𝐈: 𝐄𝐥 𝐞𝐱𝐩𝐫𝐞𝐬𝐨 𝐝𝐞 𝐇𝐨𝐠𝐰𝐚𝐫𝐭𝐬

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Verano del 71, a unos meses de que las clases de la famosísima escuela de magia de Hogwarts empiecen, muchos niños de once años ya habían recibido su carta de aceptación para esta escuela, entre ellos estaban dos niños peculiares: Liam Mondragón y Remus Lupin. Este último mencionado tenía un secreto que lo hacía aún más peculiar que los demás, este secreto causó que sus expectativas bajaran al pensar que gracias a eso no podía ir nunca a Hogwarts, pero el director de esta, Albus Dumbledore, en una pequeña visita a la familia del pequeño dijo que tenían todo bajo control y sin problema podría ir.

Y el otro mencionado, Liam Mondragón, también era algo peculiar, su madre fue una gran estudiante de Hogwarts, venía de una familia de sangre pura, eran conocidos por muchos y sin duda muchos pensaron que se iba a dedicar a algo de magia y que seguiría con el legado de sangre pura, sin embargo dejó a muchos boquiabiertos al empezar una relación con un muggle y de ahí nació el primer sangre mestiza de la familia. Pero su relación con el muggle no funcionó del todo después de un año del nacimiento del pequeño Liam, así que se separaron y ella se quedó al pequeño sólo que decidió mantener una vida de muggle, pero jamás le ocultó la existencia de la magia y de su familia y prueba de ello fue que conservó el apellido Mondragón.
Así que sí, él es peculiar por ser el primer miembro mestizo de una familia de sangre pura, para muchos una traición, pero para la familia Mondragón una bendición, adoraban al niño.

A finales de Junio de ese mismo año le llegó la carta de aceptación para Hogwarts, sin duda un día muy feliz para él, había deseado entrar desde que su mamá le habló del mundo mágico, sólo que habría que hacer unos cambios, ya que ellos vivían en América y Hogwarts estaba en Escocia y la mamá de Liam pensaba que iba a ser muy cansado viajar mucho cada año pues en once años no práctico casi nada de magia y de que aparte tenía un trabajo muggle al cuál no podía faltar, así que se contactó con una vieja amiga de Hogwarts, vivía en Suecia, sin duda más cerca y ella tenía más práctica en magia. A mediados de julio se fue a Suecia para vivir con la amiga de su madre por los siete años que duraba la estancia en Hogwarts y por fin el día había llegado.
1ro de septiembre de 1971, Liam llegó junto con la amiga de su mamá y el esposo de ésta a King's Cross en Londres por el método de aparición y sin que ningún muggle los viera.

--Bien Liam, llegamos.

--¿Aquí es el tren que tomaré para Hogwarts?

--Así es, que recuerdos, parece que fue ayer cuando fue mi primera vez abordandolo  -comentó la mujer. Iban cruzando un puente para llegar al andén- Bien llegamos.

--¿Es el andén 9 o 10?

--No, es el andén 9¾

--¿9¾? ¿Eso existe?  -preguntó algo incrédulo y tanto la mujer como el hombre asintieron.

--Corre directamente hacia esa pared  -señaló la mujer. Liam la miró algo confuso, pero accedió a hacerlo, corrió hacia esa dirección entrecerrando los ojos por temor a chocar, pero entonces sintió cómo atravesaba la pared y llegó al andén 9¾

--Wow… -dijo sorprendido ya no solo por haber atravesado la pared sino por ver un gran tren que seguramente era el famosísimo Expreso de Hogwarts que le habían contado.

--¿Fascinante, verdad?  -comentó la mujer que junto a su esposo atravesaron la pared, Liam solo asintió aún atónito por la gran maravilla que tenía en frente-. Bueno, es hora que abordes, el expreso sale a las 11 en punto.

Liam hizo caso y fue a buscar alguna entrada para abordarlo, tuvo que pasar en medio de muchas personas para encontrar alguna entrada con menos gente. Al fin había encontrado una entrada con poca gente y subió a esta, ahora lo malo era encontrar un vagón en dónde pueda sentarse durante todo el camino, encontrar uno vacío era como encontrar una aguja en un pajar, había demasiados niños, así que se conformaba con uno que estuviera tranquilo, no le gustaba socializar mucho. Y entonces sus súplicas fueron escuchadas por Merlin pues después de caminar por el gran pasillo del expreso encontró un vagón con sólo una persona dentro.

--Disculpa… -dijo Liam llamando la atención del niño que estaba dentro del vagón, el cual estaba leyendo-. El tren está lleno, ¿Te importa… si me siento?

--Ah, no, adelante  -dijo y Liam se sentó en el vagón agradeciendo con la cabeza.

Puso su equipaje a un lado suyo pues no alcanzaba los compartimentos que el vagón tenía para el equipaje y entonces el tren empezó a avanzar, Liam se asomó por la ventana del vagón para ver si veía a la amiga de su mamá junto a su esposo para despedirse, cuando los vio les dijo adiós con un ademán y en un abrir y cerrar de ojos el tren había salido de la estación para empezar su recorrido.
Liam suspiró pesado por los nervios que empezó a sentir en esos momentos y eso fue notado por su acompañante.

--¿Nervioso?  -preguntó apartando la vista de su libro y dirigirla hacia Liam.

--Sí… pero a la vez emocionado de por fin entrar a Hogwarts, estuve mucho tiempo entusiasmado esperando mi carta y al fin puedo estar aquí   -de un segundo a otro su nerviosismo cambió a alegría-. ¿Tú sientes lo mismo?

--Algo así, si estoy nervioso por entrar a Hogwarts, aunque sinceramente no pensé que pudiera entrar.

--¿Por qué?

--Bueno… tengo… un problema de salud que pensé que iba a impedir que lograra estar aquí -trató de que su respuesta sonara creíble, algo que logró ya que Liam se notó preocupado por lo que dijo-. Pero no es algo de lo que te tengas que preocupar… está bajo control… eso creo  -lo último lo dijo en un susurro para él mismo.

--Bien… Soy Liam Mondragón  -extendió su mano.

-Su acompañante aceptó la mano-. Soy Remus Lupin.

Ambos empezaron una conversación amistosa acerca de ellos y de Hogwarts, de sus vidas antes de recibir su carta y de lo que querían una vez dentro de Hogwarts como estudiantes.

--Así que eres el primero de sangre mestiza en tu familia  -dijo el chico castaño al escuchar la historia del chico azabache.

--Sip, mi mamá dijo que eso me hacía especial, de forma buena para mí familia, pero para las demás familias de sangre pura era considerado una traición, aunque sinceramente no me importa mucho eso.

--Pienso lo mismo, creo que una persona no se define por su familia o por su sangre, personas con esos pensamientos creo que son ignorantes, pero mejor me callo que tampoco me gustaría meterme en problemas.

--Ja ja, no creo que alguien nos oiga, se oye que hay mucho ruido en otros vagones  -Remus soltó una pequeña sonrisa como respuesta a su comentario-. Remus…

--¿Si?

--¿A qué casa te gustaría entrar?

--Sinceramente eso es lo que menos me importa, con el simple hecho de que haya entrado a Hogwarts me conformo, ¿Y tú?

--Creo… que pienso lo mismo que tú, aunque mi familia haya sido Ravenclaw creo que a mí no me importa cuál casa me toque,  ya es un privilegio estar en la mejor escuela de magia.

--Sabes que, me gustaría que estuviéramos en la misma casa así… podría estar contigo y seguir juntos... -se hizo una pequeño silencio hasta que el castaño asimiló lo que había dicho-.  Quiero decir en el sentido de amigos, por mi condición jamás pude hacer uno… -Remus agachó un poco la cabeza.

--Remus… no sabes el gusto que me daría que también estuviéramos en la misma casa pero eso es algo que no puedo prometer, pero una promesa que si cumpliré por estos siete años que estaremos en Hogwarts es que siempre seremos amigos sin importar nada, por el meñique  -alzó su meñique y en su rostro se veía seguridad por las palabras que dijo, sellaron la promesa cuando el castaño entrelazó su meñique con el de Liam.

--¿Les gustaría algún dulce?  -dijo una mujer que se veía mayor la cual traía un carro de dulces.

Remus y Liam compraron algunos dulces, la mayoría eran ranas de chocolate y pastel de caldero, a ambos les gustaban las cosas chocolatosas, otro gusto en común que tenían.

Remus no olvidará ese día en el que pensó que estaría solo en su trayecto a Hogwarts.

Liam no olvidará el nerviosismo que sintió una vez dentro del expreso.

Remus no olvidará cuando Liam se quedó dormido recargado en la ventana todo lo que quedaba del trayecto, le transmitía tranquilidad.

Ambos no olvidarán ese día en el que hicieron un nuevo amigo por sólo haber hablado.

𝕊𝕆𝕌𝕃𝕄𝔸𝕋𝔼𝕊 •|ʀᴇᴍᴜꜱ ʟᴜᴘɪɴ x ᴏᴄ ᴍᴀʟᴇ|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora