Kageyama está de viaje con la selección japonesa en Brasil y-por perder una apuesta tonta-tiene que acudir a una academia de baile para intentar aprender el baile tipico de este país si no quiere tener un castigo peor por parte de sus compañeros de...
Cuando las letras estén así significa que se está narrando algo en pasado, cosas que ya han ocurrido pero visto desde el punto de vista de alguien.
¡Disfruten!
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Según voy dejando atrás la cuidad, sus vivos colores van desapareciendo, y son remplazados por gamas de negro y colores oscuros, que dan paso a un sentimiento temeroso.
Las luces delanteras del autobús rompen aquellos colores y hacen que la carretera sea visible, y aún que es cierto que una mínima parte de esas luces llegan hasta mi sitio, no iluminan lo suficiente mi parte cómo para poder observar donde me están llevando y/o que paisaje me estoy perdiendo.
Las luces del autobús están apagadas, solo dos líneas de luces led blancas pegadas al suelo destellean ligeramente, supongo que para quién quiera levantarse.
Yo me pongo mis cascos y le doy al botón de: "canciones aleatorias" en mi playlist.
El murmullo es algo débil, somos pocos lo que viajamos a esta hora de la noche, creo que todos lo hacemos con el mismo propósito: ver la lluvia de estrellas.
En el autobús viajan algunos niños con sus respectivos padres, parejas y un pequeño grupo de adolescentes. Los niños hacen algo de ruido y algún que otro berrinche por la oscuridad del lugar, pero que puedo decir, a mi de pequeño tampoco me hacía gracia.
Miro por la ventana y gracias a dicha luz delantera del autobús—y mi propia luz del móvil— puedo verme reflejado.
No me he peinado mucho a pesar de ser una situación especial, mi pelo se enreda con facilidad y es una tortura peinarlo, por eso prefiero dejarlo así.
De ropa tampoco es que lleve algo impresionante, llevo unos pantalones vaqueros, una camiseta larga cubierta por una sudadera, y un abrigo con forro calentito por dentro. Las noches en El Salvador son frescas, y siempre hay que ir preparado, especialmente donde creo que vamos a ir.
Porque cómo ya he dicho anteriormente, no se dónde voy, bueno no, si lo sé, pero es esas veces que has oído hablar de algún sitio pero no has estado.
El viaje se me está haciendo eterno. Supongo que sí me distraigo el viaje si hará más corto.
Bajo el brillo del móvil y comienzo a rebuscar entre las diferentes canciones que hay disponibles para mis próximos bailes.
Cómo profesor tengo que innovar, rebuscar hasta encontrar algo que caracterice mis clases para que se apunten, y así, ganar dinero.
Cierto es que no todo lo que consigo lo recibo yo.
Mi trabajo—aparte de enseñar a bailar— es atraer a las personas, mostrarles porque apuntarse a esta academia y a mi clase y no a las trescientas que hay en la cuidad. Cuántas más personas traiga más van a pagar a la academia y depende de eso es lo que cobro yo.