𝕊𝕆𝕌𝕃𝕄𝔸𝕋𝔼𝕊 •|ʀᴇᴍᴜꜱ ʟᴜᴘɪɴ x ᴏᴄ ᴍᴀʟᴇ|•

𝐕: 𝐕𝐚𝐜𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐍𝐚𝐯𝐢𝐝𝐚𝐝

Los meses pasaron volando, las vacaciones de Navidad había llegado y sin duda en esas fechas el castillo quedaba casi vacío, ya que, la mayoría de los estudiantes de todos los años iban con su familia para festejar estás fiestas y entre esa mayoría estaban los mellizos Pendragon, quienes se estaban despidiendo de su amigo azabache en la estación de trenes antes de partir.

--¿Seguro que te quedas?  -preguntó Nancy-. Te adoptamos y puedes pasar la navidad con nosotros   -dijo en un tono algo dramático, como si fuera la última vez que se iban a ver.

--Tranquila Nan, no será tanto tiempo, nos volveremos a ver. Y estoy seguro que me quedo, por lo menos este año.

--Es tu decisión Liam  -dijo Aaron-. Bueno, será mejor abordar antes de que se vaya.

--¡Adiós Liam! Eso sí, te traeremos un regalo de navidad.

--Gracias, pero no es necesario…  -fue interrumpido por un dedo que se posó en sus labios.

--No hay discusión de eso, lo haremos sí o sí  -dijo Nancy.

--Vamos Nan, se va a ir sin nosotros  -Aaron literal jaló a su hermana sin dejarla hablar. Liam soltó una pequeña risa por su acción.

Después de que el tren saliera las personas que sólo fueron a despedir regresaron al castillo, Liam se dirigió a su dormitorio y lo primero que hizo fue dormir aprovechando que literal fue el único que quedó en su dormitorio y no había nadie quien lo molestara, sin ninguna almohada voladora que le pegara por unas sesiones de pelea de almohadas de sus compañeros de dormitorio casi todas las noches, aunque ha de admitir que se unía a la mayoría de peleas. Recuerda que una vez los cacharon muy noche en una de estas y les quitaron cincos puntos a cada uno, pero la diversión no faltó.
Una vez que despertó se dio cuenta que era de mañana del siguiente día, hasta él mismo se sorprendió de que podía dormir ese tiempo, dudaba si ese día iba a poder dormir. Cómo literal se durmió un día completo no comió nada y sus tripas rugían como nunca así que fue al gran comedor por algo que comer, cuando llegó vio lo vacío que estaba este, máximo entre quince a veinte personas en total y como en vacaciones no había tantos alumnos algunos se sentaban en mesas de diferentes casas para platicar con amigos. Ahí fue cuando se dió cuenta que en la mesa de Gryffindor no estaba ninguno de sus amigos: Sirius, Lily, pero sobre todo Remus.

Supuso que obviamente se fueron con sus familiares, bueno, de Lily era obvio por como hablaba de su familia y de cómo los extrañaba, no iba a desperdiciar está oportunidad, pero creyó que al menos podía ver a sus otros dos amigos Gryffindor; después de eso no le dió más importancia y siguió comiendo. Por cierto, Liam había entablado una amistad con Sirius cuando el primer mencionado cachó al de pelo negro y largo queriendole hacer una broma a unos niños que justamente eran de Hufflepuff, pero en vez de impedirlo le dió consejos de qué hacer para que no lo descubran, pues su broma tenis un hueco que lo evidenciaba. Y así en estos meses que pasaron se hicieron cómplices de bromas y al poco tiempo se habían hecho amigos, Sirius admitía que tenía buenas propuestas porque eran travesuras del mundo muggle, muy originales para él.

Después de que acabará de desayunar se dirigió a la gran biblioteca, la verdad es que esos libros si le interesan, la mayoría eran del mundo mágico, pero le gustaba leerlos en un lugar más cómodo, como la sala común de Hufflepuff, así que pidió permiso para poder llevárselos, la bibliotecaria accedió a su petición y así el chico azabache se encontraba leyendo uno de los libros sentado en el sillón mientras tenía a su gato sobre él, se entretuvo leyendo que no se dió cuenta que ya era de tarde y que tocaba comer, amaba comer y más si era la de Hogwarts que había sido un deleite para su gusto. Una vez que llegó al comedor y se dirigía a su mesa, escuchó a alguien hablarle.