Opción Perfecta ||NamJin||

17

—Hijo, has estado muy raro últimamente —cerrando la puerta de la habitación de su hijo, Seung entró a ella—, ¿Hay algo que quieras contarme? Mamá, ella... esta preocupada.

Cuando NamJoon tenía 13 años hubo una etapa en la que estaba perdido, no era el niño alegre e inteligente que sus papás conocían. Llevaba semanas siendo distante con su familia, no hablaba mucho, siempre pensativo en las reuniones familiares y ni hablar cuando iba y se encerraba en su habitación por todo el día. Simplemente para sus padres fue fácil notar que algo escondía, o tal vez de alguien, pero sin duda había algo que lo incomodaba también. En su momento se le atribuyeron a los cambios que empezaba a tener debido a su edad, pero su mamá, siendo un poco más observadora que su papá, notó que había algo rondando en la mente de su hijo.

—No —susurro sin apartar la vista de su libro, una lectura que había comenzado hace tiempo pero no había terminado, otro indicio de que no estaba bien del todo.

—Nam —quitando con cautela el libro de las manos pequeñas hizo que su hijo le prestara atención—, sabemos que algo te inquieta, y solo queremos ayudarte. Ahora, que si prefieres hablar con mamá puedo ir por ella, lo que queremos es que estés bien.

—¡No le hables! —pidió sorprendiendo a su papá—, te lo contaré a ti pero no le digas a mamá por favor.

—Esta bien —accedió el mayor sin hacer preguntas—, será como tú quieras.

—¿R-recuerdas a Hwasa? —murmuró tímido después de unos segundos en silencio, sin embargo continuó sin ver a los ojos a su padre.

—Por supuesto, es la hija de la amiga de tu mamá —contestó obvio, aquella niña era una dulzura andante que tenía cautivada a su esposa—, y creo, por lo que tu mamá me ha dicho, que te gusta, ¿es cierto?

—Mamá piensa que ella y yo haríamos bonita p-pareja, pero a mi no me gusta que mamá nos empareje, me incómoda —contesta aún más nervioso, su tono de voz bajo, como si quisiera evitar que su papá le escuche—, porque... A mí no me gusta ella.

—Ya veo —contesta haciéndole saber que lo entiende—, pues primero que nada si te incómoda debes de decirle a mamá para que ya no lo haga, y esto aplica para cualquier persona Nam, debes de establecer los límites de las personas hacia ti, si algo no te gusta, dilo.

—¿P-pero mamá no se pondrá triste? —ya podía imaginarla llorando en la sala, justo como cuando ve un dorama—, ella parece feliz con que Hwasa y yo seamos algo.

—¿Cómo tú mamá podría ser feliz si tú eres infeliz, hijo? —inquirió Seung, sin embargo al ver que la respuesta no pareció convencer a su hijo continúo hablando—. Nam, tu mamá se emociona con la idea porque sería tu primera novia, ella solo quiere verte crecer y disfrutar de la vida. Lo sé, aún son pequeños, pero a ella solo le hace ilusión esa posible relación porque piensa que tú serías feliz con ella, pero sí tú le dices que no es así, ten por seguro que el tema se va a dejar de lado.

—¿Mamá piensa que seré feliz si estoy en una relación con Hwasa? —no quería decirlo en voz alta, pero ahora que lo piensa la idea le resulta boba.

—Yo creo que esta así porque refleja que estás creciendo, estás dejando de ser un niño, y creo que tu mamá quiere estar en todas tus etapas contigo acompañándote y aconsejandote. Le emociona verte crecer —finalizó su papá seguro de sus palabras.

—¿Y si yo quiero iniciar esa etapa con o-otra persona esta bien? —murmuró despacio, queriendo que no le escuche.

—Lo importante es que te rodees de buenas personas que te aporten, pero te va a corresponder a ti elegirlas —Seung estaba casi seguro que Nam tenía alguien en mente pero le daba temor decirlo—. Será con la persona que tú creas que es la adecuada.