🧸 ¿𝐀𝐠𝐢?

𝐂𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚𝐜𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬

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Terminada la época de exámenes, la pareja finalmente disponía de tiempo para sí y decidieron aprovecharlo de la mejor manera posible, aún si el clima no estaba de su lado.

Cuando organizaron la salida imaginaron que sería algo tranquilo en casa, pero a vistas de que el día estaba precioso decidieron cambiar un poco la velada. Sería un picnic, en el campo, con todo lo digno para que sea como el de una película.

KiHyun, emocionado con su propia idea, preparó decenas de postres aún si HyunWoo le pidió que no se esforzara demasiado. El moreno pensaba cocinar pero a pedido del más bajo, acabó comprando algunos pasteles en una tienda y por supuesto no dudó en conseguir una cesta de mimbre con una manta a cuadros roja y blanca aún si le costó un viaje por toda la ciudad.

Llegado el domingo, ambos se despertaron a media mañana emocionados por la ocasión. HyunWoo fue quién primero se levantó de la cama, dispuesto a preparar todo mientras su novio se aseaba pero para KiHyun, desde que despertó, las cosas no le habían sido fáciles y se notaba a sí mismo más adolorido que días antes.

Por supuesto le atribuyó los malestares a la incomodidad de su crecido vientre y a la postura en la que durmió, nada impediría que él y HyunWoo tuvieran su preciado picnic pero cuando se metió a la ducha una fuerte punzada dio inicio en la parte baja de su abdomen y un alarido bajo escapó de sus labios producto de ello.

—¿Amor? ¿Está todo bien?

Enderezandose lentamente, KiHyun recuperó el aire suficiente como para poder decirle que sí y siguió con su baño. HyunWoo no tardó en entrar también con la excusa de ahorrar tiempo y agua por lo que en a más tardar media hora, ambos salían hacia la cocina dispuestos a sólo hacer unos últimos ajustes y ya partir al día de campo que tanto ansiaban tener.

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El campo que escogieron quedaba en las afueras de la ciudad, una zona dónde aún se conservaban árboles y vegetación; un lugar poco transitado pero con un paisaje envidiable a pesar de lo básico que era.

Disfrutando del sol sobre ellos, durante el trayecto hablaron de mil y un cosas sin aburrirse, colocaron música y de momento también cantaron a dúo sintiendo cada canción pese a lo triste que podía ser la letra. Cuando llegaron a destino, HyunWoo ayudó a KiHyun a bajar del auto y juntos caminaron hasta debajo de un árbol apreciando su sombra y la suave brisa, dónde dejaron la manta para poco después sentarse sobre ella y colocar encima los postres que ambos deseaban degustar.

—Podrían haber salido mejor, Nunu. Entenderé si no quieres probarlos. — KiHyun dejaba cada platillo sobre cobija, amargandose de la diferencia visual entre los suyos y los comprados.

—¿Qué cosas dices? Los tuyos son un millón de veces más deliciosos. —Exclamó tomando un trozo de carrot cake. —Mi favorito.

Ver a HyunWoo comer con tanta emoción casi logra hacerle olvidar la nueva punzada en su vientre pero esta era más fuerte que la anterior y no sólo se llevó su atención, sino también el aire de sus pulmones por un instante.

—¿Quieres? —A pesar de sus muecas, el moreno parecía no haber notado nada por lo que KiHyun sólo asintió pues creía que era una cuestión de postura que se le pasaría en un momento y no quería alarmar a HyunWoo. —Es lo mejor que he comido.

—¿Tú crees?

—Bueno, en realidad tengo otro postre favorito pero creo que sería algo atrevido pedirlo aquí mismo.— KiHyun comenzó a reír ante las explicaciones del moreno. —¡De verdad!

—¿Ah sí? ¿Qué es?

Sin esperar, HyunWoo tomó los labios ajenos con los suyos apenas tocándose entre sí, acto suficiente para que en los belfos de KiHyun quedase algo de crema batida de la que traía el pastel que el mayor comía con tanta adoración.

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Cuando llegó el atardecer, el clima también empezó a bajar y para evitar que KiHyun enfermase HyunWoo tomó la iniciativa de regresar a casa, comenzando a ordenar los recipientes de cada postre mientras su novio hablaba entretenido con su vientre, teniendo al parecer una profunda conversación con el bebé.

—Ya está todo listo. ¿Nos vamos?

KiHyun estiró su mano con la intención de que HyunWoo lo ayudase a ponerse de pie. El mayor lo hizo sin siquiera dudarlo, pero de un momento a otro las rodillas del más bajo se vencieron y cayó al piso agarrándose el abdomen.

—¡KiHyun!

El desespero en el rostro de HyunWoo era visible a leguas de allí. Al instante se agachó a su lado, siempre sosteniendo la cintura de su pareja, para ver qué ocurría.

Sin esperar tomó al más bajo por debajo de sus rodillas y lo alzó con cuidado llevándolo hasta el auto mientras el menor se retorcía de dolor susurrando una y otra vez las mismas palabras: ya viene... ya viene.