𝕊𝕆𝕌𝕃𝕄𝔸𝕋𝔼𝕊 •|ʀᴇᴍᴜꜱ ʟᴜᴘɪɴ x ᴏᴄ ᴍᴀʟᴇ|•

𝐕𝐈𝐈: 𝐔𝐧 𝐚ñ𝐨 𝐚𝐜𝐚𝐛𝐚, 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐮𝐧𝐨 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐨 𝐞𝐦𝐩𝐢𝐞𝐳𝐚

Un año más había pasado en Hogwarts, muchas aventuras, nuevos amigos, nuevos aprendizajes, nadie se quería ir, Hogwarts literalmente se había convertido en su hogar, su familia, pero no había otra opción, afortunadamente sólo era cosa de esperar unos meses para volver a verse. Todos los alumnos estaban sentados en el gran comedor, ya con el gran banquete puesto en la mesa, había banderas colgadas en el techo, pero no tenían ningún estampado, sólo eran de color blanco; todos los alumnos hablaban con sus amigos, hasta que la profesora Minerva McGonagall llamó la atención de todos al chocar levemente un cubierto con su copa y así prestaron todos atención a Dumbledore quien estaba levantado.

--Un año más acaba y como es tradición en Hogwarts la copa de la casa debe ser entregada. Esta es la puntuación: en cuarto lugar, con 234 puntos, Ravenclaw  -todos aplaudieron-.  En tercer lugar, con 276, Slytherin -también empezaron a aplaudir, aunque esta vez sonaban sin tanto entusiasmo y algunos de Slytherin ni se molestaron en aplaudir.

--Queda Gryffindor y nosotros ¿Quién ganará la copa?   -preguntó Nancy.

--No sé, pero sea cual sea la casa que gane hay que felicitarlos.

--En segundo lugar, y con sólo cinco puntos detrás del primero, con 305 puntos… Gryffindor.  -todos aplaudieron, no tan emocionados, pero por lo menos contentos de tener un buen número de puntos.

--El próximo año quedaremos en primero, seguro que sí  -dijo James.

--Quedamos en segundo lugar por las bromas que hacían y nos quitaban puntos -reclamó Lily-.  Compórtense bien para el siguiente año.  -dijo en dirección tanto de James como de Sirius y Peter.

--Eso da como resultado como casa ganadora de la Copa de la Casa a Hufflepuff, con 310 puntos.  -dijo Dumbledore para finalizar y hacer que las banderas que había fueran de color amarillo con el escudo de la casa.

Hufflepuff empezó a festejar y luego junto a los demás alumnos lanzaron el sombrero que tenían puesto dando oficialmente fin a este año en Hogwarts.
Al día siguiente todos los alumnos estaban de la estación de trenes listos para abordar e irse, todos se estaban despidiendo, entre ellos estaban Remus y Lily quienes habían formado una linda amistad en este año, la pelirroja se subió al tren detrás de su amigo Severus y cuando el castaño estaba a punto de hacer lo mismo, sólo que por dónde sus amigos habían subido, una voz lo llamó por detrás.

--No pensabas irte sin despedirte de mi ¿Verdad?  -dijo Liam detrás de Remus.

--Por supuesto que no  -dijo el castaño con una sonrisa y un poco avergonzado.

--Fue un gusto conocerte… amigo.  -alzó su mano y cuando Remus la aceptó, Liam lo agarró desprevenido acercándose para abrazarlo-.  Te voy a extrañar.

--Yo igual  -dijo aceptando el abrazo.

--Sé que sólo hay que esperar unos meses, pero se me harán eternos para volver a verte  -se separó un poco del abrazo-.  Nos escribiremos en estos meses ¿Lo prometes?

--Lo prometo.

--¡Liam! ¡Aaron ya encontró lugar!  -gritó Nancy asomándose por una entrada del expreso, haciendo que ambos chicos se separaran completamente del abrazo. Liam le dió una señal de que ya iba en camino.

--Bueno me tengo que ir Rems, nos veremos en unos meses  -éste asintió. Liam le volvió a dar un pequeño abrazo antes de dirigirse con Chloé-. ¡Por cierto! ¡Despide a Sirius de mi parte!  -dijo antes de entrar al tren y Remus asintió. Ambos se fueron a sus vagones con sus amigos y el tren empezó a andar.

Tantas aventuras que tuvieron, no podían esperar al próximo año, sin duda Hogwarts se convirtió en su segundo hogar y cada alumno encontró a su segunda familia en sus amigos y en los profesores.

[•••]

Agosto de 1972, los meses pasaron volando, a sólo un mes de que volvieran a empezar las clases en Hogwarts, todos ya habían vuelto a recibir sus cartas por parte del colegio. Liam estaba emocionado por volver, ver de nuevo a sus amigos, sobre todo a los mellizos y a Remus, con los cuales se envió cartas gran parte de las vacaciones acerca de su día a día.
El chico azabache se encontraba en el Callejón Diagon junto con la amiga de su madre, su esposo y una nueva integrante de la familia, una bebé de apenas unas semanas.

Liam se encontraba en una librería escogiendo algunos de los libros que iba a necesitar para su segundo año, mientras la mujer y su familia lo ayudaban a conseguir otras cosas en otras tiendas. Mientras caminaba por  la tienda buscando sus libros chocaron con él.

--Con cuidado, no veo... ahhh  -dijo una chica que no veía por una torre de libros que tenía en manos y chocó con Liam haciéndola caer.

--Cuidado ¿Estás bien?   -ayudó a levantar a la chica.

--Gracias… ¡Liam!   -la chica abrazó al chico azabache.

--¿Nancy? ¡Qué bueno volver a verte! Pero has cambiado un poco, no me digas, tu cabello.

--Gracias por notarlo, Aaron no sabía, sí, me corté algo el cabello y me harté de la coleta alta así que ahora tengo el pelo suelto

--Te queda mejor este peinado  -dijo y tenía razón, el pelo suelto, con una diadema de trenza y con su nuevo flequillo le quedaba bien.

--Nancy ¿Ya tienes los libros… ? ¡Liam!  -dijo Aaron llegando hacia ellos.

--¡Aaron¡ ¡Qué gusto verlos de nuevo chicos!

--A nosotros también nos da mucho gusto.

--No puedo esperar más para que llegue el día de abordar el Expreso e iniciar un nuevo año en Hogwarts  -dijo Nancy.

Después de eso los chicos ayudaron a Nancy a cargar sus libros y a buscar los de Liam, también los mellizos le presentaron a sus padres quienes vieron una buena persona en él y hasta lo invitaron para acompañarlos en las fiestas navideñas algo a lo cual aceptó, también por la insistencia de Nancy.
Después de un gran rato en el callejón Diagon terminaron de comprar todo lo de su lista y cada uno regresó a su hogar y sólo esperar a que el día llegue.
1 de septiembre de 1972, todos ya estaban de nuevo en King's Cross, ahí los mellizos se encontraron de nuevo con Liam y juntos uno por uno atravesaron la pared para llegar a la plataforma 9¾, ahí se dirigieron a alguna entrada para abordar el expreso. Una vez que Aaron y Nancy entraron seguía Liam, pero éste antes de entrar se asomó para ver si podía encontrar a sus amigos, pero no los vió así que subió siguiendo por atrás a los mellizos; encontraron un vagón vacío y se sentaron ahí y luego de un tiempo el expreso empezó a avanzar.

--Bueno, llegó la hora, un nuevo año, nuevas aventuras ¿No chicos?   -dijo Liam.

--Así es, ¿Están listos?  -dijo Nancy mientras ponía su puño frente a ellos.

--Claro que sí   -los dos chicos juntaron sus puños con Nancy. Una nueva aventura acaba de empezar.