Bailando con el amor.

¿Ayuda?

Haber,todos hemos pasado por momentos embarazosos o vergonzosos en los que queremos que nos tragé la tierra y no volver a salir en siglos,bueno,esta era la situación en la que Hinata se encontraba,o eso creía él.

Ya se había despertado hace rato pero aún no podía creer todo lo que había pasado ayer,le había contando todo a Kageyama y encima le había dejado quedarse en su habitación,¿Con el permiso de quién?,exacto,de nadie,tendría que disculparse muchísimas veces, iba a ser tan vergonzoso cuando pasara,ahora solo podía taparse con la manta y esperar a que la tierra lo tragara.

Suspiró,para levantarse de cama e inspeccionar un poco la habitación,no tardó en encontrar el baño,no se sobresaltó al verse en el espejo,podía haber sido peor.

Notó que todas la heridas estaban muy bien curadas y que las vendas que le habían puesto estaban perfectamente colocadas.

¿Acaso Kageyama había sido médico en una vida pasada?,no,no creo...¿O si?,no,no lo veo como médico.Dr Kageyama,vale,no.

El principal problema que veía él era el moratón,quizá sí se lo cubría con algo de maquillaje podría taparlo,lo demás le daba más o menos igual.Puede que vendieran en el supermercado de al lado algo por el estilo.

La cuestión ahora era como salir de aquel piso,¡Era un maldita fortaleza!,primero tendría que salir de la habitación,¿Con que ropa?,con ninguna,por que ayer se la rompieron toda,no podía ir solo con una camiseta de Kageyama por la vida,por si eso no fuera suficiente tendría que sortear la cocina y la sala,donde seguramente había gente,para luego salir a la calle bajo la atenta mirada de todos por llevar un ojo morado.Vamos,que era imposible.

Se apoyó en el lavabo,¿Que narices estaba haciendo con su vida?,o más bien,¿Que narices habían hecho con su vida?.

Se echó algo de agua en la cara,necesitaba aclararse.

-¿Hinata?- Kageyama apareció detrás de Shoyo.

-¡AHH!- Hinata dio un saltó en su sitio.

-Oye,no grites- Tobio frunció el ceño.

-No,si ya te digo yo que tienes un problema en la cabeza- dijo jadeando,agarrando la camiseta de Kageyama por la zona donde se encuentra el corazón.

-¿Y eso ahora a que viene?.

-¡¿Que a que viene?!,¡Casi me dan nueve mil paros cardiacos,y todos a la vezp!,¡Nunca me asustes por detrás,no me gusta!.

-Ah,perdón,¿No te gusta que te asusten con lo que no te gustan?.

-Bueno punto- susurró.

-¿Como te encuentras?

-Mejor que ayer,gracias.

-Bien...

-Si...

Lo que pasó después lo describiré en dos palabras, silencio incómodo.

-Yo...tengo que prepararme para mis clases- Esquivó a Kageyama y salió del baño.

-¿Estás loco?- Él lo agarró del brazo.

-¿Eh?

-¿Que si estás loco?

-¿Y eso por qué?- frunció el ceño.

-No puedes ir a dar clases en ese estado.

-Si que puedo,ya lo he hecho más veces,no me molestará hacerlo una vez más.