Tu cuerpo mi delito y tus labios mi pecado.

¡Joder,que oportuna ella también!

Acababa de mostrarme toda la casa,el iba por delante mía y yo solo podía fijar mi mirada en su ancha y fuerte espalda,que se marcaba con la camisa blanca de mangas cortas que llevaba,bueno...¡Para que mentir! También me fijé en sus duras nalgas,joder,mejor que las mías,que rico papito. Ahora solo...le faltaba una habitación por enseñarme...

Hombre. — *Abriendo la puerta de la habitación y esperando a que ella entre para cerrar la puerta con ambos una vez dentro* y está,es tu nueva habitación,donde probablemente pases el mayor parte de tiempo durante el día. Oh y allí,tienes un baño,con ducha y bañera. Y por supuesto... *La agarra de ambas de sus muñecas y la pone contra la puerta,haciendo que se escuche un ruido extraño* me tienes aquí para lo que haga falta.

Mairim. — *tratando de forcejear para que le suelte y con una voz molesta* está bien,entendido.

Hombre. — *sonriendo* bien,me gusta dejar las cosas claras.

Me fijé en el tatuaje de su cuello,en el que antes no pude fijarme,tenía una serpiente tatuada. Y de verdad...entre las cosas que más me ponen en un hombre... diría que los tatuajes son de las primeras y...pfff este no solo tenía el tatuaje del cuello,también tenía ambos brazos tatuados y así como estaba tratándome,me está poniendo bien cachonda. Y entonces,¡De nuevo!

Iria. — ¿Ya le has enseñado la habitación no? *Desde el otro lado de la puerta intentando abrirla*

Nos apartamos los dos y aún así Iria no conseguía abrir la puerta,ambos lo intentamos y tampoco llegamos a lograr nada,que extraño,acabábamos de quedarnos encerrados. ¡Pero ojo,que eso no parecía ser todo!

Hombre. — Iria,la puerta no abre,yo me encargo de llamar a alguien,puedes seguir con tu trabajo.

****APAGÓN****

¡NO ME JODAS,AHORA ENCIMA SE ACABABAN DE APAGAR TODAS LAS LUCES!
Además Iria parecía haberse ido,si,se había ido a no se dónde,estábamos el y yo ahí solos y encima,con todo apagado.

Hombre. — Jejeje... *Agarrándola de la cintura* oh vaya,estás aquí.

Mairim. — Oye...no me toques,concéntrate en buscar un sitio para no chocarnos.

Sentí algo cuando agarró mi cintura y no hablo de los nervios que pusieron en punta todos mis bellos,hablo de algo en su pantalón,que rozaba con mis glúteos y que evidentemente,ignore...o eso intenté.

~~~~~~continuará~~~~~~