𝐏𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫 𝐜𝐮𝐦𝐩𝐥𝐞𝐚𝐧̃𝐨𝐬

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La bañera azul con tres patitos decorados en sus paredes tenía agua hasta la mitad. Era pequeña, KiHyun acostumbraba a usar la tina de baño con precaución ahora que EunJunnie estaba más grande, pero HyunWoo decidió ir a lo seguro, bañó al pequeño y con ayuda de una esponja enjabono castamente su cuerpecito. En el cabello aplicó el shampoo indicado y aunque desperdició una buena cantidad de tiempo haciéndole peinado con espuma, para poco antes de media mañana, EunJun ya estaba seco, envuelto en su toalla favorita y en los brazos de su padre, quién le hablaba frente al espejo mientras se cepillaba los dientes.

—Hicimos un muy buen trabajo, EunJunnie.— se autofelicitó viendo al bebé sobre la cama, jamás creyó que lo lograría.

Caminó a la cocina y encendió la televisión buscando una caricatura. EunJun no se quejó al ser dejado en su andador, lo amaba y a pesar de ser un peligro, HyunWoo se mantenía cerca de él por lo que no le veía problema a que jugara allí un rato; el único que no dedicó a su hijo fue cuando miró su celular y no una vez, sino varias, a la espera de un mensaje de su esposo que había salido de casa temprano en la mañana y aún no daba señales de regresar.

—¿Qué le toma tanto tiempo? —preguntó acomodando un cojín. EunJun mordió su sonaja sin comprender pero también notaba la ausencia de su papi.— Salió por globos hace dos horas.

HyunWoo a pesar de ser una persona tranquila, llevaba una hora con el corazón en la boca. Él y su esposo llevaban semanas organizando el primer cumpleaños del bebé, con un desayuno colorido y muchos regalitos pero un cambio de pañal urgente destruyó sus ideas. KiHyun no sabía nada de ello, el moreno planeaba decírselo en cuanto llegase pero el tiempo avanzaba y no tenía una sola noticia de él.

—¿Dónde estás, KiHyun? Por Dios, debí haber ido en su lugar. —EunJun succionaba su chupete señalando la puerta, HyunWoo lo miró y sonrió, debía mantenerse sereno por él. —Ya vendrá, de seguro está buscando los mejores globos para ti.

HyunWoo se sentó junto a él, distrayéndolo con los móviles que traía el mismísimo andador mientras vigilaba su teléfono a la espera —o no— de una llamada hasta que la puerta se abrió.

—Ya volví.

La voz de KiHyun causó un revuelo en ambos, EunJun gritó y estiró sus manitos en lo que HyunWoo se ponía de pie para ir a recibir al contrario.

—Siento el retraso ¡La mitad de las tiendas estaban cerradas! Tuve que viajar al otro lado de la ciudad pero lo conseguí.— comentó orgulloso. —Vi tus llamadas pero mi teléfono se cayó en cuanto bajé del auto y la pantalla se dañó. Perdóname si te preocupé.

HyunWoo lo acercó a su cuerpo y besó su frente asegurándose de que en verdad estaba a su lado.

—Me preocupaste demasiado. —admitió en un susurro.

—¿Esa es tu excusa para andar por ahí sin remera?

El moreno se alejó riendo, encantando de la sonrisa de KiHyun que tenía cierta magia capaz de aliviar todos sus problemas y preocupaciones.

—Eso fue culpa de EunJunnie.

—Ya veo, ahora le echas la culpa a mi bebé. ¿Es malo, no es así pequeño? ¡Qué guapo estás, EunJunnie!

—Lo bañé yo solito.— dijo con los hombros en alto— No se como pero tenía popó hasta en la nuca y el pañal, sin una pizca.

KiHyun rio besando las mejillas del bebé y después alzó su rostro en busca de los labios del mayor. Cuando EunJun se soltó a reír por verlos besándose, ambos cayeron de regreso a la realidad y una mirada cómplice fue suficiente para que atacaran las mejillas del cumpleañero que seguía amando de las caricias de sus papás al igual que hace unos meses atrás.

🧸            ¿𝐀𝐠𝐢?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora