Primer Embarazo

Día doce: Fugas de leche

Se sentía tan fatigado, como un gato en su quien siesta en el día. Aunque realmente era su quinta siesta en el transcurso del día, no es que hubiera echo el mayor esfuerzo o que haya hecho ejercicio, simplemente estos días había tenido un desabasto de energía. Era entendible por su estado tan avanzado de gestación, era increíble que el Steve Grand Rogers, el hombre que hacía ejercicio todos los días sin cansarse, ahora estuviera en cama todo el día por la fatiga. Incluso si quisiera salir a caminar al jardín de la mansión, ambas mujeres pelirrojas no lo dejarían porque algo estaban haciendo afuera, no era tonto. Sabía de buena fuente que ambas estaban organizando un baby shower, era de esperarse pues tenía ocho meses, se sentía de alguna manera querido y apoyado por sus amigos, recordo que en su pequeña libreta había anotado nombres para su bebé, incluso los que habían sido recomendados por los vengadores. Thor era quién había acaparado parte de la lista con nombres nórdicos, para su pequeño guerrero o guerrera, nombres como Alffar, gunnr, Lars, Onni o Ragnar, si su bebé era un niño y si su bebé era una niña, estaban los nombres Birgitta, Brandr, Brunilda, Helga, Hilga o Gerda. También estaban los nombres de Ida, Sigridr y Tyra. Todos esos nombres con significados dignos de un guerrero valiente y capaz,  o al menos eso había dicho Thor cuando quiso unirse a la actividad de los demás, de escribir su lista de nombres para el primogénito de los Stark Rogers y así ayudar a la pareja en la selección de nombres, desde hace unos meses que estaban aplazando saber el sexo de su bebé, puesto que Tony había entregado el sobre con esa información a Pepper, pues ambos acordaron que sería una sorpresa para este evento en específico. Se acomodo por quinta vez en la cama, para volver a dormir. Aunque ahora el sueño se le había escapado, giró su cabeza hacía la gran ventana de la habitación, en ella podía verse el bastó mar azúl y un cielo bastante bonito, pero sus ganas de dibujar eran las mismas que tenía para levantarse y bajar a la cosina, al ya no poder dormir. Recargo su espalda en el respaldo de la cama, pasó un brazo por su vientre, suspiro y ordenó a Jarvis encender el televisor, aunque él mismo cambio de canales. No había uno que llamara su atención, había películas y reality shows, nada fuera de lo común.

—"Impactantes imágenes de Anthony Edward Stark, golpeando a un-"—.Y la I.A había cambiado rápidamente el canal a uno de deportes, con un partido de béisbol. Justo en el momento en el que el tipo anotaba un jonrón.

—Jarvis, regresa al canal de noticias—.Exigio al notar como el control no respondía a sus acciones, quería regresar al canal de noticias. Quería saber que era lo que iban a mostrar de su prometido castaño.

—Capitan Rogers, le sugiero para su estado de salud, que desista de ver los canales de noticias—.La voz de la I.A le pareció haberla escuchado nerviosa, como si tratara de ser lo suficientemente cuidadoso para que no insistirá, pero claro que lo haría. Necesitaba saber que era lo que estaba pasando.

—Jarvis, te pido que cambies de canal. O encontraré la manera de saber que sucedió por mi cuenta—.Jarvis se quedó en silencio, como si pareciera que lo estuviera pensando, luego de unos minutos. Que para Steve había sido como una eternidad, al final. La I.A cambió de canal, ahora con las imágenes de la noticia que tanto quería ver el rubio.

—"Anthony Edward Stark se vio envuelto en controversia, al golpear en vivo por cadena nacional. A un presentador del programa nocturno "goodnight show", pues este presuntamente insinuó en la entrevista que el prometido del multimillonario, Steve Grand Rogers. Era un gold digger".

—Jarvis! Apaga éso!—.La voz de Tony lo hizo sobresaltar del susto, no sabía cuándo había entrado. El susto lo hiso alterarse y ahora su tranquilidad se vio perturbada por una sensación de falta de aire. El castaño dejo la bandeja de comida en la mesita de noche, para auxiliar a su prometido, quien se enderezó lo mejor posible y respiro profundo. De alguna forma la falta de aire le hacía recordar su antiguo problema con el asma, que lo aquejó desde muy joven y ahora esa sensación volvía, pero por motivos distintos.