¿Que podía salir mal? Por dios, jamás pensó lo que se venía encima. Mucho menos con tanta intensidad.
Desde hace unas dos semanas su rutina iniciaba con él levantándose con náuseas fuertes, haciendo que el rubio se levantara y si solo eso ya era difícil, caminar al baño sin caer por los mareos era toda una odisea. A su pequeño frijol le parecía entretenido causarle náuseas, ese día en particular ni siquiera su reloj había marcado las seis en punto. Cuando se levantó repentinamente y trato de levantarse solo para vomitar sobre el piso de la habitación, apenas alcanzó a alejar la cabeza de la cama. Se enderezó, apoyo los pies en el suelo lo más lejos del charco de lo que fue su cena la noche anterior y apoyo sus codos en las rodillas, se cubrió el rostro con las manos y respiro profundo, los mareos lo atacaban y solo tenía que esperar un rato hasta que bajarán su intensidad. Sintió movimiento al lado suyo, suave y el "fru fru" de las sábanas en movimiento. Era Tony, había despertado y habia dicho algo entre sueños incluso poco entendible para sus oídos, luego una orden a Jarvis y finalmente un movimiento sobre la cama, para sentir su pecho en su espalda y sus brazos rodeándole el abdomen. Su cabeza apoyado en su hombro, besos en su hombro, suaves. El reactor cálido en su espalda vibrando muy levemente, quiso llorar. Se sintió estúpido y no supo que era lo que sentía. Poco después, un mar de sentimientos confusos que lo ahogaba en una tormenta, con ese leve escozor en los ojos por las inevitables lágrimas que amenazaban con salir. Podía reconocerlo como un ataque de hormonas, era común durante el embarazo el desequilibrio emocional causado por las hormonas. Pero se sentía tan extraño y más para el que estaba acostumbrado a mantenerse firme, en control de sus emociones para apoyar a quien lo necesitará si eso implicaba ignorar su propia carga. Ahora no podía porque sentía romper en llanto como un niño débil, él no era débil. Llorar no lo hacía débil pero el pensamiento tan arcaico lo hacía detenerse y tratar de esconder lo mejor posible su tristeza, incluyendo las lágrimas. Solo había pocas ocasiones en las que un hombre podía llorar sin que lo miren raro, aunque actualmente ya no era tan raro. Para él seguía siendo raro. Su pecho se apretó en angustia, realmente se sentía mal y pequeño, odiaba sentirse pequeño.
—Tranquilo, beloved. Está bien, fue un accidente y ya ordene a Jarvis contratar al servicio de limpieza.... Solo tranquilo...—Murmullos suaves de consuelo salían de la boca de su castaño, estaba preocupado y era entendible. Lo sintió besando una que otra vez su cuello, sus manos en su vientre. Acción que hizo que en su pecho de instalará una sensación cálida de alivio, por sobre todo ese mar de dudas.
—Lo siento, no quise despertarte... Dios, es difícil que duermas tan profundo y lo arruiné.—Aun tapando su rostro con las manos, la boca con un sabor amargó por el vómito y el escozor en su garganta, sus fosas nasales con el mismo escozor contrayéndose por el olor del vómito.
—No tienes que disculparte, ya es-...—. El rubio no tuvo ni tiempo para quitar a Tony de encima, cuando salió disparado al baño casi tirando la puerta por la fuerza excesiva. Tambaleó y se tiró frente al inodoro con segundos cortos para levantar la tapa e inclinar la cabeza. Volvió a vomitar, su abdomen y estómago contrayéndose, sus hombros duros, los músculos de su espalda haciendo un esfuerzo. Sus brazos firmes y sus manos en un agarre fuerte en el inodoro. Juraba que lo habia agrietado, se vio a si mismo sacar lo poco que conservo en el estómago y un recuerdo lo atacó, volvía a ser pequeño de nuevo. El chico escuálido de Brooklyn, que se enfermaba con demasiada frecuencia y que cargaba con toda enfermedad hereditaria conocida por la humanidad en esos tiempos, su delgado cuerpo pegado a la taza del inodoro vomitando, pero por la comida en mal estado dada por Bucky sin saber su mal estado. Esa vez había enfermado de una gripe común, pero a él le había parecido una neumonía severa por su problema con el asma. Apoyo la cabeza al costado del inodoro, sudoroso por el esfuerzo y la fiebre. En esta ocasión no era Bucky quien estaba en el marco de madera maltrecho de la puerta con el rostro preocupado, era Tony. En su baño y en su pisó, una puerta con marco metálico y vidrio templado reforzado bien cuidado. Ni rastro de las grietas y manchas humedad en el tapiz de su baño en ese antiguo departamento, solo un fino azulejo de cuarzo blanco reluciente, dando contraste con el piso gris oscuro. Respiro profundo, no olía a humedad o a moho. Solo a desinfectante y a jabón aromático, volver a recordar su pasado lo hacía sentir ajeno a los dos lados de la linea, no podía adaptarse del todo bien en la sociedad moderna y si volviera a su tiempo no podría volver a adaptarse a sus preciados años cuarenta. Tantas ideas de las que se había acostumbrado en este tiempo presente, habían sido tabú en los cuarenta, eso incluía ser hombre y estar embarazado. Eso era una idea aberrante en esos tiempos, ahora era más normal. Levantó la cabeza por fin y con su mano bajo la palanca del baño, el vómito de diluyó con el agua y desapareció por el desagüe. Se levantó por fin y se dirigió al lavabo, tomo su cepillo dental y lo mojó para poner un poco de pasta y lavarse la boca, para quitarse el desagradable sabor a ácido del vómito. Todo bajo la atenta y preocupada mirada de su castaño, eran las cuatro de la mañana al parecer. Ahora tenía hambre y por si no fuera suficiente, pensó en pepinillos con crema batida dulce. Díos, ya estaba pensando en cosas raras, cuándo por fin se sacó el sabor de la boca, escupió toda la espuma de la pasta y se enjuagó la boca, limpio el cepillo y lo dejo en su sitio. Se dió la vuelta en dirección al castaño quien no se había movido de la puerta con los brazos cruzados, sus ojos café cálidos y hermosos opacados por la preocupación. Sonrío levemente, recargando ambas manos en el marco de la puerta acercando su rostro al del castaño.
—Lo siento, es demasiado temprano....—Murmuro, viendo cómo Tony tomaba sus manos para jalarlo a la cama de nuevo.
—No importa, me había despertado antes. Pero, ¿No quieres hacer algo de "ejercicio" ahora que ninguno tiene sueño?—La sonrisa coqueta de su castaño lo convenció y sonrío fingidamente inocente, ya sabía que tipo de ejercicio sería.
—Ummm ¿A que tipo de ejercicio se refiere usted señor stark?...
—Te aseguro que es mejor que correr por todo central park, es un tipo de cardio.—Las risas cómplice no se hicieron esperar en la pareja, había una toalla en el lugar donde estaba su vómito. Pero lo pasaron de largo, alguien lo limpiaria después, no tenían que preocuparse. Mucho menos por interrumpir su jornada de "ejercicio".
Sin duda sería lo más divertido por hacer, al menos hasta que dieran las seis...
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A veces cuando planeas una cosa, te sale otra completamente diferente.... Dijo el Drake.
Próximo capítulo "antojos" se vienen las weas raras gente ajsjajsjs. E leído de casos donde a las embarazadas les da pica. Y tienen antojos de cosas muy extrañas y a veces peligrosas. Solo por qué el olor o la textura se les vio antojable, pero Steve no pasa de los pepinillos con crema batida xD
Día dos completado! Espero que les haya gustado banda. Y nos leemos mañana.
Atte: Mr.Radio Demon
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Primer Embarazo
FanfictionSteve y Tony como padres primerizos, ¿que podría salir mal? #admpreg2022 #ilitiaforever #mpreg (Agosto de mpreg, Stony, Steve Bottom)