-¿Cómo lo supiste? Creí que era muy bueno ocultando mis sentimientos, pero me da la sensación de que has destruido la poca autoestima que me tenía.-Le pregunté mientras le pasaba la yema de mi dedo en forma de círculos por su pecho fibrado.
-Tranquilo, sólo tuve que observarte, si analizas a una persona de cerca te das cuenta de muchas cosas. Dudo que otras personas lo hayan notado, no le des tantas vueltas.-Me tranquilizó él mientras acariciaba mi pelo suavemente y me tendía un beso en la frente. Estábamos en un hotel, aunque no hicimos nada. Me pasé la noche llorando como un crío, desahogándome, diciendo todo lo que nunca quise expresar. Me sentía a gusto con Liam, tranquilo y relajado.
-¿Qué debería hacer? Quiero perdonarla, pero no me veo capaz.
-Entonces perdónala.
-Cuando lo dices de esa manera hasta parece que sea fácil.
-¿Y no lo es? Si la quieres perdonar es porque lo sientes.
-No ayudas Liam.-Le dije poniendo los ojos en blanco.-Bueno, debo irme ahora o a mi padre le va a dar un infarto, le dije que quería hablar con él pero no aparecí en toda la noche, estará sacando humo por las orejas.-Le di un beso de despedida en la frente y cogí mis pantalones del suelo, porque sí, soy de las personas que duermen solamente con calzoncillos.
-Me voy, si me necesitas llámame, adiós.
Él se levantó de la cama y se sentó en ella, con la sábana hasta las caderas, al menos yo dormía con algo de ropa puesta, él dormía literalmente desnudo, podía ver cómo se le marcaba la V desde ahí, estaba tan jodidamente bueno.
-¿Y mi beso de despedida y de compensación por todo lo que hice?-Hizo pucheros.
-Ya te di un beso antes, no me seas codicioso, anda.
-Qué malo, por dios.
Me acerqué y le di un pico en los labios, me separé de él pero me volvió a acercar cogiéndome del brazo, metió la lengua en mi boca bruscamente y empezó a moverla. Separamos nuestras bocas después de un rato, me puso la cabeza en el hombro, de manera que sentía su aliento en la mejilla.
-Puedes llamarme cuando no estés bien y quieras hablarlo con alguien. Y, por favor, recuerda que no estás solo.
Asentí.
-Bien, ahora vete, no quiero ser el primer sospechoso de asesinato si tu padre decide matarte.-Me dio palmaditas en el culo para que me fuera.
-Gracias.-Y me desvanecí por la puerta.
Le envié un mensaje a Adam para quedar después, decidí contarle lo de madre antes de que se enterara por otros, me odiaría a mí mismo por ello si llegara a suceder.
-Saludos padre, Bethany.-Incliné un poco la cabeza en modo de saludo. Ellos estaban en el sofá del comedor principal, charlando sobre la vida.
-¿Dónde has estado toda la noche? Algún día me volverás loco, tú y tus tonterías.
-Padre, tenemos que hablar sobre algo importante.-Padre se enderezó, se sorprendió de lo serio que estaba.
-Voy a preparar café, hablad.-Bethany se fue tras deducir que necesitábamos intimidad. Le agradecí por ello, necesitaba espacio. Me dio una palmadita en el hombro y se fue a la cocina.
-Padre, he estado recibiendo llamadas de un mismo número recientemente.
-¿Qué? No me digas, ¿te están amenazando?
Negué con la cabeza.
-Ella ha vuelto.-Intentaba evitar decirlo con mis propias palabras, me daba miedo, si lo decía yo se sentiría más real, más doloroso, más vívido, y no quería eso.
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Para (Hasta) siempre.
RomanceTodo empezó con una sola noche, quien diría que gracias a esa noche empezaría una gran historia, una historia con un gran pibonazo de por medio, eso miso, con nombre y apellido, Liam Miller. ¿Realmente una decisión puede cambiar tu vida? La verdad e...