las sensaciones que recorrían por mi cuerpo en ese momento y aunque me sentía bien,no creí poderme humedecer con tanta facilidad.

Julio. — *suspira* tranquila *besa su frente* no te asustes.

Dirigí mi mirada hacia abajo, realmente sentía húmedas mis piernas y la cama.

Mairim. — ¿Eso...?

Julio. — Ey, mírame. *Aparta su mano de la cintura de ella y le agarra de la barbilla,girando su cabeza hacia él y haciéndole cruzar miradas* Dije que estes tranquila.

Julio no apartaba su mano de mi zona íntima.
Y las blancas sábanas se habían teñido de un color rojo intenso muy preocupante.

∆•••JULIO•••∆

En su mirada podía ver y sentir el miedo que se dejaba entre ver en sus dilatadas pupilas.

Estaba asustada.
Estaba preocupada.

Era mucha la sangre que manchaba la cana y eso acababa de pasar en ese mismo instante,algo no estaba bien y pude darme cuenta de ello enseguida.

Julio. — *aparta su mano de su zona íntima* Espera *saca su mano de debajo de las sábanas y suelta su mejilla,la agarra con su mano limpia de la cintura y pasa su mano manchada de sangre por dabajo de las piernas de ella, dejándolas sobre su brazo y la tumba muy cuidadosamente en su lado de la cama* Estarás mejor a este lado de la cama,esta limpio. *La destapa y quita las sábanas de la cama tirando las a un lado del suelo* no te muevas.

Le vi paralizada,sin poder decir palabra.
No quise dar detalles acerca de lo que podía ver,pero claramente tenía un importante desgarro vaginal que debía ser curado pronto.

Mairim. — *abierta de piernas y mirando hacia el techo,recorren unas pequeñas lágrimas por su mejilla* ...

Julio. — *levanta de la cama,abre uno de los cajones de la cómoda y saca unas toallas rojas que coloca a un lado limpio de la cama* voy a colocar estas toallas deb... *La mira* Ey,princesa *se sienta a su lado y acaricia su mejilla limpiando sus lágrimas* voy a buscar a alguien que sepa como tratarte medicamente. *Acerca su rostro al de ella*

Por un momento sentí un leve pellizco en el alma.

Julio. — Pero no necesito buscar a alguien mas que vaya a estar pendiente de ti,porque estoy yo aquí. *Roza su nariz con la de ella y la recorre hasta llegar a su frente* estoy aquí *le besa la frente*

Estaba completamente callada, inmóvil.
Y no parecia importar que tanto o tan poco hiciese, sentí que no me escuchaba.

No podía esperar que estuviese bien después de lo que le debió pasar la noche anterior.

Fue la primera vez que me preocupé por una mujer.

∆•••MAIRIM•••∆

Julio se estaba portando genial conmigo,pero no podía estar presente en ese momento,no entendía que le pasaba a mi cuerpo.

Mi intimidad no dolía,no sentía.
Pero si podía sentir una fuerte presión en el pecho,una sensación de dolor confusa.

Por unos segundos, sentí como en mi se abría otra nueva herida.

Esas que no se ven,que se llevan muy dentro.
Esas que son las que mas marcan tu vida.

Podia sentir la humedad de las lagrimas que estaban caminando por mis mejillas, cálidas y delicadas.
No pude percibir mucho mas que eso.

Julio colocó las toallas bajo mis glúteos y se fue de la habitación sin decir nada.
No recuerdo mas de lo que pasó,solo me dormí y al despertar estaba en una habitación que no era la mía,un lugar desconocido.

Julio. — *tumbado a su costado en la cama* estas en mi habitación,tumbada en mi cama,estas bien. *Le acaricia la mejilla con su dedo índice y lo pasa por su cuello y el canalillo de sus pechos* estas bien *suspira aliviado*

Mairim. — *Mira como el dedo de Julio acaricia su entre pecho y luego dirige su mirada hacia la de él* Julio.

Julio. — ¿Sí,que necesitas? *Le mira fijamente a los ojos*

Mairim. — *coje la mano de el y la aparta de su pecho* no me toques así. ¿Que hago aquí?

Julio. — *rie burlonamente y se incorpora para sentarse en la cama, mirándola* Llame a un ginecólogo y te hicieron una pequeña revisión,tienes algunos puntos y eso debe cicatrizar bien y ha su tiempo,estas bien y lo vas a seguir estando,tranquila. *Chista con la lengua y se levanta de la cama* te voy a cuidar en lo que necesites de forma imprescindible,luego,te vas a olvidar de mí,porque no quiero tener que andar de cuidador de nadie,¿entendiste? Este sitio es muy grande y no te quiero ver.

Mairim. — *frunce el ceño* eres incapaz de aceptar un rechazo. No necesito cuidado de nadie. Nos veremos por la casa entonces.

Levante de la cama con dolores realmente intensos y fui agarrandome a algunos de los muebles que había,apenas me podia mover.

Julio. — Espera que te...*le interrumpe el sonido de la puerta abriéndose*

¿?. — ¡MAIRIM! *Corre hacia ella y la sujeta entre sus brazos a modo de abrazo* no estas en condiciones de moverte así.

Julio. — *gruñe*

Mairim. — Quiero ir a mi habitación.

¿?. — Espera *le coje del brazo y se lo pasa por el cuello de él* te acompaño. *Mira a Julio y sonríe*

El me acompañó a mi habitación,ni si quiera me fiie en la reacción que pude haber tenido Julio.
Dolía mucho.

Tu cuerpo mi delito y tus labios mi pecado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora