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Unas cuantas horas después solo le pudieron otorgar de sueño a Jin, ese mismo día se levantó temprano por la mañana debido al incesante llanto del bebé dormido a su lado.

Horas antes, cuando Joon le enseñó la habitación y le dejó al bebé Jin tuvo miedo de dañarlo mientras dormía; una vez que Jimin se quedó a dormir en su casa amaneció con un moretón en el trasero y de forma inmediata culpó al mayor por su espantosa forma de dormir, según Jimin, sus padres y (recientemente) Hoseok, Jin no sabe compartir cama y patalea y se mueve toda la noche. Según Soo es un milagro que Jin no se caiga de la cama.

Jin despertó confuso por el llanto del infante y porque desconoció en su totalidad la habitación donde estaba, somnoliento pensó que era producto de su imaginación e intentó conciliar el sueño, cuando al fin estaba cayendo en los brazos del morfeo una ráfaga de pensamientos le llegó de golpe recordándole los acontecimientos de horas antes.

—Dios mío —murmuró llevándose las manos a su boca pero el chillido del niño a lado suyo le llegó directamente al tímpano—. ¡AUCH!

La verdad es que no servía mucho a esas horas del días, por si el fuera se quedaría en la cama pero el pequeño no dejaba de llorar, clara señal de que necesitaba de algo. Jin tomó con cuidado al niño aún en la sábana mal enrollada y de inmediato notó el porqué de su incomodidad.

—¡Iugh! —soltó en el aire con una mueca de asco atrayendo la atención del niño que de forma inmediata rió para después seguir llorando.

El pequeño niño se había hecho del baño en la sábana que lo tenía enrollado, porque eso fue lo único que pudieron conseguirle y necesitaba a la de ya pañales y probablemente fórmula para el bebé, debía de morir de hambre. De pronto, Jin se sintió asqueado de sí mismo por ser tan irresponsable, pero cómo ayer conseguirían todo eso sí eran altas horas de la madrugada.

Se levantó de la cama y aunque suene cruel dejó al bebé llorar para agarrar su celular que estaba en la mesa de noche y entró a esas aplicaciones de Delivery, buscando el supermercado más cercano inició su pedido mientras tomaba al niño para mecerlo e intentaba ignorar la causa de la incomodidad ahora de ambos.

Buscó pañales para recién nacidos y le salieron como mínimo dos marcas, él no conocía ni una y ni sabía cuál sería mejor, debatía cuál comprar cuando una llamada entró.

¿Bueno? —contestó, no tenía el número registrado.

¿Jin? —preguntaron del otro lado de la línea—, ¿Kim SeokJin?

¿Ajá? —contestó cortante, ¿Quién le llamaba y por qué sabía su nombre?

Soy yo, Jae Hwan —aclaró haciendo pegar a Jin pequeños brinquitos de felicidades.

¡Kennie! —gritó contento llamando la atención del niño en sus brazos, de todas maneras no duró mucho porque siguió llorando.

Recibí tu mensaje —respondió aún cuando el contrario no le preguntó—, ¿ese pequeño que se escucha es que necesita la consulta?

—contestó de forma inmediata Jin sintiéndose incómodo cuando asimilo las palabras, el pequeño bebé no dejaba de llorar, para él era un milagro que NamJoon no haya venido a verlos con semejante ruido—, perdón por el llanto.

No te preocupes —minimizó, para él era común escuchar a un bebé llorar—. Respecto a lo del mensaje, ¿dices que es un recién nacido?

Creo —titubeó un poco pero siguió—, la verdad es que la historia es algo rara y prefiero contarte en persona, ¿Crees que puedas atendernos?

Opción Perfecta ||NamJin|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora