-Hijo, la verdad es que tu madre se fue por voluntad propia, dejándonos solos, sé que cometí errores, pero ese fue nuestro final, ya no podíamos más con esa relación, era todo menos sana.
-Me estás diciendo que madre nos abandonó porque quiso y no porque la engañaste?-Le dije con un tono un poco irónico.-Padre, eso es imposible, madre nos quería, si fuera el caso aún se mantendría en contacto, ¿verdad? -Intentaba convencerme.
-Ella se fue con su amante, Michael, poco después de que Adam naciera. Empezaron a "salir" hacía ya un tiempo, me di cuenta de ello por casualidad, al salir de viaje por un acuerdo que tenía. Le dije que lo sabía y que si me quería no pasaba nada, que la perdonaría, pero, ella solamente decidió seguir recordándome lo mal marido que fui durante todos esos años, también recordándome que era un adicto al trabajo y no podía estar con una persona así, que quería a alguien que la cuidara y tuviera tiempo parra ella.-Hizo una pequeña pausa y me dijo:
-¿Alguna vez te conté cómo nos conocimos Amelia y yo? ¿Cómo empezó todo?
-No.-Le contesté en seco para que continuara, estaba sorprendido por todo lo que me contó, nunca llegué a imaginarme ni siquiera la posibilidad de que ella nos abandonara.
-Lo supuse. Nos conocimos en el instituto, aunque no lo parezca, yo era uno de los chicos más populares de ese entonces, en cambio, tu madre era la típica chica que sólo se centraba en su grupo de amigos, ella llamaba mucho la atención por su belleza , pero nadie se atrevía a dar el primer paso. Llegó el día de la graduación y jugamos a verdad o reto, a mi me retaron pedirle salir a tu madre porque nunca me atreví a hacerlo aunque me gustara. Amelia dijo que sí, pero me dijo una cosa que nunca me hubiera esperado, me dijo que tal vez algún día me dejaría sin alguna explicación, estaba emocionado, por lo que no le di mucha importancia a sus últimas palabras. Pasó el tiempo, nos casamos y te tuvimos, todo estuvo bien hasta que se quedó embarazada de Adam, dijo que quería romper, no lo entendí hasta que me dijo: "Te lo había dicho Thomas, que te dejaría en algún momento." Después de un tiempo, al salir de la empresa, me encontré a Amelia presentando su amante a sus padres como su pareja, hasta dijo que se había divorciado de mí. Ese era el mismo restaurante en el que tuvimos nuestra primera cita, me hizo daño, me destrozó. Al llegar al bar no encontré a Bethany, que siempre me consolaba, aunque con su cuerpo. Ella me ofreció un sobre con un polvo blanco dentro. Lo cogí por lo desesperado que estaba, sin pensarlo demasiado. Mientras me lo tendía me dijo las palabras siguientes:
-Esto te hará olvidarte de todo lo que te duele, estarás en paz y no sufrirás más.
-Esas palabras eran tentadoras en esa situación y, me venció la desesperación. Luego me arrepentí, me prometí que no lo volvería a hacer, sin embargo, cunado Amelia se escapó con su amante después de dar a luz a Adam, me sumí a las drogas de nuevo y, me convertí en...eso. Ciertamente, me ayudasteis mucho, gracias a vosotros, sobre todo a ti, logré continuar. Debió ser difícil cuidar tú solo de Adam, nunca llegué a agradecerte, gracias Michael, gracias. Después Bethany apareció de nuevo, diciendo que estaba embarazada y que si no me responsabilizaba sus padres la matarían, así que una cosa llevó a la otra y acabamos casándonos, no os lo dijimos nunca porque perdió el hijo y estaba devastada, al final acabé enamorándome de ella de verdad.-Al acabar su historia tosió, estuvo un buen rato hablando así que no me extraña, me levanté para darle pequeñas palmaditas en la espalda. Levanté la mirada, ya estaba atardeciendo, era hermoso, me embobé en ese paisaje y pensé que las palabras que me dijo mi padre fueron muy sinceras, estaba agradecido con él por contármelo, no debió ser fácil. No podía creerme todo eso, fue como un gélido y glacial aire en un día de verano caluroso.
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Para (Hasta) siempre.
Roman d'amourTodo empezó con una sola noche, quien diría que gracias a esa noche empezaría una gran historia, una historia con un gran pibonazo de por medio, eso miso, con nombre y apellido, Liam Miller. ¿Realmente una decisión puede cambiar tu vida? La verdad e...