𝐏𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚𝐬 𝐩𝐚𝐥𝐚𝐛𝐫𝐚𝐬

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KiHyun, desde su lugar seguro también conocido como "el pecho de HyunWoo", movió su nariz en el cuerpo desnudo del contrario, aprovechando para cambiar de posición mientras el moreno lo estrujaba aún más en su abrazo.

Era sábado, temprano y silencioso, ideal para dormir unas cuantas horas más sin siquiera cambiar de lugar.

Cerró los ojos otra vez, aspirando el aroma del moreno en un intento de recuperar su preciado sueño más la inquietante sensación de que alguien lo veía no lo dejaba en paz desde que abrió los ojos.

—¿EunJun?

La voz ronca, señal de recién despertar, fue suficiente para que el bebé comenzara a dar saltitos en su cuna. Estaba despierto, de pie y muy aburrido.

—¿Qué haces ahí parado?

Desde hace un par de días, EunJun había comenzado a pararse por sí mismo por lo que KiHyun no se sorprendió. Sosteniéndose de los barrotes, el bebé aprendió que tenía una excelente vista hacia la cama de sus papás y al parecer babear la barandilla resultó más divertido que llorar y KiHyun agradeció aquello.

—Alguien despertó temprano.— tomándolo en brazos, el bebé comenzó a tirar de su playera por lo que supo que quería su desayuno cuanto antes. —¿Cómo amaneció mi bebé?

Los pocos pelos del pequeño estaban revueltos, en todas direcciones y lo volvía más dulce que de costumbre, sobre todo si sonreía ante la voz de su papá KiHyun.

Alzando su pijama, anteriormente remera de HyunWoo, amamantó al pequeño meciéndose levemente para que volviera a dormir pero viéndose mutuamente, llegó a la conclusión de que en realidad ninguno quería seguir descansando. En su lugar, se cambió a sí mismo y a EunJun para después ir a la sala dónde no molestaran a HyunWoo al jugar.

KiHyun movió más al centro de la habitación el corralito y dejó al bebé en él junto con algunos juguetes antes de ir otra vez a la habitación. EunJun, acostumbrado a ver a su padre ir y venir, comenzó a jugar con su sonaja.

—¿No lloraste, verdad? Ese es mi bebé. —dijo cuando regresó junto con una caja grande y varias herramientas que por supuesto dejó lejos del pequeño.

Los ojitos de EunJun brillaron al instante al ver la caja, KiHyun no tenía demasiada experiencia com bebés pero sabía a la perfección que la mayoría de los pequeños se volvían locos cuando veían cartón y tal parecía que su hijo no era la excepción pues dio inicio a un llanto ensordecedor que no acabó hasta que consiguió sentarse dentro de la caja dónde venía el andador que el mayor trataba de armar.

—Viene con instrucciones ¿Qué tan difícil podría ser? —dijo en un intento de consuelo hacia su persona.

Desgraciadamente el juguete era más que difícil montar y tener a un bebé de meses a su alrededor balbuceando y gateando lo volvía todo más complicado. Su cabeza dolía y no podía centrarse ni siquiera en leer las instrucciones dado que EunJun encontraba divertido el juego de su papá: aprender palabras.

—Pa-pá.

Pa-pa-pa-pa~

—Nu-nu.

Ba-ba-na-nu.

—Ki-ki.

Ti-ti-ti...

¡Y no tenía fin!

Cuando HyunWoo despertó, lo hizo al notar la soledad en la habitación. Su esposo no estaba y el bebé tampoco así que decidió dejar de perder tiempo e ir con ellos.

La imagen de KiHyun sentado en el piso, con su cabello revuelto y su remera en él acompañado del bebé que a su lado permanecía sentado mirándolo mientras ambos hablaban le pareció irreal. El tiempo volaba.

—Buen día. —saludó acercándose a su familia. KiHyun acomodó sus lentes al oír y alzó la vista antes de recibir su beso de "buenos días".

—¿Te despertamos?

—No, en realidad no.— HyunWoo tomó a EunJun y besó su mejilla. —¿Qué haces, amor?

—Intento armar el andador de EunJun pero hay algo que va mal y no sé que es.

HyunWoo acomodó a EunJun sobre sus piernas para después tomar el manual. Aún si parecía chino básico no le era complicado entender las imágenes y suponía que la pieza escondida tras el sofá era lo que faltaba. El bebé era un experto en esconder juguetes ¿Porqué no lo sería con piezas de tamaño similar?

—Creo que esto es lo que falta.— dijo HyunWoo acercándole el trozo de plástico.

—Eres un travieso.— Tan pronto como lo vio, KiHyun suspiró entre risas y dejó un beso en la mejilla del bebé que sólo rio.

Él amaba los besos, ya sea viendo a sus padres o sintiendo sus mejillas apretujadas le era suficiente para comenzar a reír.

—¿Quieres otro, osito bebé?

Con cada demostración de afecto, sus ojitos se convertían en dos líneas idénticas mientras su sonrisa crecía hasta llegar a ser una carcajada que dejaba ver sus únicos dos dientes. Sus papás ante la encantadora imagen no podían dejar de hacerlo y al cabo de unos minutos, toda la carita de EunJun terminaba cubierta de besitos.

—Uno... Dos... Y tres.

La risotada del bebé no tenía comparación ahora que cada papá besaba una de sus mejillas. Él era el más feliz con algo tan simple como besitos.

Cuando KiHyun pudo retomar su labor, HyunWoo intentó hasta lo imposible para distraer al bebé.

Jugó con él, colocó música, le enseñó la vista desde la ventana, le preparó un biberón pero nada lo convenció. Él quería a su papá Kiki pese a todo.

—¿Dónde está EunJunnie? -HyunWoo cubrió al bebé con la cortina.— ¡Aquí está!

Su última idea quizás podría ser la solución pero el bebé reía siempre que volvía a verlo y no tardaba en estirar sus manitos hacia el blanquecino y gatear a él en cuanto la tela se movía.

—Me estoy quedando sin ideas.— avisó divirtiéndose al ver a Eun ir hacia su esposo, colocándose sobre su rodilla con ambas manitos para después estirarse y balbucearle al oído.

A KiHyun no le quedaba nada para terminar por lo que simplemente acomodó al bebé entre sus brazos y continuó hasta que pudo decir la tan esperada frase:

—¡Ya está!

Tras moverlo ligeramente para saber si funcionaba o no, colocó a EunJun en el andador. Al principio parecía gustarle la idea pero pronto estiró sus manitos hacia los adultos quitando el chupete de su boca para poder expresarse mejor.

EunJun había despertado temprano en la mañana así que comenzaba a tener sueño, hambre y el movimiento del carrito era algo completamente nuevo para él, desesperado pidió ayuda pero esta no resultó como esperaba:

—Pa-pa-pa... Pa-pa.

HyunWoo y KiHyun se miraron, a su parecer había dicho papá y no había nadie alrededor que pudiese corroborar lo contrario.

—¿Acaba de decir papá?

Con el corazón bombeando pura felicidad, KiHyun lo tomó en brazos y besó su mejilla antes. HyunWoo, junto a él, no podía parar de sonreír sin decir una palabra; sus ojitos brillosos lo decían todo.

¿A quién le importaba a qué papá se dirigía?

EunJun los había elegido a ambos como su primera palabra.

🧸            ¿𝐀𝐠𝐢?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora