Parte 14

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Media hora después, al terminar de despedirme de mi padre, desearle que se recuperara y decirle que no dudara en contactarme si necesita algo, salí por la puerta, tal vez un poco más apresurado de lo que debería así que no me sorprendí tanto al chocarme con alguien...era ella, Bethany. De cierta manera ya no la vieron de la misma manera, luego de lo que me contó padre y pensar un poco en ello (dentro de lo que cabe considerando el poco tiempo que tuve para asimilarlo). Era diferente, un sentimiento extraño que no sabría describir, ¿compasión, lástima, o tal vez...pena? Le esbocé una sonrisa que me sorprendió hasta a mí y me despedí, ella se quedó boquiabierta tras lo sucedido, desde el momento en el que llegó, nunca le dediqué ni una única sonrisa, pero, después de escuchar un poco de su pasado me doy cuenta de que no tuvo la culpa de todo, al fin y al cabo ella no lo sabía. Me fui directo a casa ya que esos días me quedaron en casa, es irónico, ahora hasta me pareció raro dormir en mi propia casa después de lo que ocurrió, y pensar que hasta la mera idea de que me instalara ahí me pareció bien me producía dolor de cabeza, a veces tomaba muy malas decisiones.

Al llegar a casa me encontré a Adam, casi no hablamos desde lo que le pasó a padre. Estaba muy decaído y por el momento no quise darle una reprimenda pero, pronto lo haría, no es que sea rencoroso mi nada por el estilo pero así soy, no se va a biblioteca, no de esta.

-¿Cómo estás, Adam? ¿Te sientes mejor?-Le dije acercándome a él y transmitiendo palmaditas en su cabeza, dejando caer unas cuantas gotas de su pelo, mojado por la ducha que se acababa de dar, me gusta mucho su pelo, era liso como la tela satinada, con un brillo glamuroso y elegante, yo en cambio, cuando me lo mojo lo tengo ondulado, pero cuando se seca siempre es liso, no me quejo, solo digo que podría ser mejor, también el color, siempre me dijeron que era un moreno muy bonito, pero yo lo sentí diferente, como unas esposas, unas que me ataban a mi pasado, a mi madre, a la que supuestamente padre engañó y luego dejó que se fuera, evidentemente en ese momento todo cambió, ahora era la que se escapó con su amante, que es aún peor, sin embargo, ella seguía siendo mi madre, la que me tuvo 9 meses en su vientre y la que me parió,

Al notar mi acto de afecto y hospitalidad me envolvió con sus brazos, yo hice lo mismo, debía estar bastante mal si hasta llegó a hacer tal cosa, él siempre era cariñoso, pero con el menos contacto físico posible, o al menos no lo hacía enserio

Supongo que necesita a alguien que le resulte familiar, pero a uno de verdad, ¿y que más apropiado que su hermano mayor en estas ocasiones? 

Nos sumimos en un largo y silencioso abrazo, hasta que empezó a sollozar en mi pecho, aunque no lo mostrara yo también estaba dolido, me daba miedo perder a otro ser querido, me aterraba, por lo que ese abrazo era reconfortante, me hacía sentir bien.

 Se me deslizó una pequeña lágrima por mi mejilla, la intenté reprimir, al igual que el llanto, pero no pude, afortunadamente, Adam no me vio porque me la limpié, no podía verme en ese estado, no siendo su hermano mayor, debía mantenerme fuerte y estable por los dos así que era inaceptable. <<Tengo que ser fuerte, debo seguir siendo el hermano gélido sin sentimientos, al que no le duele nada y no tiene debilidades, ese es mi papel.>>

-Está bien Adam, todo ha pasado ahora, todo va a ir bien, padre se va a recuperar.-Le dije mientras le daba pequeñas palmaditas en la espalda, intentando que se sintiera consolado, aunque debo decir que no es lo mío. Pero parecía funcionar porque levantó la cabeza que previamente tenía enterrada en mi pecho, que por cierto ahora estaba mojado por mocos y lágrimas, y con los ojos rojos como tomates me susurró un gentil <<gracias, siempre serás mi hermano favorito>>, y luego se fue, desapareciendo por las escaleras que llevaban a la ala este de la casa, donde sí estaba su habitación. Me sorprendí por lo que me dijo, ¿acaso tiene otro hermano y yo no lo sabía? 

Después de darle bastantes vueltas decidí dejar de pensar en ello y me dije que era una de sus tonterías, para despistarnos y sacarnos de la realidad un poco, spoiler, lo fue. Y como no, al dejar de pensar en ello y cuando mi mente estaba empezando a estar tranquila, me vino a la mente Liam, pero no el Liam de la reunión o el de la cena, sino el Liam debajo de mí jadeando y gimiendo por lo rápido que le estaba esperando. Cómo no, mi cabeza era así, y pensar que me cogió desprevenido, conociéndome, dios mío. Cada vez que no estaba pensando en algo relacionado con mi trabajo, con mi familia o conmigo mismo, estaba pensando en él, sin duda, si no lo vio me iba a volver loco, eso me recordó que tenía que hacer una llamada con su secretario para disculparme y concertar una cita para la próxima reunión en la que debemos firmar el contrato, estaban llamando a mi secretario, pero estaba demasiado estupefacto por lo de mi padre y luego con lo del trabajo acumulado que no pensé siquiera en hacerlo. Seguro que tienen mucha paciencia y conciencia, al contrario que yo. Seguramente ya hubiera cortado el acuerdo si fuera yo, pensando que tal vez me estaban tomando el pelo o sólo querían hacerme enfadar, por suerte no son como yo. 

A la mañana siguiente a primera hora de la mañana mientras me preparaba para ir a trabajar llamé a mi secretario y le dije que se contactara con William Architect   (la empresa de Liam se llamaba así), porque, aunque había dicho que me contactaría con ellos , no me refería directamente, así que le dejé ese trabajo a él. Honestamente no me extrañaría si renunciara en cualquier momento por varios motivos: comenzando por el hecho de que su jefe era muy difícil de manejar y terminando porque su jefe le explotaba diariamente con mucho trabajo. Para mí son razonables, porque, no os mentiré, es cierto.

Cuando estaba de camino a la oficina con el coche que me regaló mi padre este año por mi cumpleaños-un Chevrolet Corvette Z06-, que la verdad aun no entiendo porqué me lo compró teniendo uno-Y ahí iban los ricos de nuevo, alardeando de su riqueza, de verdad, no es que odie a mi padre o nada parecido, pero eso es pasarse. De cierta manera personalmente no me siento muy identificado, siempre he querido y he soñado ser alguien normal en vez de ser el heredero de una de las empresas de arquitectura más importantes. Pero no se elige quién eres, no en este ámbito.-Recibí una llamada de mi secretario diciéndome que, aparte de que estaba llegando tarde, había concertado la reunión para el viernes, o sea, mañana. No debería ponerme tan nervioso, pero de alguna manera pensar en que me lo iba a encontrar de nuevo, me hacía sentir muy extraño, una sensación que sabía que había sentido antes, pero no lograba descifrarla y recordarla hasta que, me di cuenta y lo recordé...mariposas en el estómago, de nuevo, es curioso que siempre fuera la misma persona la que me hacía sentir de esa manera, esa sensación nueva y desconocida, a la vez que aterradora por lo fugaz que puede llegar a ser.

Para (Hasta) siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora