Se acerca el peligro

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Por primera vez en mucho tiempo, sentía que no tenía el control de la situación,sino que la situación lo tenía de mí,sin embargo,no temía a perder mi vida,si no a que la persona que me había llevado hasta ese punto,no pagase por ello.

Mairim. — *escupiendo en la cara de él* obliga me,no soy juguete de nadie.

Entonces entro a la sala el otro hombre,el que me disparó.

Desconocido 2. — *Retirándose,soltando la con cuidado y limpiando su cara con un pañuelito,luego,acomodando su traje* Está bien.

Desconocido 1. — ¡¡¡Zorra!!! *Le da un guantazo en seco*

Mairim. — *escupiendo sangre* así que no sólo disparas a mujeres sin oportunidad de defenderse *susurrando* si no que también les pegas.

Entonces se acercó a mí de manera brusca,con intenciones de hacerme aún más daño,pero fue parado justo a tiempo por él,el hombre de negro.

Mairim. — *les mira y sonríe*

Fue lo único que me salió en el momento,estaba jodida,herida. Y fue por culpa de uno de esos dos capullos.

Desconocido 2. — Tranquilo,por ahora no es necesario que la matemos a palos, además...la señorita lleva razón,fuiste y eres, solamente,un cobarde.

Entonces el hombre se peino con los dedos pasándolos por su pelo, empujó al hombre de negro para que le soltase y salió de ahí indignado.

Mairim. — Te vi con todos esos hombres,pero... ¿De verdad trabajas con ellos?

Desconocido 2. — Si pudieses ponerme un nombre,¿cuál sería?

Mairim. — Eso no tiene nada que ver ahora,estoy herida y de morir,durante poco tiempo podré llamarte así,sin embargo,te reconozco porque siempre vas de negro.

Desconocido 2. — El hombre de negro entonces,pronto sabrás mi nombre y por tu bien,porque no vuelva a ocurrir un accidente,que podría no serlo,mejor comportate,no te conviene sacar a ninguno de esos hombres de sus casillas y...mucho menos *se acerca a ella,se arrodilla frente a ella como si fuese a pedirle matrimonio,acercando sus labios al oído de ella,susurra* a mi.

Por mi cuerpo recorrió una extraña e irreconocible sensación.

Desconocido 2. — Te he traído algo. *Sale y vuelve a entrar en la sala,esta vez,cerrando la puerta con llave,se acerca a ella y sonriendo le muestra una rosa blanca* Tan pura como tú,¿No es cierto?

Mairim. — *sentada con apenas un ápice de fuerzas,lo mira* ¿Porqué?

Desconocido 2. — Es un regalo,no menos precies un regalo. *Acercándose a ella,agachado frente a ella y con la rosa en la mano,la pone en frente suya* ten

Me parecía curioso,el hombre llevaba unos guantes negros,claro,siempre haciendo justicia a su mote,el hombre de negro.

Mairim. — *mira la rosa y aludida de todo,se centra solo en esa hermosa flor,que procede a tocar,apartando segundos más tarde la mano repentinamente y haciendo un pequeño sonido a quejido* ¡Ay!

Me había rasgado algo la piel,pero la rosa,no parecía tener espinas.

Desconocido 2. — ¿Te fías de alguien a quien no conoces,que te ofrece una flor,en un sótano donde te tiene escondida? Pobre e ingenua mujer, ahora,se acerca el peligro.

No entendí nada,pensaba que el era el bueno entre todos esos diablos a los que yo no podía llamar hombres.

~~~~~~Continuará~~~~~~

Tu cuerpo mi delito y tus labios mi pecado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora