𝕊𝕆𝕌𝕃𝕄𝔸𝕋𝔼𝕊 •|ʀᴇᴍᴜꜱ ʟᴜᴘɪɴ x ᴏᴄ ᴍᴀʟᴇ|•

𝐗𝐗𝐈𝐗: 𝐋𝐚 𝐧𝐨𝐜𝐡𝐞 𝐝𝐞 𝐇𝐚𝐥𝐥𝐨𝐰𝐞𝐞𝐧, 𝟏𝟗𝟖𝟏

31 de julio de 1980, fecha en la que el pequeño Harry James Potter nació, tenía los ojos verdes de Lily y daba indicios de que tal vez y se parecería a James, pero aún era un bebé, lo único que se distinguía eran sus ojos. James y Lily una vez que nació hicieron un pequeño bautizo y discreto en dónde nombraron a Sirius su padrino, él con mucho gusto accedió a serlo.

Aunque pasaron muchas cosas en estos meses antes de que el pequeño Harry naciera, y después de que nació, lo principal es que Lord Voldemort había elegido a los Potter para matar a su hijo, pues había una profecía que decía que nacería un hijo de magos que se habían enfrentado tres veces a Voldemort y que ese hijo vencería al Señor Tenebroso. Dos parejas de magos cumplían parte de la profecía, los Potter y los Longbottom, pero Voldemort eligió a los primeros, es por eso que Lily, James, y posteriormente el pequeño Harry, vivían en una casa protegida con el  encantamiento Fidelio en el Valle de Godric para que no los encontraran y también la joven pareja había nombrado a Sirius Black como guardián de la casa, pero este los convenció de que Peter sería la mejor opción, nadie sospecharía de él porque no era tan fuerte, James y Lily al final accedieron a la petición de Sirius dejando a Peter como guardián de la casa.

Pero esto sólo lo sabían ellos tres, nunca se los dijeron a nadie más, ni siquiera a Remus y Liam, pues desde hace tiempo empezaron a desconfiar de ellos, pues Dumbledore les avisó que había un traidor entre ellos y desconfiaron en Remus, pues Voldemort reclutó a Fenrir Greyback y éste prometió que todos los hombres lobos dejarían de ser odiados y tendrían más oportunidades en el mundo mágico una vez que el Señor Tenebroso ganara la guerra. Por supuesto era una propuesta muy tentadora, haciendo que los amigos de Remus desconfiaran, y de Liam sólo por ser su esposo y a él también de cierta manera le convenía, pero claro estaba que ellos jamás aceptarían tal tentación, ni en un millón de años, pero eso no fue suficiente para confiar, el miedo se apoderaba de las personas, no sabían en quienes podían confiar. Por eso los jóvenes esposos se quedaron con la idea de que Sirius Black era el guardián de los Potter y ya tenían semanas que ellos se distanciaron de los Potter, Sirius y Peter, de hecho ni siquiera han visto al pequeño Harry.

Pero no estaban solos, Aaron y Nancy siempre apoyaron a Liam y Remus, ellos si confiaban y creían en ellos, lamentaban que sus amigos más cercanos no lo hicieron, pero al menos los tenían a ellos, esto causó pequeños problemas en la relación de Sirius y Nancy, pues la chica siempre le reclamaba de cómo es que no confiaban en sus amigos de nueve años juntos y Sirius siempre le decía que era más que obvio que a ellos les convenía las ofertas que se les estaban dando a los hombres lobos, por eso muchas veces hasta por una semana no se hablaban por las peleas que tenían, de hecho por eso jamás Sirius le dijo que él no era el guardián y que nadie sabía, pero no tenía caso decírselo, iba a ocasionar otra pelea.

1981.
Liam se encontraba en casa de los Pendragon, fue a darles una pequeña visita, Aaron estaba en el ministerio por asuntos de su trabajo así que Liam y Nancy eran los que estaban conviviendo. Los dos chicos estaban sentados debajo del árbol que tenía un columpio y que estaba a unos metros de su casa, hablaban de cómo iban sus vidas y cómo está guerra les ha afectado, una cosa en la que a Nancy le ha afectado es que nunca pudo convertirse en jugadora profesional de quidditch, el mundo mágico no estaba ahorita para pensar en eso y ella tampoco.

--¿Cuánto falta para que esto termine?  -preguntó Nancy.

--No tengo idea, los mortífagos y Voldemort cada vez matan más y reclutan a más magos y bestias.

--Mencionando a las bestias… ¿Remus… es un hombre lobo?  -preguntó, Liam no les había dicho aún sobre la verdadera condición del castaño-.  Me enteré en… la última pelea que tuve con Sirius, él reveló que las ofertas que daban si Voldemort ganaba iban a favorecer a los hombres lobos, no entendí porque metió eso, pero él no pareció darse cuenta de lo que dijo.