𝐕𝐈: 𝐐𝐮𝐢𝐝𝐝𝐢𝐭𝐜𝐡

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Las vacaciones de Navidad habían acabado, ya todos habían vuelto al castillo y entre ellos estaban los mellizos Pendragon quienes le dieron de regalo de navidad a Liam unos collares de la amistad, cada quién tenía el suyo, eran muy importantes pues habían pasado de generación en generación en la familia Pendragon. -"Estos amuletos sólo se dejan usar si las tres personas tienen un vínculo muy fuerte que casi se consideran familia"- esas fueron las palabras que los mellizos le dijeron a Liam algo que obvio lo conmovió, pues en pocos meses ya lo consideran familia. También le trajeron un juguete para su gato, el cual aún no tenía nombre, pero sabían que era un gato bebé y que era macho.

Los meses habían pasado ya no faltaba mucho para que el año acabase, mucha diversión en este año: bromas, aprender hechizos, pociones, sobre la magia, muchas nuevas amistades habían hecho, también momentos de preocupación -sobretodo por cierto chico castaño-, también aprendieron a volar con una escoba y estaban ansiosos por poder tener una en su segundo año, sobre todo Nancy, que en este año se había vuelto fanática del quidditch, nunca se perdió un partido y esperaba entrar al equipo el año que venía. De hecho se encontraban en un partido de este deporte mágico, Gryffindor vs. Hufflepuff, los rojos iban ganando.

--¡Vamos, si se puede tejones!  -gritaba la chica rubia.

--¡Nancy! Deja de hacer eso  -dijo Aaron quien se tapó su oído cuando su hermana gritó.

--No puedo, amo el quidditch y aparte que estrés que vayamos perdiendo.

--Tranquila, esto no se acaba hasta que alguien consiga la snitch dorada.

--Sí… pero igual ¡Vamos, si se puede!  -Nancy siguió gritando.

--¡Hufflepuff anota otros diez puntos!  -dijo el comentarista del partido.

--¡Ahg! nos están alcanzando  -dijo un chico de Gryffindor con gafas.

--Tranquilo James, aún falta, todavía podemos conseguir la snitch dorada  -dijo Remus.

--¡Sí! Aún podemos ganarles   -dijo Sirius.

--En mi próximo año voy a entrar al equipo de quidditch, seré cazador y así le daré muchos puntos a Gryffindor  -dijo James con mucha seguridad.

--Seguro que contigo ganaremos muchos partidos  -dijo Peter.

El partido siguió, Gryffindor y Hufflepuff seguían anotando puntos y los buscadores luchaban por agarrar la snitch dorada y dar fin al juego. La chica rubia de Hufflepuff cada vez estaba más emocionada, ahora sólo estaba atenta a ver quién conseguía agarrar la snitch dorada y gritaba aún más: "¡Ve por arriba! ¡No, no, ahora por abajo! ¡A tu izquierda!" Esos eran algunos gritos que dejaban sordos a sus acompañantes y que deseaban ahora más que nada que ya acabara para que dejara de gritar, pero en algo ambos estaban de acuerdo y es que Nancy seguramente iba a ser una buscadora para su siguiente año.
Cuando pensaban que el partido iba a durar mucho más, pues ningún buscador lograba capturar la snitch, por fin uno logró capturarla con una jugada genial. Voló por debajo del campo de quidditch, mientras que el otro buscador estaba tras la snitch, y cuando menos se lo esperó el otro buscador salió por debajo a gran velocidad, casi como un rayo, y logró agarrar la snitch dorada.

--¡Jack Flint obtiene 150 puntos por atrapar la snitch dorada!  -dijo el comentarista.

--el árbitro hizo sonar su silbato-. ¡Fin del partido! ¡Hufflepuff gana con 250 puntos!

El equipo de quidditch y todos los alumnos de la casa ganadora empezaron a gritar y festejar de la emoción, algo muy malo para Aaron y Liaam pues Nancy gritó como nunca y sacudió a ambos chicos con mucha fuerza que los mareo. Por otro lado en la casa de Gryffindor muchos estaban quejándose y entre ellos se encontraban tres chicos que maldecían en voz baja, a su amigo castaño no le importaba mucho la verdad, pero entendía a sus amigos fanáticos del quidditch.

--Estuvimos así… a nada de conseguir la snitch dorada  -se quejó James.

--Esa jugada fue buena, he de admitir  -dijo Sirius-.  Y ahora yo perdí la apuesta.

--¿Qué apuesta?   -preguntó Remus.

--Ayer aposté con Liam, si Gryffindor ganaba iba a ser mi víctima de bromas por una semana, y si Hufflepuff ganaba… tenía que darle todas las golosinas que obtuviera en mis manos, por dos semanas ¡Adiós deliciosas golosinas por dos semanas!   -dijo muy dramático, como si su mundo se fuera a acabar.

Después de esa plática todos abandonaron el campo de quidditch y se fueron a pasear por el castillo, puesto que no tenían clases, Sirius corrió lo más rápido posible para esconderse y así no encontrarse con Liam y que le mencionara sobre la apuesta, pero este lo único que quería era un lugar tranquilo, sobretodo para sus oídos, que sentía un zumbido en estos por los gritos de su amiga rubia. Llegó a un pasillo del castillo en dónde se encontró a Lily quien estaba con su amigo Severus leyendo unos libros, ésta al notar a su otro amigo fue en dirección hacia él.

--Hola Liam.

--Ah, hola Lily,  no te había notado.

--¿Cómo les fue el partido de quidditch?

--Bien, ganamos nosotros -dijo mientras se señalaba a sí mismo-.  Lo malo es que Nancy casi nos deja sordos.

--No soy muy fan del quidditch, pero me alegro por ustedes.

--Gracias Lily. Bueno, creo que me iré, como que a tú amigo no le agrada verme   -dijo al ver como Severus lo fulminaba con la mirada-.  Y también iré a ver a Rems, ¿de casualidad sabrás a dónde fue?

--Me dijo que después de acompañar a sus amigos al partido de quidditch creo que iría a la biblioteca.

--Debí imaginarlo, bueno, nos vemos otro día Lily   -se despidió dedicándole una sonrisa, una de las que siempre hacían sonrojar a la pelirroja.

Después de eso el chico azabache se dirigió a la biblioteca en busca de su amigo castaño, el cual cuando llegó lo vió salir de esta. Aprovechó que Remus no lo había visto y se acercó a él sigilosamente para después asustarlo un poco saltando a su espalda para abrazarlo.

--¿Qué… ?  -preguntó el castaño sobresaltado.

--Hola Rems  -dijo Liam aguantándose un poco la risa al ver su reacción.

--Oh, hola Liam  -se tranquilizó una vez al ver a su amigo detrás suyo.

--¿Qué vas a leer ahora?

--Sólo un libro de herbología.

--Interesante ¿Te puedo acompañar a leerlo?

--Claro, oh por cierto, Sirius me contó sobre la apuesta que hicieron con respecto al partido de quidditch.

--Oh es cierto, ni me acordaba   -rió avergonzado-.  Tendrá que decirle adiós a sus golosinas por dos semanas.

--¿En serio lo cumplirás?

--Depende, tampoco soy tan malo  -guiñó un ojo y Remus sonrió dando a entender que su amigo tal vez cumplirá su parte de la apuesta, pero con ciertos cambios.

Después de eso los dos chicos se fueron a un lugar tranquilo para empezar a leer el libro sólo que como era un libro grande no lo acabaron y decidieron dejarlo para otro día.
Al día siguiente Liam se encontró con Sirius con una golosina en mano, la cual obviamente le quitó, pero le dió un pedazo para que no se quedara con el antojo de comerla y también redujo la apuesta a sólo cinco días para no verse tan malo y también porque no quería tantas golosinas.

𝕊𝕆𝕌𝕃𝕄𝔸𝕋𝔼𝕊 •|ʀᴇᴍᴜꜱ ʟᴜᴘɪɴ x ᴏᴄ ᴍᴀʟᴇ|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora